Tras la preocupación por la mortandad de peces, un estudio demuestra que hay sustancias contaminantes.
En los primeros días de noviembre de 2024, una imagen captada en la desembocadura del arroyo Yuquerí Chico en las aguas del río Uruguay estremeció a muchos. La foto mostraba a una inmensa cantidad de peces muertos.
En los días siguientes al preocupante hallazgo, desde el área de Ambiente de la Municipalidad de Concordia emitieron un comunicado que, sin llegar a precisar con claridad cuál fue la causa de la mortandad, aludía a algunas variables, tales como un brusco cambio en la altura del río, modificaciones de temperatura y, por último, mencionaba a los efluentes industriales. El texto oficial no precisaba la magnitud del derrame de los desechos fabriles ni tampoco identificaba al o a los causantes.
En el comunicado difundido se leía: “Con respecto al vuelco de efluentes industriales, se está realizando un seguimiento e inspección de las industrias, solicitando información sobre flujos de salida de efluentes. En caso de detectar infracciones a las legislaciones nacionales, provinciales y municipales, se aplicarán las sanciones correspondientes”.
Un informe técnico permite observar en detalle el fenómeno de la contaminación del Yuquerí Chico, al que varias imágenes muestran teñido de amarillo, color característico de los desechos de las plantas que fabrican jugos cítricos.
El estudio de las aguas del arroyo –que habría ingresado por mesa de entrada del Concejo Deliberante y circularía entre algunos concejales– se realizó aproximadamente a 2,8 km del lugar donde aparecieron los peces muertos. El análisis detectó la presencia del efluente industrial, con un pH muy bajo y, por contraste, temperatura alta, indicios de un tratamiento inadecuado, que no estaría ajustándose a los parámetros estipulados por la ley provincial Nº 6.260.
Dicho de otro modo, el desecho tendría una alta carga contaminante, que estaría impactando en todo el ecosistema.
Otro incumplimiento de la normativa sería la falta de una adecuada impermeabilización del terreno por donde la industria vuelca el efluente, con la consiguiente afectación de las napas subterráneas.
El informe técnico da cuenta de que, efectivamente, en los días previos a la mortandad de peces hubo cambios bruscos en el caudal de agua y también altas temperaturas. Pero se encarga de resaltar como factor decisivo al oxígeno disuelto, que depende de la carga orgánica en el arroyo, producto de las actividades industriales y/o cloacales.
Otra condición que influyó en la alta mortandad está vinculada al tipo de peces, en tanto y en cuanto suelen moverse en grandes cardúmenes, por lo que el impacto de cualquier incidencia que limite el nivel de oxígeno resulta masivo.
Aunque el informe no identifica el origen de los efluentes, la hipótesis principal señala a la empresa Litoral Citrus. De ser así, se trataría de un problema recurrente en esta firma, que ha sido denunciada en anteriores ocasiones, publicó el sitio El Entre Ríos.
Según ha trascendido, a la fábrica de jugos ubicada en la intersección de Avenida Presidente Perón y Ruta 22 ya le han labrado varias actas de infracción desde el área de Ambiente municipal, aunque sin que hayan trascendido cuáles han sido las sanciones –si es que las hubo– y si ha corregido el tratamiento que está obligada a hacer de sus efluentes antes de que salgan del predio de la empresa.