Ignacio Pellizzón

En noviembre vencerá la ordenanza que aprobó el Concejo en 2020 y que establece la Emergencia en el Transporte de Rosario. Sin embargo, desde la Municipalidad que comanda Pablo Javkin piensan en prorrogarla ante la crisis económica que sufre el sistema ante la falta de subsidios nacionales. Desde la oposición critican la intención, porque entienden que es la misma estrategia que aplicó el Ejecutivo para extender los contratos de Recolección de Residuos.

La Emergencia se implementó con la intención de desestresar económicamente al sistema de colectivos frente a una caída abrupta de usuarios. La normativa le permitió al municipio reducir costos en el servicio prácticamente a la mitad para evitar el quiebre del mismo. La ordenanza se mantendría vigente por el lapso de 24 meses o hasta que se recupere en un 90% el índice de pasajeros y pasajeras.

“Para nosotros desde principio de año que la ordenanza de la Emergencia en el Transporte debería haber perdido su vigencia, porque el sistema estaba en plena actividad como en la época prepandemia”, disparó a Mirador Provincial la concejala peronista, Silvana Teisa.

Descontento

En base a distintos testimonios de pasajeros y pasajeras que recolectó este medio, la insatisfacción sigue latente, pese a haber incorporado algunas unidades con antiguos recorridos y de haber culminado el contrato con la firma mendocina El Cacique por servicio deficitario.

En su mayoría los relatos son coincidentes con los viejos problemas que se venían planteando como "mucho tiempo de espera (sobre todo de noche), “recorridos incómodos”, “caminar varias cuadras más para subirse a un colectivo”, “mal mantenidos”, entre otros.

Teisa señaló que “la gente está pidiendo que se vuelva a la normalidad de los recorridos de las líneas; esta ordenanza termina en noviembre y estamos convencidos de que es necesario que se restablezca como antes”.

Pese a que en un mes el municipio debería restablecer el sistema tal y como estaba previo a la pandemia -que también cosechó críticas-, la secretaria de Movilidad, Nerina Manganelli, expresó a medio rosarinos que tienen “todas las justificaciones para poder sostenerla (la ordenanza)”.

Además, agregó que “el sistema está en crisis, mientras sigue habiendo una disparidad en el reparto de los subsidios de 15% a 85% entre el Interior y Buenos Aires; hoy el AMBA tiene una tarifa de 25 pesos, podríamos hacer tres viajes con el valor de uno nuestro”.

Ante esta respuesta oficial, la concejala peronista refutó: “Consideramos que ya no estamos hablando de una Emergencia por la pandemia, sino por una inaptitud de la Secretaría de Movilidad, que en todo este tiempo no hizo nada para proponer una mejora en el sistema”.

En esta línea, la edila entiende que esperar que llegue la fecha de vencimiento de la ordenanza es una estrategia “para salir a decir que la tienen que prorrogar”. “Claramente habla de que no existe una propuesta del Ejecutivo donde la intención sea mejorar el sistema de transporte, no es prioridad el servicio público”.

La emergencia en detalle

La Emergencia en Transporte se aprobó en el Concejo Municipal el 12 de noviembre, un proyecto acercado por el municipio que prevé modificaciones en el servicio que se presta en la ciudad ante un contexto de crisis económica. La iniciativa tuvo 19 votos a favor, 6 abstenciones y 3 votos en contra y se extendería por los siguientes 24 meses.

El proyecto se basa en modificaciones en el recorrido de líneas, la sumatoria de nuevas paradas y quitar algunas en donde el tránsito de colectivos está superpoblado. También prevé servicio nocturno "a demanda" y líneas especiales acorde la cantidad de pasajeros. Tras la aprobación, el Ejecutivo tendrá más flexibilidad a las exigencias del pliego actual.

En caso de que el transporte, visiblemente castigado por la pandemia del coronavirus y la crisis económica, retome su demanda previa a la pandemia en tiempo sostenido, el actual proyecto aprobado dejaría de tener vigencia.