Juan Carlos Scalzo


En los considerando de la norma, que está bajo análisis del cuerpo legislativo, su autor, el concejal justicialista (oficialismo) Juan Senn, señala que “el servicio público de sanidad animal es parte del servicio de salud que los municipios deben brindar a sus vecinos; que la salud de los animales y la salud humana son, según la Organización Mundial de la Salud, parte de una sola salud, cuya tercera pata está formada por el cuidado del ambiente”; y recalca que no puede haber discriminación en su acceso a partir del rango constitucional que tiene la Universalidad de los Derechos Humanos declarados en distintos pactos y tratados.

En ese marco el proyecto solicita, en sus primeros artículos, la creación de un “sistema de atención primaria para perros y gatos de la ciudad de Rafaela”, al que el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) deberá asignar, “mínimamente, un médico veterinario municipal y los asistentes que considere necesario para brindar un servicio adecuado a la comunidad”.

A su vez, en los ítems que le siguen expresa que “el DEM deberá disponer de un espacio físico acorde para llevar a cabo las tareas” que también estará a cargo de la Municipalidad de Rafaela.

En el siguiente se deja sentado que el “sistema contará con una guardia las 24 horas, ante eventuales accidentes en la vía pública que requieran de inmediata atención, la misma podrá ser coordinada con otra área de la Municipalidad de Rafaela”.

Por su artículo 5°, se autoriza al DEM a celebrar convenios para garantizar el funcionamiento del sistema “con profesionales veterinarios para atenciones específicas no cubiertas por el sistema de atención primaria, y con ONG relacionadas”.

Luego de su ingreso al Concejo, los ediles iniciaron una ronda de consultas con integrantes de distintas ONG proteccionistas y los responsables de las áreas municipales de Desarrollo Humano y de Salud y dejaron en último lugar al Círculo de Veterinarios, decisión que no cayó nada bien en esta entidad, y antes del encuentro dieron a conocer un duro comunicado.

Críticas
En el texto manifiestan estar “en total acuerdo en el concepto de una salud, el cual engloba la salud humana, animal y ambiental. Nosotros, los médicos veterinarios, no solo hemos estudiado para curar animales; sino además para preservar la salud humana a través de la vigilancia activa que realizamos desde distintos puntos que nuestra profesión nos permite ejercer”. Y en ese mismo sentido apuntan: “somos educadores y comunicadores. Algo que el Estado municipal vino haciendo poco y mal desde hace tiempo”.

Seguidamente recalcan que: “la educación en tenencia responsable (dentro de una propiedad y bajo vigilancia de sus dueños) es el eje central de toda la problemática que tenemos hoy en día con los perros y gatos”. Por ello, “sin educación no hay cambio de paradigmas, y la gente va a seguir permitiendo que su gato o perro siga deambulando por la vida sin control alguno, total si pasa algo, el Estado está a disposición”.

En otro párrafo, aclaran y subrayan: “no estamos en contra de una atención primaria y del servicio de castración hacia las mascotas, estamos totalmente en contra del asistencialismo sin educación que genera una perpetuidad de los problemas”.

Finalmente, critican fuertemente la forma en que el Municipio lleva adelante las esterilizaciones de perros y gatos para evitar el crecimiento desmesurado de su población. Para “estas castraciones vienen profesionales de otras localidades que no se sabe quiénes son y practican las cirugías de un modo muy poco profesional y en las cuales no se cumplen ninguno de los protocolos académicos en cuanto a preparación del paciente, asepsia, cirugía y control post quirúrgico”, denuncian los veterinarios.

En medio de la controversia, el último martes se vieron las caras los concejales y representantes del Colegio de Veterinarios, encabezados por su presidenta, Miriam Dalinger, quien tras la reunión destacó que la reunión fue “productiva porque hay muchas cosas que los concejales no sabían y están pasando”. A su vez, para avanzar y buscar puntos de acuerdo los profesionales se comprometieron a hacerles llegar lo que consideran es un buen modelo de gestión y emplean los municipios de Esperanza y Santa Fe a partir de convenios con la Facultad de Veterinaria de Esperanza.