El director de la Agencia Provincial de Seguridad Vial reconoció que hay zonas que están “realmente destruidas”. “Hablamos de la vida o la muerte de los santafesinos”, expresó Carlos Torres.
La situación de las rutas nacionales que atraviesan la provincia de Santa Fe es cada vez más crítica. Son constantes los reclamos de los ciudadanos, organizaciones no gubernamentales y funcionarios provinciales debido al estado de deterioro de estas arterias vitales para la circulación.
La falta de reparación de baches, la falta de mantenimiento en las banquinas y la falta de poda en los márgenes de la ruta se han convertido en problemas constantes que afectan la seguridad vial y la vida de los vecinos.
Una clara demostración de ello han sido los dos accidentes fatales que se produjeron la semana pasada en el sur santafesino, tanto en ruta nacional 8 como en la 33, dejando 4 personas muertas y varios heridos, algunos de ellos de consideración.
Consultado al respecto, el director de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), Carlos Torres, coincidió en que existe una “mora” en la reparación de las rutas nacionales, lo que ha generado una creciente preocupación entre los habitantes de la provincia. No solo se trata de una cuestión de nuevas obras, sino de trabajos básicos de mantenimiento que siguen sin ser atendidos.
En este sentido, destacó que ha habido numerosas audiencias públicas en la legislatura provincial, reclamos a la Agencia Nacional de Seguridad Vial, al presidente Javier Milei y al secretario de Transporte, Franco Mogetta, pero hasta el momento no se ha logrado una solución efectiva.
“Estamos hablando de la vida o la muerte de los santafesinos que transitan por estas rutas, que en algunos lugares están realmente destruidas”, expresó Torres, quien también subrayó la preocupación por la falta de avances en una posible concesión de las rutas nacionales mediante el sistema de peaje. El gobierno provincial, ante la imposibilidad de que el gobierno nacional se encargue de la reparación, ha solicitado que se transfieran estas rutas a la provincia para que sean reparadas con fondos provinciales, pero este pedido aún no ha sido atendido.
El reclamo, según Torres, está lejos de resolverse, y la provincia continuará presionando al gobierno nacional. “La semana que viene estaremos nuevamente en Buenos Aires reunidos con el Consejo Federal de Seguridad Vial y plantearemos nuevamente la situación”, añadió. La necesidad de una intervención urgente se hace cada vez más evidente.
Por otro lado, Torres hizo mención a la instalación de radares en las entradas de la ciudad de Venado Tuerto, específicamente en la Ruta 8. Según informó, la municipalidad de Venado Tuerto está avanzando en la instalación de estos radares con el apoyo de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, que está a cargo de verificar que todo el procedimiento cumpla con las normativas necesarias. En este proceso, también interviene el INTI, que debe homologar los equipos antes de su activación.
La instalación de estos radares es parte de una serie de medidas destinadas a mejorar la seguridad vial en la región, especialmente en puntos críticos de la ciudad. Torres explicó que, si bien el proceso no es inmediato y requiere de varios pasos técnicos y administrativos, se espera que en las próximas semanas se puedan tener novedades sobre su puesta en marcha.