La histórica bajante del río Paraná dejó enormes bancos de arena en la laguna Setúbal, cuyo caudal de agua es ínfimo.
Esto es una tentación para muchos “aventureros”, que se lanzan a caminar por un sector que, a pesar de no tener agua, sigue siendo muy peligroso.
En este período de bajante, desde la Municipalidad advirtieron en numerosas ocasiones que está prohibido circular por la laguna.
No obstante, muchos no se enteraron o hacen “oídos sordos” a esta disposición.
Eso ocurrió este sábado por la tarde, cuando desde la costa un inspector con un altavoz informaba a dos personas que caminaban por un banco de arena: “por favor retirarse de la laguna, no está permitido estar”, les decía.
PELIGRO
Al respecto, la Secretaría de Asuntos Hídricos y Gestión de Riesgos municipal recordó los peligros de esta práctica, ya que el fondo de la laguna está formado principalmente por materiales limosos y arcillas. El suelo no es homogéneo, sino que presenta zonas con sedimentos antiguos y resistentes y otras con fangos muy blandos de depositación reciente.
Además, el fondo está interrumpido por las fosas de dragado que se hicieron en su momento para los alteos de barrio El Pozo, Parque Tecnológico, Ciudad Universitaria y Costanera Oeste. Estos pozos constituyen un grave peligro para las personas, ya que los cambios en la profundidad son muy abruptos, e inesperadamente el lecho pasa de tener una profundidad baja a muy profunda.
“También es importante tener en cuenta que el lecho de la laguna es un área natural no preparada para su tránsito y que la intromisión de las personas en estos momentos conlleva riesgos de contaminación del mismo con diversas sustancias como combustible, aceites, residuos de neumáticos o de frenos, así como deshechos aportados por los visitantes o vehículos que la transiten, lo cual aporta al deterioro sistemático del sistema natural”, aportaron desde la Dirección de Gestión de Riesgo.
Ante cualquier consulta se pueden comunicar al teléfono de Atención Ciudadana: 0800-555-7000.