Noelia Sciarratta


La vida de un deportista amateur se construye en base a sacrificio, y no sólo de ese que los hace sudar en cada entrenamiento por amor a la camiseta sino también de aquel que se traduce en remar contra viento y marea para conseguir los recursos necesarios para mantenerse a flote. Thiago Dariozzi Volatti tiene sólo 17 años y ya sabe largo y parejo de eso.

El joven es oriundo de Rosario y reside en la localidad de Alvear junto a su familia. Desde los seis años practica kickboxing y taekwondo y hace muy pocos días regresó de Europa donde viajó con la selección nacional de esas disciplinas a participar de la Copa del Mundo de kickboxing en Hungría y de la Eurocopa de Taekwondo en Bulgaria.

Si bien reconoció que en este último caso los gastos de hospedaje corrieron por cuenta del seleccionado, el resto del viaje debió ser costeado enteramente por su familia, para lo cual apelaron a la venta de pastas caseras que amasa su madre, así como a polladas solidarias para juntar peso por peso para ir a ponerse la celeste y blanca, acciones que se repiten ahora de cara a otra competencia internacional que tendrá en septiembre.

Fue su último mundial como juvenil y el primer torneo que le tocó disputar en Europa, y destacó: “Por suerte se nos dio que pudimos sacar el primer puesto, fueron muy duras las peleas, son todas finales con un gran desgaste físico y mental. Yo no conocía a mis rivales y ellos tampoco a mi. Lo malo es que como no competí nunca afuera no estábamos rankeados y las primeras peleas eran contra los mejores”.

Con ese plus de ganarle a los mejores, Thiago aseveró en diálogo con Mirador Provincial que fue “un hermoso viaje”. Regresaron el pasado 15 de junio con excelentes resultados: “Los dos fueron torneos enormes y sumé mucha experiencia. En una de las tres modalidades (ligh contact) conseguí el primer puesto en la Copa del Mundo de kickboxing donde fui en representación de la selección, y en la Eurocopa de taekwondo salí primero en lucha individual y tercero en lucha con la selección”, destacó.

Lo que viene
A finales de septiembre se disputa el Mundial de Kickboging juvenil en Italia y es el último que el atleta rosarino disputará en esa categoría, por eso sabe que ya este año deberá hacer los selectivos como adulto para el año que viene seguir en carrera.

En el mientras tanto, la mente está puesta ahí: “Queríamos meter dos torneos, ese en Italia y a principios de octubre se hacía la Copa del Mundo de Taekwondo en Eslovenia, pero lo adelantaron asique nos quedamos sin poder ir”, contó al tiempo que se proyectó en un futuro cercano también compitiendo en algún Juego Olímpico ya que la Asociación de Kickboxing se metió dentro del Comité Olímpico con intenciones de incluir ese deporte en los Juegos.

Thiago está en quinto año en el Colegio San José y si bien no se reconoce como un estudiante deslumbrante, no le va mal. Aunque hoy su prioridad deportiva pasa por entrenar unas cuatro horas diarias todos los días también piensa en su futuro y tiene dos carreras universitarias en mente: Ingeniería en Sistemas o Licenciatura en Ciencias de la Computación. “La idea es meterle derecho para no perder el ritmo de estudio”, dice a sabiendas que el deporte es importante pero la formación profesional, también.