Este viernes por la noche, Unión perdió de local ante Argentinos Juniors por 1-0 en un partido correspondiente a la Fecha 4 del Torneo Apertura 2025. Su figura fue Tagliamonte, que hasta atajó un penal.
Entre algunos aplausos y también algunos silbidos, Unión se fue de la cancha habiendo tenido situaciones para marcar que no condicen con el nivel mediocre de juego que tuvo durante todo el desarrollo de un partido que fue ganado con justicia por un Argentinos Juniors superior en el juego, que hizo figura a Tagliamonte y que cometió el error de mantener una diferencia mínima que casi le juega una mala pasada en la última jugada del partido, cuando Gamba casi convierte el empate.
Cuarto partido y cuarta vez que Unión se va al descanso perdiendo. No es casualidad. Ya Unión no es el equipo seguro y sólido para defender, algo que va más allá del esquema y no tiene nada que ver con el cambio que hizo el Kily para pasar a marcar con cuatro en vez de cinco, porque en los otros tres partidos el equipo jugó con la habitual línea de cinco y, sin embargo, tampoco pudo hallar esa solidez que fue distinción en la temporada pasada.
El gol tempranero de Oroz (iban apenas cinco minutos) llegó luego de que Colazo tuvo la primera de las dos situaciones muy claras que se le presentaron en esa parte inicial. En esa, cuando apenas se jugaba un minuto de juego, remató desviado desde el punto del penal. En la otra, recibió una exquisita habilitación de Estigarribia (el mejor de Unión en el primer tiempo) y el mano a mano fue salvado por el Ruso Rodríguez que desvió la pelota al córner.
Argentinos manejó bien la pelota en el medio, con Fattori parado de “5” y mucha movilidad de parte del resto. Apretó cuando debía apretar y, ya con la pelota en su poder, se dedicó a jugar. Y fue así que dominando el trámite, llegó el enganche de Molina adentro del área y la falta de Corvalán cometiéndole un claro penal que Tagliamonte salvó atajándole el remate a Lezcano. Era, de ser convertido el remate desde los doce pasos, establecer una diferencia de dos goles de la que nadie podía discutir porque ese pasaje inicial del partido resultó favorable a este Argentinos de juego interesante y superior a un Unión en el que no aparecían ni Palacios ni Fragapane para darle ese fútbol que el Kily buscaba con más gente apta para manejar la pelota en el mediocampo.
Iban 20 minutos cuando Tagliamonte atajó el penal, Argentinos ganaba bien pero a Unión se le presentó, desde lo anímico, el empujón necesario para reaccionar. Sin jugar bien en ningún pasaje del primer tiempo tuvo tres situaciones claras para llegar al empate. La primera de Colazo fue cuando todavía el partido estaba 0 a 0, pero luego llegó la otra de Colazo que tapó el Ruso Rodríguez y posteriormente el centro de Estigarribia, bien dirigido hacia Colazo, que interceptó Alvarez tirándose peligrosamente hacia su propio arco, haciendo rebotar la pelota en el poste izquierdo. Tres situaciones claras dentro de un marco –el del juego– que no permitía vislumbrar esa cantidad de ocasiones de peligro.
Esa falta de juego en el medio fue observada por el Kily y por eso mandó a la cancha a Mauricio Martínez en reemplazo de un jugador que siempre fue titular indiscutido con el técnico, como Mauro Pittón. No modificó la estructura táctica, pero aportó una cuota más de fútbol con el santotomesino que llegó de Rosario Central.
El travesaño salvó a Argentinos en una jugada que se gestó por derecha y que finalizó con un centro pasado de Gerometta que Palacios cabeceó de emboquillada por encima del Ruso Rodríguez. Fue la cuarta clara que tuvo Unión para convertir, algo que no tenía demasiada explicación en el análisis futbolístico, porque el rendimiento del equipo no superaba el nivel de discreto tirando a mediocre.
Llegando al cuarto de hora, el Kily movió el banco y metió a Verde, Gamba y Del Blanco por Fragapane, Palacios y Bruno Pittón. Tres delanteros más un volante ofensivo como Verde para tratar de sumar gente en los últimos metros de la cancha, aunque el problema estaba en la mejor administración de juego que tenía Argentinos Juniors, que tenía recursos técnicos para defender el balón que fueron superiores a los de Unión, con algunos que brillaron como fue el caso de Fattori y Alan Rodríguez.
El último retoque del Kily fue el de Domina por un impreciso Colazo en las dos situaciones claras que tuvo para convertir. Con poquito, porque el juego de Unión no terminaba de encenderse, Unión empezó a inclinar el trámite hacia el área rival. Al menos, posicionalmente la cosa se planteó de esa manera, aún con el riesgo latente de que se le genere una situación de peligro que, justamente, Argentinos tuvo en un par de ocasiones que lo convirtieron a Tagliamonte en la figura de Unión, sumando esas atajadas del segundo tiempo al penal detenido a Lezcano en el primero.
Al margen de Tagliamonte, fue muy interesante lo de Gerometta en el segundo tiempo, porque además de ponerle la pelota en la cabeza a Palacios (la del travesaño) y otra a Estigarribia que definió mal, provocó varios desbordes que fueron peligrosos. Ofensivamente, las escaladas de Gerometta fueron lo más destacado de un Unión que seguía dando ventajas a las espaldas de los volantes centrales.
Más allá de las seis jugadas de gol que pudo contabilizar Unión a su favor, en el trámite nunca fue más que Argentinos, que manejó mejor la pelota y marcó diferencias. De todos modos, la figura de Unión fue Tagliamonte, lo cual también revela que Argentinos tuvo lo suyo, además de hacerse merecedor de la victoria. Y sobre el final, en la sexta jugada de gol que tuvo Unión a su favor, el Ruso Rodríguez le tapó una pelota a Gamba adentro del área chica. Hubiese sido una explosión de alegría –si la pelota entraba en ese quinto minuto de los adicionados por Gariano– pero una injusticia: Unión fue superado futbolísticamente y en intensidad por Argentinos, que lo ganó bien.