Foto: Aldana Badano
ALDANA BADANO
[email protected]
Una vez más, las mujeres y disidencias conmemoraron el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras marchando en las calles de Paraná con la consigna “La deuda es con nosotras”. Como cada 8 de marzo, se conmemoró el Día de las Mujeres y se retomaron reclamos históricos que hablan del surgimiento de esta fecha y se actualizaron con los nombres de las víctimas de la violencia machista y patriarcal que sacude la agenda con violaciones grupales, femicidios y diversos casos de violencia de género.
Miles de mujeres y disidencias tomaron las calles para hacer visibles los reclamos en torno a las diversas problemáticas de género que se hacen presentes en la sociedad. “Vivas nos queremos”, “Ni una menos”, “ESI ya” y “Presupuesto real para contención de víctimas de violencia de género” fueron las principales consignas que se visibilizaron en carteles, pasacalles y cantos.
La multitudinaria manifestación se convocó en la plaza 1º de Mayo, frente a la Catedral, y allí comenzó la marcha que recorrió las calles Corrientes y La Paz, luego Laprida, hasta llegar a plaza Mansilla, donde se leyó un extenso documento en la explanada de Casa de Gobierno. El documento contuvo los principales reclamos y reivindicaciones de las históricas luchas de las mujeres: “Nos reconocemos como trabajadoras, como luchadoras y como tal nos pronunciamos: las asalariadas, las registradas, las precarizadas, las independientes, las no remuneradas, las invisibilizadas, todas y todes este 8 de marzo nos concentramos, nos escuchamos y marchamos”, expresó el documento.
Se expresaron también las razones por las cuales se llevó adelante el sexto paro de mujeres: “Paramos porque no nos resignamos a la precariedad y resistimos las distintas formas de explotación laboral que tiene profundas raíces en el modelo de organización social y productiva capitalista moderna y colonial, y se articulan con las violencias que sufrimos, con el saqueo de nuestros territorios, con las políticas neoliberales y el endeudamiento sistemático y exorbitante”. En otro párrafo, el documento retomó los reclamos históricos sobre las garantías laborales y los derechos de las trabajadoras que dan origen y surgimiento a esta fecha. Expresaron que las trabajadoras de la economía popular, que formaron parte de una nutrida columna de la marcha, no tienen “obra social, ni vacaciones pagas, ni licencia por maternidad, ni jardines, aguinaldo ni paritarias y hay quienes ni siquiera tienen un ingreso fijo”.
También cuestionaron la brecha salarial entre varones y mujeres e identidades feminizadas. “Esta brecha salarial es también la desigualdad en relación con el uso del tiempo entre varones y mujeres que se desarrollan laboralmente: nosotras continuamos siendo en su mayoría las responsables principales de la organización del hogar y de las tareas de cuidado”. De la misma manera se denunció la feminización de la pobreza, el empeoramiento de las condiciones de vida y la permanente vulneración de los derechos de mujeres y disidencias.
Entre otras demandas, se exigió la efectiva implementación del cupo laboral trava-trans en la Municipalidad de Paraná y en la Provincia, y la aprobación de la ley integral trans nacional; la regularización de trabajadoras que se desempeñan en las reparticiones del Estado con “contrato basura” y el reconocimiento para trabajadoras de la economía popular.
La emoción, el nudo en la garganta y hasta el llanto llegó al momento de nombrar a las víctimas de la violencia de género en Entre Ríos. Cada nombre refrescaba una historia de sufrimiento, violencias y abusos que angustiaba a las presentes. Pero el dolor sirvió de excusa para juntar más fuerzas y, terminado el documento, la Casa Gris fue testigo de abrazos y muestras de cariño sororo. Luego, se realizó una performance artística que consistió en quemar carteles con diversas manifestaciones de violencia que inundan los días de las mujeres y disidencias. El fuego, quemando lo que nos hace mal pero también transformando lo que nos hace sufrir en combustible para seguir adelante fue realmente una metáfora emotiva. Los tambores de candombe musicalizaban el ambiente y se vivió un momento emocionante.
Luego, un grupo de mujeres realizó un espectáculo de swing con fuego y más tarde cantautoras paranaenses y entrerrianas compartieron sus canciones para deleitar al público. Así, la jornada de reivindicación, reclamo y lucha finalizó cerca de las 21. Una vez más las calles fueron testigos de la ola verde y violeta que volvió a habitar los espacios públicos para hacer visibles los reclamos, luego de una pandemia que diezmó este tipo de manifestaciones. Las mujeres y disidencias expresaron una vez más “Vivas nos queremos” y se rindió homenaje a aquellas obreras que decidieron luchar por los derechos de las mujeres hace ya más de cien años.
[email protected]
Una vez más, las mujeres y disidencias conmemoraron el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras marchando en las calles de Paraná con la consigna “La deuda es con nosotras”. Como cada 8 de marzo, se conmemoró el Día de las Mujeres y se retomaron reclamos históricos que hablan del surgimiento de esta fecha y se actualizaron con los nombres de las víctimas de la violencia machista y patriarcal que sacude la agenda con violaciones grupales, femicidios y diversos casos de violencia de género.
Miles de mujeres y disidencias tomaron las calles para hacer visibles los reclamos en torno a las diversas problemáticas de género que se hacen presentes en la sociedad. “Vivas nos queremos”, “Ni una menos”, “ESI ya” y “Presupuesto real para contención de víctimas de violencia de género” fueron las principales consignas que se visibilizaron en carteles, pasacalles y cantos.
La multitudinaria manifestación se convocó en la plaza 1º de Mayo, frente a la Catedral, y allí comenzó la marcha que recorrió las calles Corrientes y La Paz, luego Laprida, hasta llegar a plaza Mansilla, donde se leyó un extenso documento en la explanada de Casa de Gobierno. El documento contuvo los principales reclamos y reivindicaciones de las históricas luchas de las mujeres: “Nos reconocemos como trabajadoras, como luchadoras y como tal nos pronunciamos: las asalariadas, las registradas, las precarizadas, las independientes, las no remuneradas, las invisibilizadas, todas y todes este 8 de marzo nos concentramos, nos escuchamos y marchamos”, expresó el documento.
Se expresaron también las razones por las cuales se llevó adelante el sexto paro de mujeres: “Paramos porque no nos resignamos a la precariedad y resistimos las distintas formas de explotación laboral que tiene profundas raíces en el modelo de organización social y productiva capitalista moderna y colonial, y se articulan con las violencias que sufrimos, con el saqueo de nuestros territorios, con las políticas neoliberales y el endeudamiento sistemático y exorbitante”. En otro párrafo, el documento retomó los reclamos históricos sobre las garantías laborales y los derechos de las trabajadoras que dan origen y surgimiento a esta fecha. Expresaron que las trabajadoras de la economía popular, que formaron parte de una nutrida columna de la marcha, no tienen “obra social, ni vacaciones pagas, ni licencia por maternidad, ni jardines, aguinaldo ni paritarias y hay quienes ni siquiera tienen un ingreso fijo”.
También cuestionaron la brecha salarial entre varones y mujeres e identidades feminizadas. “Esta brecha salarial es también la desigualdad en relación con el uso del tiempo entre varones y mujeres que se desarrollan laboralmente: nosotras continuamos siendo en su mayoría las responsables principales de la organización del hogar y de las tareas de cuidado”. De la misma manera se denunció la feminización de la pobreza, el empeoramiento de las condiciones de vida y la permanente vulneración de los derechos de mujeres y disidencias.
Entre otras demandas, se exigió la efectiva implementación del cupo laboral trava-trans en la Municipalidad de Paraná y en la Provincia, y la aprobación de la ley integral trans nacional; la regularización de trabajadoras que se desempeñan en las reparticiones del Estado con “contrato basura” y el reconocimiento para trabajadoras de la economía popular.
La emoción, el nudo en la garganta y hasta el llanto llegó al momento de nombrar a las víctimas de la violencia de género en Entre Ríos. Cada nombre refrescaba una historia de sufrimiento, violencias y abusos que angustiaba a las presentes. Pero el dolor sirvió de excusa para juntar más fuerzas y, terminado el documento, la Casa Gris fue testigo de abrazos y muestras de cariño sororo. Luego, se realizó una performance artística que consistió en quemar carteles con diversas manifestaciones de violencia que inundan los días de las mujeres y disidencias. El fuego, quemando lo que nos hace mal pero también transformando lo que nos hace sufrir en combustible para seguir adelante fue realmente una metáfora emotiva. Los tambores de candombe musicalizaban el ambiente y se vivió un momento emocionante.
Luego, un grupo de mujeres realizó un espectáculo de swing con fuego y más tarde cantautoras paranaenses y entrerrianas compartieron sus canciones para deleitar al público. Así, la jornada de reivindicación, reclamo y lucha finalizó cerca de las 21. Una vez más las calles fueron testigos de la ola verde y violeta que volvió a habitar los espacios públicos para hacer visibles los reclamos, luego de una pandemia que diezmó este tipo de manifestaciones. Las mujeres y disidencias expresaron una vez más “Vivas nos queremos” y se rindió homenaje a aquellas obreras que decidieron luchar por los derechos de las mujeres hace ya más de cien años.
Además tenés que saber:
+ Noticias
La delegación de “La Invencible”, con 96 preseas, obtuvo el primer puesto en el medallero de la competencia interprovincial disputada en Mar del Plata. El podio lo completaron Córdoba y Río Negro. Los deportistas santafesinos, que compitieron en 36 disciplinas, habían sido elegidos tras participar de todas las etapas de Santa Fe en Movimiento.
En Portada / Entre Ríos
En Portada / Santa Fe