Rosario Central juega esta tarde, desde las 17, el último partido de un año futbolístico que seguramente no quedará en el lugar más brillante de su historia y de su vitrina. Apenas se recordará como la temporada en la que el equipo rosarino volvió a jugar Copa Libertadores, gracias al título de Copa de la Liga obtenido a fines de 2023, aunque la ilusión continental se diluyó muy rápido, incluso con un fugaz paso por la Sudamericana luego de la eliminación en fase de grupos.

De todos modos, los hinchas tienen una buena excusa para ir al “Gigante” este sábado por la tarde: despedir, esta vez sí y para siempre, a Marco Ruben, el máximo goleador de la historia de la institución. Por otro lado, la seguridad sigue siendo un tema crucial en el estadio y sus alrededores, porque todavía resuenan los ecos del crimen de Andrés “Pillín” Bracamonte, el líder de la barra brava “canalla” asesinado el pasado 9 de noviembre a la salida del partido con San Lorenzo.

 Un cierre lejos de lo esperado

 Central atravesó el 2024 con tres técnicos diferentes. Eso es un claro indicio de que la cosa no funcionó bien. Comenzó con Miguel Ángel Russo, que completó el formulario de ídolo eterno al sacar campeón al equipo en la Copa de la Liga 2023. “Miguelo” decidió renunciar cuando Central estaba jugando Copa Sudamericana y a pocos días del clásico con Newell’s. Se hizo cargo Matías Lequi, que comenzó muy bien y terminó mal. Hasta que la dirigencia decidió ir por Ariel Holan, que estaba con ganas de volver al fútbol argentino luego de un largo periplo por Sudamérica.

 Holan comenzó su ciclo con buenas sensaciones y buenos resultados: un empate en La Plata con el siempre bravo Estudiantes y victoria en Santiago, ante el ahora campeón de la Copa Argentina, Central Córdoba. Pero patinó feo en su primer partido de local ante Racing y ni que hablar en la fecha pasada en cancha de River, cuando recibió cuatro goles y un dominio abrumador del conjunto dirigido por Marcelo Gallardo. Encima, después de la goleada llegaron las duras declaraciones de Marco Ruben, que lo dejaron mal parado al decir que le “faltaron el respeto”. Por fortuna para Central, en la semana se acercaron las partes y el ídolo podrá despedirse en paz.

A favor de Holan, hay que decir que Central termina el año con casi todos sus referentes fuera del equipo por lesiones. De hecho, en este tramo final de temporada casi no pudo contar con sus defensores centrales titulares y pilares del conjunto “auriazul”, Carlos Quintana y Marcelo Mallo. También lo vieron de afuera Ignacio Malcorra y Jaminton Campaz, dos hombres claves para el ataque “canalla”. Eso obligó al técnico a improvisar y a acelerar el proceso de varios juveniles.

 Para el choque de este sábado ante Belgrano, Central iría con: Jorge Broun; Damián Martínez, Juan Giménez, Mauricio Martínez y Agustín Sández; Jonathan Gómez, Franco Ibarra y Santiago Segovia; Gaspar Duarte, Marco Ruben y Maximiliano Lovera.

 El último de Ruben, esta vez sin retorno

 La despedida de Marco Ruben, el máximo goleador y último ídolo “canalla”, se desdibujó un poco por sus increíbles idas y vueltas. Ya había amagado con colgar los botines en la pandemia, cuando dejó de entrenar y se recluyó en la isla, afectado también por una desgracia familiar. Pero volvió. En mayo de 2022 volvió a decir adiós, con toda la gloria luego de llegar a los 105 goles y convertirse en el máximo artillero de la historia del club. Pero volvió otra vez, entusiasmado con la disputa de la Copa Libertadores y con el posible regreso de Ángel Di María, que luego se frustró por motivos de público conocimiento. Y como era de esperarse, a Marco le costó competir en este año, en el que tampoco contó con la ayuda del equipo.

 En este 2024 regresó con 38 años y el estreno fue de película. Reemplazó en el segundo tiempo a Agustín Módica y a los pocos minutos convirtió en el arco de Génova para darle un empate agónico a Central ante Lanús. No obstante, la continuidad de la temporada no fue la mejor para Marco: estuvo en 19 partidos y el de esa noche de la vuelta fue su único grito, en un semestre donde las lesiones le jugaron en contra y el equipo nunca funcionó.

 El “nueve de oro” sueña con otra despedida a la altura de su linaje. Tiene 106 goles en 281 partidos en Central. Una estadística que lo pone por encima de todos los futbolistas que pasaron por el club durante el profesionalismo. ¿Tendrá la historia guardada para él un último grito que haga estallar al “Gigante”? Se sabrá hoy a partir de las cinco de la tarde.

 La antesala de esta última despedida fue con mucho ruido tras la goleada que sufrió Central contra River en el estadio Monumental. En un vestuario caliente, Ruben hizo explosivas declaraciones y afirmó haber vivido uno de sus días “más tristes” en el club y hasta llegó a considerar que le estaban “faltando el respeto”, en clara alusión al técnico. Pero después llegó el pedido de disculpas a sus compañeros y al cuerpo técnico, para llegar a este sábado solo pensando en una buen episodio final para su brillante carrera.

 Los ecos del crimen de “Pillín”

 El de este sábado será el segundo partido de Central después del crimen de Andrés “Pillín” Bracamonte y su ladero Daniel “Rana” Attardo, ocurrido el pasado 9 de noviembre a la salida del “Gigante” de Arroyito, tras la caída del “Canalla” ante San Lorenzo. En el cruce ante Racing se montó un fuerte operativo de seguridad y no hubo problemas en el estadio y sus alrededores. Fue clausurada la popular norte, donde habitualmente se ubica la barra, y sucederá lo mismo este sábado en el duelo ante Belgrano.

 En la semana se produjo la detención Martín “Pitito” Martínez, quien era el segundo de “Pillín” Bracamonte en el paraavalanchas “canalla”. Se lo señala como encubridor del doble crimen, ya que habría robado los celulares de las víctimas en la escena del homicidio.