Belén Fedullo | [email protected]


Dos escuelas de Concordia, ubicadas en barrios que sufren hechos de inseguridad a menudo, debieron suspender el inicio del ciclo lectivo. Fueron víctimas de robos y destrozos y esperan soluciones. En primera instancia, la comunidad educativa de la escuela N° 37 “Che Guevara”, que sufre hechos de inseguridad hace años, se concentró frente al edificio de la Departamental de Escuelas de Concordia para reclamar por la falta de agua.


Vanesa, integrante del personal de la institución, explicó que no pudieron iniciar en tiempo y forma el ciclo lectivo “debido a que la escuela no está en condiciones de comenzar por el robo de las dos bombas que suministran el agua diariamente al edificio”. Definió a tal situación como el “detonante”, dentro de un contexto en el que hay “diversas situaciones” por las cuales no se pudo comenzar las clases con normalidad.


Por caso, se refirió a “la falta de cargos administrativos y de ordenanzas en la escuela”, la cual “ha crecido muchísimo”, por lo que “los trabajadores de las áreas administrativas, de limpieza y mantenimiento realmente no dan abasto con la escuela”, dijo la docente. “En el caso de las ordenanzas, ahora que no hay agua, es un trabajo que se engrandece mucho más”, resaltó.


Tras la reunión con la comunidad educativa del colegio secundario “Che Guevara”, Fabián Vallejos, titular de educación de Concordia, explicó: “Nosotros teníamos un pedido de la bomba para la escuela. Eran dos bombas las que habían sido robadas”.


“A las nuevas ya las teníamos nosotros desde la semana pasada, pero con buen tino la directora nos pidió que no las colocáramos todavía porque las podrían volver a robar durante el fin de semana largo”, dijo. “Cuando fuimos a colocar las bombas, nos encontramos con que se habían robado todo el tablero y 40 metros de cable, el cual se trata de un cable especial. Ahora estamos en solucionar el problema del armado del tablero”, adelantó.


No es esta la primera vez que la Escuela Che Guevara es víctima de la inseguridad. Sólo por mencionar uno de los antecedentes, en agosto de 2018, una sucesión de robos llevó a los docentes y a representantes de AGMER a evaluar la suspensión de actividades. En aquella ocasión, los asaltos habían tenido como víctimas a las docentes.

Sin clases ni almuerzo

La comunidad educativa de la Escuela Primaria N° 4, José Manuel de Lavardén, suspendió las clases miércoles y jueves porque sufrieron un robo que imposibilitó el inicio del ciclo lectivo 2022, programado para el miércoles 2 de marzo en todas las escuelas del país.


La directora de la escuela, Claudia Albornoz, contó que el hecho se llevó a cabo entre la noche del martes o madrugada del miércoles y los ladrones se llevaron innumerables elementos de vital importancia para la institución, entre ellos la bomba de agua, por lo que los alumnos no podrán concurrir a clases hasta no ser reemplazada. "Se robaron cosas materiales, pero para nosotros son más que eso: no hubo comedor porque no había agua para cocinar, por lo que muchos niños se quedaron sin clases ni almuerzo", lamentó.


“Nos encontramos con esta situación a las 7 de la mañana del miércoles cuando llegamos con toda la ilusión de iniciar el ciclo lectivo”, lamentó Albornoz y sostuvo que los ladrones se llevaron elementos de suma importancia para la escuela. “Rompieron de una patada la puerta del lugar donde funciona por ahora la Dirección y la Secretaría, porque nuestro espacio habitual está en obra”, detalló.


En cuanto a los materiales y elementos sustraídos, la directora de la Escuela Lavardén detalló que además de la bomba de agua se llevaron cámaras digitales, el robot educativo, ventiladores, una pava y anafe eléctricos, bancos de comedor y vasos, y pidió a la comunidad que no compren nada de lo robado y denuncien si saben algo. “A medida que pase el tiempo vamos a tener más certeza de todo lo robado, que son materiales que nos hacen mucha falta para trabajar con nuestros niños”, lamentó


“No hay palabras para describir los sentimientos que recorren a cada uno de los que luchamos por una educación mejor. Y más allá de lo material, se robaron la ilusión del primer día de clases de más de 700 niños y la alegría de docentes por recibir a sus alumnos después de 2 años irregulares por la pandemia”, concluyó.