Por Ariel Gustavo Pennisi

Hay una tapa negra, y un dibujo violeta. La imagen es clara, un joven de brazos largos y delgados fuma un cigarro que tranquilamente puede ser un armado de mariguana. Dos aros adornan la oreja izquierda. No es el único adorno, otro aro hace lo propio con la derecha. La imagen es clara, el tipo parece estar en la suya, y sus sentidos oculares se derraman como el devenir de un río en constante movimiento. La imagen es clara, esta cargada de poesía. El arte de Manué Colomba nos adentra en el espíritu poético del pequeño objeto libro que es Drop de Lisandro Nowak (1997).

Un río fluye de los sentidos oculares, “una gota lenta que va cayendo en forma de escritura” dice Daniel Durand en la contratapa para agregar “la gota es un prisma que transforma los sucesos cotidianos y los devuelve descompuestos”, certeras palabras para anclar un análisis correcto. El impulso lírico de Lisandro Nowak cobra fuerza con la justa sujeción en la cruda realidad de las cosas cotidianas. Porque el músico rosarino habita el mundo de manera sensible, sencilla y al pié si utilizamos el lunfardo futbolístico que tanto le gusta al poeta, y lo muestra el currículum vitae que eligió para completar la solapa del libro bajo el arte fotográfico de Mariana Terrile, “al momento de publicar este libro trabaja como cajero en un supermercado”.

Lisandro Nowak es un músico, un laburante, y un pescador de palabras, aquellas que entreteje para embellecer lo cotidiano por mas trágico que se presente. Drop es una buena pesca dentro de la selva que nos habita y como escribe Boris sobre el mismo, “los hilos de agua se conectan, los amigos tiran, el pez pica, se convierte en poema”.

Drop es el producto de una pesca y nos demuestra la condena de la poesía, porque mas allá de lo trágico como posibilidad existe el lado poético de lo cotidiano, y allí habitan los poetas, aquellos pescadores como Lisandro Nowak.

Lisandro Nowak y su lado poético de las cosas

En diálogo con Mirador Provincial el poeta hizo referencias a sus influencias literarias, en las cuales ubicó las lecturas en versos del argentino Héctor Vial Temperley (Buenos Aires, 1933-1987) y el chileno Raúl Zurita (Santiago, 1950-), destacando la sensibilidad y formas de escritura de ambos, aquella que según su criterio los convierten en dos poetas muy particulares, aunque se detiene para admitir: “la mayor influencia es colectiva, la encuentro en el trabajo editorial y el ejercicio del taller”.

Drop es el nuevo hijo editorial del grupo Perfeito.Ediciones y al igual que sus anteriores producciones, están atravesadas por el trabajo grupal del taller, “nos corregimos constantemente y aprendemos a corregir como el otro para escribir también como el otro de alguna manera”. Esta forma de práctica hace huella en Lisandro dejando su propia impronta, “es una influencia para mi importante, el de ponerse en la cabeza de la otra persona por más que sea distinto a como es uno y trabajar también desde ese lugar” .

En cuanto a los procesos creativos, el autor señala que hay varios, desde las sensaciones o emociones que una lectura pueden generar hasta una idea o cualquier otro estímulo, “ que te dispare las ganas de escribir”. Destaca el papel fundamental de la lectura pero también, y sobre todo, la escritura como herramienta para entender con mayor lucidez, “ yo siempre uso la escritura para disfrutar más las cosas, en realidad, para estar mas atento a lo que me rodea”, aquella lucidez que lo transforma en un pescador.

Sobre el ejercicio de la escritura afirmó: “no estoy todo el tiempo pensando en escribir, sino todo lo contrario, pero trato de estar atentos a cosas cotidianas que pasan y ver como se pueden transformar. A veces se pueden transformar en más cómica y a veces en más dramáticas de lo que son en realidad, es como un juego, no mucho más que eso”.
Lisandro Novak nos permite con sus versos percibir aquella atmósfera que solo la literatura por momentos parece permitirnos, transformar la realidad en un péndulo que no se detiene en las polaridades existenciales, “el otro día me pasó cuando saqué el libro que se lo mostré a amigos que forman parte de la prosa, porque forman parte de algunos poemas y cosas. Les gustó mucho y era gente que no habían leído nunca poesía ni nada. Y ahora cuando nos juntamos y pasa algo, lo relacionan también ellos con la poesía. Me gusta la poesía que es cotidiana , la podes ver en el día a día y en cualquier situación”.

Drop es el primer libro de Lisandro Novak que además es guitarrista, formando parte de la banda “El extraterrestre del mate”, sin detenerse allí ya que en solo realiza música folclórica en todos sus estilos, incluido el tango.

El título del libro se lo debemos al poema homónimo que habla de Roger Federer, “Dorp en inglés es un termino relacionado a la caída, la tristeza, el libro esta relacionado con una tristeza mía pero que a la vez tiene una salida que es colectiva, como todo. También Drop es dejarla cortita”, explico el autor.