Artista plástico y visual. Cervio Martini (Huinca Renancó, Córdoba, 1985) es uno de los artistas seleccionados para ser parte del 77° Salón Nacional de Rosario. En 2019 realizó la residencia NES Artists Residency (Skagaströnd, Islandia) y recibió las becas Yungas (Buenos Aires) y Oxenford; en el año 2020 recibió la Beca Extraordinaria Oxenford. Mirador Provincial dialogó con el artista sobre sus inicios en la plástica, sus pasiones y su futuro.
Sus inicios en el dibujo son bastante casuales comenta Cervio Martini (Huinca Renancó, Córdoba, 1985) pues jamás se interesó. “Estaba haciendo una residencia en un pueblo de 400 habitantes, nada para hacer, unas 4 o horas de luz natural al día... Estaba editando animación en video pero después de unas horas los ojos me quedaban fritos, pero a la vez era mi primera vez con taller, quise aprovechar al máximo las horas ahí (pues no había nada para hacer) y entonces robé un lápiz(con el que aun sigo dibujando) y unas hojas a4. Lo primero que hice fue copiar guantes de látex que encontraba en internet”.
-Sos de Huinca Renancó (Córdoba) ¿Cómo viviste tu infancia en el pueblo, y de qué forma influyó en tu búsqueda artística actual?
-Haber nacido ahí es pura magia. La cabeza me explotaba cada vez que había niebla donde solo me llegaba al ver las manos, al cruzar en camisa la plaza yendo a la escuela en las mañanas frescas, los discos electrónicos de mi hermano mayor, los gitanos durmiendo en alfombras y roncando, las primeras semi borracheras, el olor a cloro del verano, la tristeza del campo al atardecer con una radio de fondo, podría seguir y seguir... Cada uno de los pasos que di allá sigue siendo lo más importante que me pasó.
-¿En qué consta la obra por la que fuiste seleccionado para el 77° Salón Nacional de Rosario?
- llama "El fantasma del SIDA" refiere a algo que asusta, algo que no se suele ver pero que cuando aparece, lo hace asustando. Los materiales no son nobles, pero eso hace a la idea de una farsa o cotillón, algo que no es duradero. Es cartón, madera y tiza. La obra que fue seleccionada es una "charade" o una farsa, una suerte de decoración que representa un pene diciendo "BOO" como si fuera un fantasma.
-¿Cómo llegaste a Buenos Aires y quiénes te ayudaron para comenzar con tu carrera artística?
-Llegué a esta ciudad hace muchos años (¡13!) ayudarme no me ayudó nadie (creo), pero si me acuerdo que cuando un taller allá por 2014, Andrés Sobrino me dijo quetenía que aprender a llamarme a mí mismo "artista", palabra que yo aún evitaba.
-Trabajaste en el Programas de Artistas del Intituto Di Tella de Buenos Aires ¿Cómo fue ese proceso?
-Por lo general lo que valoro de esos procesos es conocer gente y charlar, no creo que exista tal cosa como una enseñanza en materias del arte. Lo que recuerdo con mayor énfasis es un taller que hice con Eduardo Navarro allá por 2015, donde teníamos que, con el correr de las clases, crear nuestro propio avatar, una suerte de disfraz de lo que queremos ser.
-En tu carrera, has expuesto en muestras colectivas e individuales ¿Cuáles fueron las que más te gustaron? ¿Y las que menos te interesaron?
-Yo le digo que si a todo y lo que en un principio no me interesa puede interesarme después y viceversa. En cuanto a muestras mías puedo decir que "Tu transpiración es saladita. Y yo soy la razón" es por ahora la que más se acerca a mi querer.
Muestras individuales
En la mítica galería Sendros de la ciudad autónoma de Buenos Aires, el artista Cervio Martini presentó 5 esculturas hechas con telgopor, enduido plástico, látex y parafina. Son mujeres sin cabeza, envueltas en un blanco que sugiere sensualidad, derroche y picardía. Ellas son La Pipistrela, La Infantiloide, La Patulia, La Patitiesa y La Liliputiense. Con esta muestra Martini explora el lenguaje escultórico sin dejar de lado el dibujo, una práctica que lo acompaña desde los inicios de su carrera. Estas obras responden a la necesidad de explorar un lenguaje desconocido y hacerlo sin conocimientos previos, siempre trabajando bajo el criterio de prueba y error.
Tu transpiración es saladita y yo soy la razón
El título de la muestra funciona como statement arbitrario. Se relaciona con las frases e imágenes que le aparecen a Cervio Martini en su cabeza y que luego las vomita en forma de obra. Sin la necesidad de ponerse a investigar un tema o una narrativa, el artista prefiere guiarse por impulsos. A veces lo llevan a explorar un material desconocido, otras veces lo llevan a inventar una conversación entre sus personajes.
Observar su trabajo implica adentrarse en un mundo sin respuestas o mensajes claros. No hay moraleja, pero sí mucha provocación.
Chhaupadi Disfrutadora
Con 21 dibujos y 3 esculturas, Cervio Martini presentó en la galería Piedras, el horrible (y aún practicado) ritual Chhaupadi. Dice el texto de sala: De Wikipedia: Chhaupadi es una forma de tabú menstrual que prohíbe a las mujeres y niñas hindúes participar en actividades familiares normales mientras menstrúan, ya que se consideran "impuras". Se dice que el chhaupadi se practica principalmente en la parte occidental de Nepal, pero lo mismo ocurre con los habitantes de las ciudades.
Durante el chhaupadi, a las mujeres se les prohíbe la entrada a la casa y se les obliga a vivir en un establo de ganado, o en una vivienda improvisada conocida como cabaña de la menstruación, durante la duración de su período. El parto en Nepal también da lugar a una forma similar de parto. Durante la menstruación, las mujeres y las niñas tienen restringido su participación en los acontecimientos de la vida cotidiana y la interacción con sus comunidades.
Entonces, como una especie de venganza artística, el artista intenta tergiversar la realidad de estas chicas durante el ritual.
-En varias de tus obras/dibujos trabajás aspectos relacionados con el sexo, lo prohibido, lo corporal ¿Qué encontrás en esos temas?
-El sexo es algo que me interesa casi nada, pero si las situaciones del cuerpo son lo que mas me impulsa. Siento que lo primero que hice fue trabajar con MI cuerpo porque es lo que tengo más a mano. Con el correr del tiempo entendí que no se puede desconectar la biología del pensamiento, cosa que el humano quiere hacer a toda costa. Mi obra está ahí en ese ecotono donde nada está prohibido.
-¿Qué artistas contemporáneos te gustan y seguís (vida y obra)?
-Diego Bianchi, Santiago de Paoli, Nicanor Aráoz, Martin Farnholc Halley, Jimena Croceri, Eduardo Navarro, Paula Castro, Björk, Toto Dirty, Roque Larraquy, Aki Kaurismäki, Mica Levi...
-¿Qué planes tenés para este 2025?
-No mucho, seguir aplicando a cosas y alguna que otra muestra colectiva. No es un año fortachón por ahora. Cruzando los dedos.
Bio
Cervio Martini (Huinca Renancó, Córdoba, 1985) egresó de la Tecnicatura en Producción de Medios Audiovisuales de la Universidad Nacional de Córdoba en 2011. A partir de 2009 comenzó a desarrollar su trabajo artístico, publicando en revistas independientes de arte y participando en exposiciones individuales y colectivas. Entre 2017 y 2018 participó del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella. A lo largo de su carrera realizó talleres y clínicas de obra con artistas como Eduardo Navarro, Miguel Mitlag, Diego Bianchi, Flavia da Rin y Nicanor Aráoz, entre otros. En los últimos años expuso de manera individual y colectiva en espacios como, Galería Sendrós, Galería Piedras, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, La Fábrica, BA Photo, Roseti 202, UV Estudios y Proa 21. En 2019 realizó la residencia NES Artists Residency (Skagaströnd, Islandia) y recibió las becas Yungas (Buenos Aires) y Oxenford; en el año 2020 recibió la Beca Extraordinaria Oxenford.