Cada 10 años, el Club Atlético Estudiantes lleva adelante una jornada particular, enmarcada en una década más de rugby. Este sábado, la entidad paranaense festejará su 90° aniversario junto a la ovalada con una multitud.
Una vez por cada década, el rugby del Club Atlético Estudiantes –cuyo rugby se fundó en 1934– conmemora su fundación. En la ocasión, protagonistas de ayer y hoy, honran el pasado, disfrutan del presente y vislumbran el futuro.
Este sábado, será, tras 10 años, el momento en el que la comunidad albinegra vuelva a encontrarse en su sede central del Parque Urquiza, con una jornada que prevé congregar a una multitud.
Será junto a invitados especiales de distintos puntos del país y con momentos míticos, como la tradicional apertura de la tumba donde yacen mensajes de artífices de distintas generaciones y se depositan los testimonios de los actuales.
La programación, que se iniciará a las 11, estipula que a las 11.30 se abrirá la tumba. A las 14.30, jugará la Reserva del CAE frente al Plantel Superior de Tilcara. Desde las 16, se medirá la Primera División del dueño de casa, ante un combinado Invitación XV. A las 18, será el clásico desfile de camadas y a partir de las 19.30, tendrá lugar el cierre de tumbas. Como corolario, será la cena, desde las 21, con su posterior trasnoche.
MÍSTICA PURA
La apertura de la tumba es una tradición que se fue arraigando con las décadas en el CAE y que cada vez se aguarda con expectativa por la simbología que contiene.
Este acontecimiento muy particular nació en 1984 con motivo del festejo de los 50 años de rugby, cuando un grupo de ex jugadores pergeñó esta idea para que se arraigue y se profundice la identidad del rugby albinegro y que perdure en el tiempo.
Fue así que nació la Tumba, un pesado ataúd de hormigón armado que cobija y conserva bajo la tierra 100 botellas de whisky con mensajes que se van renovando cada década. El tótem subterráneo fue ubicado al pie del mástil que se erige muy cerca de la cancha de rugby en la sede central del Parque Urquiza.
En su interior también se depositaron en el origen 10 botellas más destinadas a los capitanes de la Primera División de cada año terminado en cuatro (1994, 2004, 2014, 2024, 2034, 2044, 2054, 2064, 2074 y 2084), lo que coincide con los festejos de las nuevas décadas de la disciplina en el club. De esta forma se dejó una proyección y un firme compromiso para que el rugby en el club se extienda y perdure a través de los siglos.
En el inicio de la significativa tradición le tocó a Carlos Lescano, (capitán en 1984), colocar las primeras 10 botellas para los futuros capitanes de las diez décadas siguientes. En 1994, Ramiro Ferreira fue el primer capitán en recibir una de esas botellas y colocar otra para el capitán de 2094. Luego, Pedro Raiteri, capitán en 2004, también tuvo la fortuna de recibir una de esas botellas y colocar otra para el capitán de 2104.
En 2014, Juan Manuel Lescano, quien era el capitán, tuvo la distinción de recibir el legado que dejó su padre en 1984, como así también colocó una botella para el capitán de 2114.
Este sábado 30 de noviembre, Facundo Ferrer será el encargado de recibir su botella colocada en 1984 por Carlos Lescano y la remplazará por otra con el respectivo mensaje para el capitán de la primea del 2124.
Por otra parte, en 2014 también se dejaron notas plastificadas y mensajes de padres a hijos del rugby que serán leídos este sábado 30 de noviembre cuando se abra la Tumba por estos míticos festejos de los 90 años de Rugby del CAE.