En lo que pudo parecer una provocación hacia las autoridades provinciales de Entre Ríos y Santa Fe, y municipales de Rosario, el humo fue el invitado que nadie quería recibir en los festejos por el Día de la Bandera en Rosario. Una columna densa se pudo observar el mismísimo 20 de junio. La jornada más festiva y representativa en esta ciudad. El olor a quemado se esparció por la zona ribereña y se pudo percibir hasta bien entrada la noche del primer día de la semana.

Lamentablemente, hubo focos ígneos en distintas zonas del delta del Paraná. Frente a la ciudad de San Lorenzo, en la zona de Arroyo Seco (dos) y muy cerca de San Nicolás (provincia de Buenos Aires). Según mediciones hechas por el sitio Windy, tanto en Rosario como en la localidad bonaerense, el aire estuvo contaminado 2 veces y media por encima de los niveles guía de la OMS (Organización Mundial de la Salud) en cuanto a calidad de aire (medición de PM 2.5) este lunes. En tanto, Arroyo, ciudad ubicada en el extremo suroeste de la provincia, casi cuadriplica los niveles guía.

El viernes 18 pasado, la cantidad de hectáreas afectadas por el fuego llegaba a 3.800 y se redujo a 2.500 el sábado 19. Como en los años anteriores, bomberos y otras dependencias estatales trabajan estas horas para detener las quemas en los distintos puntos del delta.

Es de esperarse que con un tercer año consecutivo de sequía, evento que se inició en marzo de 2020, los incendios para el rebrote del pasto en las islas sean una práctica extendida hasta septiembre, mes del comienzo de la primavera.