Organizaciones ambientalistas, sociales y políticas se oponen al calado a 44 pies, debido a que afectaría a los humedales y a los ecosistemas de la cuenca. El domingo 2 de febrero definirán estrategias de lucha en una asamblea que se realizará en la Sala Mayo, de Paraná.
Un grupo de ambientalistas de Paraná y de diferentes localidades entrerrianas manifestó su preocupación frente al llamado a licitación para el dragado a 44 pies del río Paraná, una iniciativa impulsada por empresas internacionales para mejorar las condiciones de navegación de los grandes barcos de ultramar que transportan las exportaciones argentinas, especialmente del sector agroindustrial.
Bajo esa consigna, a la que además se sumaron organizaciones populares, sociales y políticas, se lanzó la campaña “Remar Contracorriente por el agua y la vida” con el propósito de defender la soberanía territorial y el rol del Estado y de las provincias en la gestión de los recursos naturales.
La propuesta, que tiene alcance continental, tendrá su réplica el domingo 2 de febrero, a las 18, en la Sala Mayo de Paraná, donde se abrirá el diálogo para la búsqueda de soluciones conjuntas para la protección del río Paraná, su cultura, sus comunidades, humedales y ecosistemas asociadas.
PROBLEMÁTICA
La iniciativa se inspira en la gesta protagonizada por dos pescadores artesanales del río Paraná, que en 1996 remaron en la canoa “Enamorada del río” durante 22 días, uniendo el tramo comprendido entre Ituzaingó en Corrientes y la ciudad de Paraná, en Entre Ríos. De esa manera se intentó despertar la conciencia de los pueblos en defensa de su río e impedir la construcción de una mega represa hidroeléctrica en el Paraná Medio con capitales privados extranjeros, el aval del gobierno argentino y el apoyo del gobierno de Estados Unidos.
Uno de los mentores de aquella gesta fue el pescador y activista Luis “Cosita” Romero, quien liderará una nueva remada durante el mes de marzo, recorriendo el Paraná desde Formosa hasta Santa Fe, con paradas en distintas localidades de la cuenca para visibilizar los problemas que enfrenta el río y promover la acción ciudadana.
En relación a esta convocatoria se pronunció Cosita Romero, presidente de la Asociación y referente de Cuidadores de la Casa Común, planteó que este proyecto “es una amenaza a las cuencas de América Latina y el Caribe, ya sea a través de represas, contaminación por minas. En nuestro caso debatiremos sobre la profundización del dragado del río Paraná y Paraguay, con los inconvenientes que traerá a la región, fundamentalmente en este sistema de humedales, el más grande del planeta”.
En diálogo con Mirador Provincial advirtió que “si se dragaran los 44 pies corre el riesgo de desaparecer como lo conocemos; es un ecosistema altamente productivo en la flora y en la fauna. Además de la repoblación de peces en nuestro río, ya cada laguna es un productor de peces y cada creciente vuelve a reponer mucha cantidad de peces”.
En este sentido, Romero habló sobre la gravedad de avanzar en el calado a 44 pies: “Afectará en los humedales la calidad del agua, y si perdemos este ecosistema vamos a estar perdiendo calidad de vida”.