La tormenta generó muchos problemas en el casco urbano. Pero además, hubo un incendio de gran magnitud que pudo ser sofocado tras largas horas de luchar contra las llamas y contra el clima reinante.
La labor de los Bomberos Voluntarios de Cañada de Gómez, cabecera del departamento Iriondo, no pudo ser más complicada en la madrugada tormentosa de viernes.
Es que cerca de la 1.30 con el advenimiento de copiosas lluvias y fuertes vientos, fueron convocados para apagar un incendio en un galpón de Callao y Venezuela, donde había maquinaria agrícola guardada. Tanto algunas de las máquinas como la estructura del lugar sufrieron daños por el fuego que pudo ser sofocado cuatro horas después.
No ayudó para nada el clima, ya que en el exterior había lluvia que dificultaba la acción de las tres dotaciones cañadenses y la de Armstrong que llegó de refuerzo, agregado al fortísimo viento.
Árboles de gran porte caídos durante la tormenta.Foto: Renacer Regional en Facebook.
Más problemas
Tanto era que a metros del lugar del incendio, según informó Diario Cañada, a una casa se le voló una parte del techo principal, y cayó a varios metros de la vivienda. Afortunadamente no hubo que lamentar lesionados.
Como si fuera poco, los bomberos locales, junto con cuadrillas municipales, tuvieron que recorrer el casco urbano que quedó regado de árboles y postes con cableado derrumbados por el ventarrón, lo que llevó varias horas de trabajo para limpiar y remover todo aquello que había quedado sobre calles y veredas.