Belén Fedullo | [email protected]


La tranquilidad de la madrugada del sábado se vio interrumpida por un intenso operativo en los barrios “Sapito” y “José Hernández” de Concordia. Allí, más de 300 efectivos, de la Policía de Entre Ríos y Prefectura Naval, con patrulleros y helicópteros irrumpieron para allanar al menos 30 domicilios en búsqueda de los integrantes de una banda que se dedica al narcomenudeo, además de tener relación con otros delitos.


Como resultado del operativo, desbarataron a una banda criminal, detuvieron a 21 personas y secuestraron estupefacientes (cocaína, marihuana fraccionada y lista para vender y semillas y plantas de cannabis), una moto, más de 20 celulares, balanzas de precisión, material informático de interés para la causa y dinero en efectivo. El valor de todo lo decomisado supera el millón de pesos.


La investigación comenzó aproximadamente un año atrás, en noviembre de 2020. Por entonces, se habían sucedido varios ataques con armas de fuego de grueso calibre, en los cuales se repetían algunas características: los victimarios concurrían a los domicilios de las víctimas y efectuaban una gran cantidad de disparos, tanto contra personas como contra sus propiedades.


Luego de averiguar lo que sucedía, investigadores detectaron que en los barrios Sapito y José Hernández, casi “tomados” por los vendedores de cocaína, había una pelea territorial entre grupos narcos. Esta guerra traía como consecuencia toda clase de hechos ilícitos, entre homicidios, lesiones y robos.

La investigación

Autorizado por la Justicia, personal de fiscalía realizó intervenciones telefónicas que permitieron desenmascarar a la banda narco criminal, la cual tenía un brazo armado compuesto por menores y mayores de edad. Los menores también eran utilizados para elaborar los “cebollines” de cocaína y para el traslado de la droga hacia distintos sectores.


En su modo de actuar, los narcotraficantes dejaban en evidencia el poder que ejercían en la zona. Como acto concreto, compraban las casas de los vecinos que se van porque ya no soportan la situación extrema en la que viven y la alta peligrosidad del barrio. Otros vecinos terminan accediendo a guardar armas y droga en sus casas a cambio de estupefacientes o como alto precio que pagan para poder seguir viviendo allí. Según trascendió, la venta de estupefaciente era la actividad central, a la par que contaba con un grupo armado, compuesto por jóvenes, quienes en varias ocasiones cumplieron funciones de sicarios.


El sitio El Entre Ríos consigna que entre las investigadas, allanadas e imputadas, figura Johana Gómez, expareja del narco conocido como “Pete” Lescano, quien fuera noticia por haber volcado una camioneta con 600 kilos de droga en Misiones. La casa de esta mujer fue allanada el 18 de septiembre, por Toxicología. Una hermana de Gómez, que lleva otro apellido, fue internada semanas atrás de urgencia, bajo los efectos del consumo de estupefacientes, y –según lo denunciado por sus familiares- habría sido víctima de una violación en manada.

En detalle

Luego de lo sucedido durante el fin de semana, se encendieron las luces de alarma en Concordia, aunque, hasta ahora, los integrantes del gobierno no hablan sobre el tema. El fiscal de la causa, Francisco Azcue, brindó algunas precisiones a Mirador Entre Ríos sobre lo ocurrido en la ciudad que figura como “la más pobre del país”, según los registros de Indec.


“Hablamos de una banda que tiene tintes mafiosos en su accionar, porque vemos que hay personas que iban en motocicletas a casas y descargaban sus armas contra la edificación. También hubo homicidios, y ese tipo de delitos, que eran cometidos siempre por las mismas personas que eran un brazo armado de la organización narcocriminal sucedían seguido”, contó.


“Obtuvimos permiso para intervenir los teléfonos, en primera instancia de los más jóvenes, y con lo que encontramos allí, más algunos testimonios pudimos obtener prueba contundente de que existió una banda, una asociación ilícita, que tenía como actividad principal la venta de drogas y que cometían otros delitos que eran ejecutados para asegurar su impunidad, sembrar miedo y ganar territorio en esa zona de Concordia”, explicó.


Sobre la compra de casas del barrio por parte de los implicados, indicó: “Sucedía, según los testimonios. Pasaba porque los vecinos querían irse, ya que se convirtió en un lugar peligroso. Salían a hacer alguna actividad y les pasaba cerca una bala, así que no quedaba otra. También les robaban o pasaban cosas que nadie quisiera vivir, eran rehenes de estas personas y de la guerra que se armaba entre quienes vendían, por eso se imponía el miedo para que nadie denunciara ni hablara y se fuera”.


Acerca de la relación que podrían tener otros hechos de violencia con esa banda criminal, especialmente con la presunta violación en manada a una joven que llegó al hospital con rastros de haber consumido drogas, explicó: “Lo que puedo decir es que una de las personas allanadas y detenidas es una mujer que reclamaba como hermana de una presunta víctima de violación grupal, que está en investigación. Claro que esto no le quita legitimidad a su reclamo, porque toda persona puede pedir justicia. Lo que sí, hay personas que se dedican al comercio de estupefacientes y esta situación que ellos siembran termina siendo el marco en el que se convierten en víctimas, lamentablemente, en un ámbito en el que suceden esas cosas”.


Este martes se llevará a cabo una audiencia en la que, probablemente, impondrán medidas contra los mayores de edad que fueron detenidos.