A partir de las 14.30 de este sábado 20 de agosto, se vivió en la sede que Estudiantes de Paraná tiene en el Parque Urquiza, una verdadera fiesta del rugby.

Ante un imponente marco de público, se enfrentaban para definir la edición 22 del Torneo Regional del Litoral, los dos mejores equipos que tuvo la competencia a lo largo de todo el torneo: el local, Estudiantes, ante Gimnasia y Esgrima de Rosario.

Y al final terminó viajando para Rosario. El equipo “mensana” se impuso 14 a 11, en lo que fue un partido de trámite muy parejo, tal como lo expresa el resultado.

El elenco volvió a coronarse en el TRL después de 18 años. Lejos quedaron aquellas consagraciones de 2003 y 2004, hasta llegar a esta realidad de los conducidos por “Tato” Martino.

El partido, claro está, estuvo planteado desde el arranque mismo por protagonistas que no tenían en sus planes arriesgar. Ambos sabían que un error podía ser clave a la hora de la definición.

En ese contexto, Gimnasia y Esgrima, con la sapiencia del capitán Ramiro Picotto a la cabeza, mantuvo casi siempre el control de las acciones.

Así y todo, Estudiantes cada vez que podía, trataba de abrir la pelota, uno de los fuertes que tuvo en la competencia.

Pero en esta oportunidad, el CAE se encontró con una gran defensa de GER que, sumado a una nueva “tremenda” actuación de sus forwards, terminaron por ser factores determinantes para quedarse con el partido.

Pudo ser para Estudiantes casi sobre el final. En otra de sus rápidas acciones hacia afuera, la pelota le llega a Joaquín Maiztegui quien es tackleado por un jugador de Gimnasia. A primera vista, pareció tackle alto. La jugada, fue revisada por Damián Schneider, el árbitro del partido, junto al TMO, Marcelo Pilara. La decisión final: penal para el CAE, pero no por ese supuesto tackle alto, sino por una infracción previa en el scrum.

Ese penal, bajo los palos, Dorigón lo transformó en tres puntos, para poner el marcador 14 a 11 para GER (a posteriori, el resultado final).

Pero aún faltaban un par de minutos. Y cae volvió a tener un penal. Cerca de mitad de cancha. Muchos apostaban a que recaería la responsabilidad, una vez más, en la derecha de Dorigón. Pero seguramente la distancia, y el viento en contra, fueron los motivos por el cual fueron al line. Allí es cuando la pelota se empezó a dividir, los nervios de un lado y del otro empezaron a hacerse más presentes y a todo esto, los segundos corrían. Eso terminó siendo “negocio” para Gimnasia y Esgrima quien logró coronarse campeón de la edición XXII del Torneo Regional del Litoral, uno de los más importantes del país.