El lunes 25 de noviembre entró en vigencia la Resolución 2702, que modifica los cupos de caza en la provincia de Entre Ríos.

Según explicaron, esta nueva disposición “aumenta el cupo de caza a tres ciervos Axis, tres jabalí y un antílope Negro, para controlar mejor a estas especies. Será para la etapa de caza deportiva, sigue siendo los fines de semana, en horarios diurnos, sólo se aumentan las cantidades”.

Antes se podían cazar dos ciervos Axis y transportar uno, ahora se van a poder cazar tres y transportar tres. Chanchos jabalíes se podían cazar cuatro y transportar dos, ahora se van a poder cazar tres y transportar tres. En igual condición que lo que estaba permitido para caza y transporte, se mantuvo para el antílope en un único ejemplar.

El director de Recursos Naturales y Fiscalización de Entre Ríos, Marcelo Sapetti, en tanto, aclaró que los cupos son por excursión de caza. “No es que alguien puede ir a cazar esa cantidad todos los días. Si la excursión de caza dura tres días, es en ese plazo. El período queda establecido en el permiso de caza que otorga la Provincia”, explicó.

Esta resolución no está relacionada con el proyecto de ley que promueve la diputada Gabriela Lena, que quiere declarar como “plagas” a las especies exóticas (como el jabalí, el chancho asilvestrado y el ciervo Axis) y permitir su caza, controlada y con permisos otorgados por el gobierno provincial.

ESTRATEGIA INADECUADA

Las dos iniciativas generaron debate y molestia entre grupos ambientalistas, que aseguran que se trata de “una falacia” y consideran que no es el camino para lograr el control de esas especies.

Gabriel Bonomi, integrante de Ceydas (Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres) habló con Mirador Entre Ríos para explicar por qué la resolución y el proyecto de ley “no son acertados”.

“Hay que tener en cuenta que este gobierno provincial es proclive a autorizar la matanza de animales en general. Lo hizo con las aves autóctonas, era probable que lo hiciera con especies exóticas que causan algún problema desde el punto de vista ambiental y de la producción. A nosotros nos dio la pauta de que no le daban importancia cuando pasó con las aves, que es peor que esto, así que era de imaginarse que ocurriría con estas otras especies”, aseguró.

Según explicó, son especies que vienen de otros continentes y por eso resulta difícil poder controlarlas. “Los liberaron en nuestra provincia para la caza, así que es absolutamente irracional e incoherente pensar que la misma actividad que introdujo el problema será la que lo resuelva. Es cierto que son exóticas y provocan problemas y hay que realizar control, pero creo que debemos discutir la manera de hacerlo. La provincia, y en especial la diputada Gabriela Lena que quiere declarar plaga a estas especies, están cayendo en una falacia, porque dicen que se lo puede controlar y eso es absolutamente falso. Se puede mantener a raya las poblaciones, pero no van a disminuir considerablemente y será imposible erradicar a estas especies porque el problema ya está instalado y no va a terminar. Desconocemos quién los está asesorando, pero no tiene asidero científico lo que proponen, así que sabemos que responde a intereses de sectores poderosos relacionados con quienes quieren cazar”, indicó.

PREOCUPACIÓN

La agrupación considera que la caza no es la estrategia adecuada para abordar el tema porque hicieron pruebas piloto en el Parque Nacional el Palmar y no funcionaron. “Estuvieron muy bien organizadas, con un guardaparques que acompañaba a los cazadores para que no maten otras especies, debían ser cazadores formados y francamente no fue eficiente, los resultados no fueron satisfactorios. La población no aumentó, pero tampoco disminuyó. Está comprobado que cuanto mayor es la presión de caza, más se reproducen, así que decir que si autorizan la caza la van a controlar, es mentir”, explicó Bonomi.

La preocupación de quienes bregan por buscar otras vías no es casual. Es que entienden que por eliminar “plagas”, el resto de las especies corre peligro. “La provincia no tiene capacidad de controlar siquiera la caza furtiva o en cotos menores y va a agregar esta caza mayor. Es descabellado porque hará que se maten no solo las especies exóticas, sino todo lo que se les cruce y esto generará un enorme impacto negativo en la biodiversidad de Entre Ríos”, mencionó.

Aunque están convencidos de que la caza no es la mejor opción, desde la ONG ambientalista admiten que tampoco hay un camino conocido para solucionar el problema. “No hay soluciones eficaces, pero estamos seguros de que la caza no lo es. Hay pruebas de colocación de dardos anticonceptivos, pero es costoso y difícil de aplicar, así que habría que estudiar casos en otros países. Igual podemos asegurar que no hay ejemplos de que se haya podido controlar mediante la caza la reproducción de estas especies invasoras”, expresó.

SIN RESPUESTAS

Mientras luchan para que no se amplíen los cotos de caza y no corran peligro otras especies, los integrantes de Ceydas esperan una respuesta por parte del gobierno provincial. “Presentamos una solicitud de información pública acerca de las habilitaciones para cazar en la provincia, sobre todo de aves. Están obligados por ley a responder, tenían 30 días para hacerlo y no lo hicieron. Creo que no les interesan las inquietudes de las instituciones ambientalistas y animalistas”, concluyó Bonomi.