“La música es un camino de ida”, sostiene Cecilia Simonetti.
Foto:Gentileza.
Gisela Mesa
“El artista lleva consigo la voz de un pueblo”, convencida de esta idea, la cantante, compositora y actriz argentina, repasa la historia de su carrera musical, recordando la importancia de su familia, la búsqueda de su estilo y su proceso de composición, resaltando que tanto la música como el arte en general le da a los artistas la oportunidad de conocer muchas personas y conocer distintas realidades.
Nació en Posadas y desde hace tiempo reside en Buenos Aires donde compartió escenario junto a destacados artistas, entre ellos Los Hermanos Nuñez y Juan Falú. En conversación con Mirador Provincial, la artista nos habla de su trayectoria musical, y de cómo la música le permitió conocer otras realidades.
-¿Cómo llega la música a tu vida?
- La música llegó a mi vida desde muy pequeña. En mi familia la música siempre estuvo, cada uno tocaba algún instrumento y también se escuchaba música variada. Me acuerdo que mi mamá me decía “podés ir a un coro”. Y así fue. Es la primer actividad musical que recuerdo haberla hecho formalmente. Luego comencé la escuela de música, donde tuve mi primer acercamiento al piano, para después sumar al violín a mis conocimientos musicales. Varios años toqué en la orquesta de la Universidad de Misiones -UNaM-. Sin embargo, lo que me terminó atrapando es el canto, la voz y todo lo que con ella se puede expresar.
-¿Dónde te transporta la música cuando cantas?
-La música es un camino de ida; creo que toda persona que tuvo alguna aproximación a ella sabe de qué estoy hablando. Siempre está, en reuniones, en momentos íntimos y para cualquier estado anímico. Es un lugar donde me puedo sentir a gusto y, por qué no, a salvo. Creo que hay distintos momentos y distintos espacios; la música en ensayos o en sesiones exploratorias es más libre que cuando estás cantando en público. Los nervios a la hora de exponerse aparecen. Siempre está esa sensación en la panza, que son los típicos fantasmas mentales que te alertan de las posibles “catástrofes escénicas”, pero lo que aprendí es que no hay que dar mucho curso a esos pensamientos y volver a recuperar la idea del origen que te llevó a estar en esa situación. “¿Por qué estoy acá? Siempre quise cantar, ahora lo estoy haciendo.” Desde este pensamiento conecto con la motivación verdadera, comunicar a través del universo de la música, el lenguaje del alma, la voz.
-¿Qué cambios hubo artísticamente en vos desde que comenzaste hasta el presente?
-Creo que fueron muchos, tanto técnicos como del discurso artístico. Y cada día aparece algún nuevo enfoque. Creo que de eso se trata la vida, ir modelándonos a nosotros mismo. Me gusta la palabra modelar más que moldear, porque se acerca más a la tarea artesanal, que va
transformando al objeto en una obra, y no en algo de masa. Así que en el camino me aparecieron tanto nuevas herramientas técnicas a nivel sonoro, de la voz, como la incorporación de instrumentos a mi crecimiento artístico. También profundizar sobre lo que quiero decir como artista, qué mensajes quiero dejar en quien me escucha.
-¿Qué se descubre en el camino de la música?
-La música tiene algo bastante introspectivo, que si te descuidas te podés volver muy “yoico”. Pero es necesario, mirarse, sentirse y pensarse. Incluso más la voz, que sale de uno… O sea, sos tu propio instrumento. Pero en un momento todo ese mundo interno tiene que salir hacia el afuera y empezar a conectarte, desde tu lugar, claro. Pero tu mirada sobre los sentimientos, las situaciones se vuelve un mensaje para las otras personas. El juego entre lo de adentro y lo de afuera es permanente.
-¿Qué elementos o situaciones te inspiran para tus canciones?
-En general me inspiran situaciones que suceden y soy espectadora. Las situaciones que transmiten compromisos con el entorno. Con esto no te digo que lo autorreferencial no juega, porque muchas veces está. Pero la temática social es de los temas que más me atrapan a la hora de escribir o componer. Igualmente a la hora de seleccionar obras de otra autoría para incorporarlas a mis canciones. El Litoral, Misiones y los ritmos musicales que en ella habitan también están presentes a la hora de hacer nacer una canción, por más que después tome otra forma – en esto veo a las mismas como el río, que empieza en un lugar y termina en otro, pero habiendo recorrido caminos, arrastrando vida y dejando su sonido por los lugares que pasa-. Estos elementos de mi tierra y también las costumbres –nuestras costumbres-, están presentes en mis canciones.
-¿Cómo surge Lunagua? ¿Cómo surge Ella corría?
-Lunagua surge hace varios años. Un grupo de amigos músicos que nos juntamos con búsqueda de hacer música folclórica, ellos son Mauri Pérez Mondadori –piano y arreglos-, y Marce Móttola -batería y percusión- . Con esta formación caminamos mucho tiempo, hasta que incluimos a Lery Duarte en bajo. La música fue mutando su esencia porque al principio proponíamos algo más diverso, hasta que fuimos focalizando en el género y la estética sonora que tenemos hoy. No me gusta catalogar a la música pero se podría decir que hacemos folclore de proyección o folclore fusión, esa fusión sería con ritmos urbanos como ser el rock, pop, jazz, música brasilera. La última canción que hicimos fue Ella corría, tuvimos un subsidio del INAMU -Instituto Nacional de la Música- para la realización de un video clip. Esta canción habla sobre la violencia de género, haciendo una descripción escénica sobre una mujer que está intentando escapar de una situación violenta. Nos pareció esencial tratar esta temática porque aunque ahora es un tópico que está en boca de todos, creemos que aún existe un descompromiso como sociedad cuando esto sucede a alguien “cercano”, tal vez por miedos. Una línea de la canción lo expresa explícitamente: “Y vos lo sabías”.
En esta canción tuvimos grandes participaciones como Phillips Zakary en violín, Paola Torres que agrega su voz para volver a esta situación puntual que relata la canción en algo colectivo y Marcelo Krioka que está siempre en nuestras producciones para que la mezcla sonora esté pipí cucú… La persona que dio vida a las imágenes en el video fue Estefanía Clotti, una rosarina que hace animaciones increíbles. Nos pusimos de acuerdo a la distancia -y en pandemia- en qué queríamos mostrar y expresar. Fue una experiencia de trabajo muy linda la que realizamos.
-¿Cómo te preparás a la hora de un espectáculo?
-Cuando encaro un recital/espectáculo me gusta que tenga un hilo conductor. El decir es algo que evidentemente está dando vueltas todo el tiempo en mi cabeza y ese decir está tanto en la elección del repertorio como en la forma de expresión en mi canto. Así que siempre intento darle un sentido a la puesta en escena.
“El artista lleva consigo la voz de un pueblo”, convencida de esta idea, la cantante, compositora y actriz argentina, repasa la historia de su carrera musical, recordando la importancia de su familia, la búsqueda de su estilo y su proceso de composición, resaltando que tanto la música como el arte en general le da a los artistas la oportunidad de conocer muchas personas y conocer distintas realidades.
Nació en Posadas y desde hace tiempo reside en Buenos Aires donde compartió escenario junto a destacados artistas, entre ellos Los Hermanos Nuñez y Juan Falú. En conversación con Mirador Provincial, la artista nos habla de su trayectoria musical, y de cómo la música le permitió conocer otras realidades.
-¿Cómo llega la música a tu vida?
- La música llegó a mi vida desde muy pequeña. En mi familia la música siempre estuvo, cada uno tocaba algún instrumento y también se escuchaba música variada. Me acuerdo que mi mamá me decía “podés ir a un coro”. Y así fue. Es la primer actividad musical que recuerdo haberla hecho formalmente. Luego comencé la escuela de música, donde tuve mi primer acercamiento al piano, para después sumar al violín a mis conocimientos musicales. Varios años toqué en la orquesta de la Universidad de Misiones -UNaM-. Sin embargo, lo que me terminó atrapando es el canto, la voz y todo lo que con ella se puede expresar.
-¿Dónde te transporta la música cuando cantas?
-La música es un camino de ida; creo que toda persona que tuvo alguna aproximación a ella sabe de qué estoy hablando. Siempre está, en reuniones, en momentos íntimos y para cualquier estado anímico. Es un lugar donde me puedo sentir a gusto y, por qué no, a salvo. Creo que hay distintos momentos y distintos espacios; la música en ensayos o en sesiones exploratorias es más libre que cuando estás cantando en público. Los nervios a la hora de exponerse aparecen. Siempre está esa sensación en la panza, que son los típicos fantasmas mentales que te alertan de las posibles “catástrofes escénicas”, pero lo que aprendí es que no hay que dar mucho curso a esos pensamientos y volver a recuperar la idea del origen que te llevó a estar en esa situación. “¿Por qué estoy acá? Siempre quise cantar, ahora lo estoy haciendo.” Desde este pensamiento conecto con la motivación verdadera, comunicar a través del universo de la música, el lenguaje del alma, la voz.
-¿Qué cambios hubo artísticamente en vos desde que comenzaste hasta el presente?
-Creo que fueron muchos, tanto técnicos como del discurso artístico. Y cada día aparece algún nuevo enfoque. Creo que de eso se trata la vida, ir modelándonos a nosotros mismo. Me gusta la palabra modelar más que moldear, porque se acerca más a la tarea artesanal, que va
transformando al objeto en una obra, y no en algo de masa. Así que en el camino me aparecieron tanto nuevas herramientas técnicas a nivel sonoro, de la voz, como la incorporación de instrumentos a mi crecimiento artístico. También profundizar sobre lo que quiero decir como artista, qué mensajes quiero dejar en quien me escucha.
-¿Qué se descubre en el camino de la música?
-La música tiene algo bastante introspectivo, que si te descuidas te podés volver muy “yoico”. Pero es necesario, mirarse, sentirse y pensarse. Incluso más la voz, que sale de uno… O sea, sos tu propio instrumento. Pero en un momento todo ese mundo interno tiene que salir hacia el afuera y empezar a conectarte, desde tu lugar, claro. Pero tu mirada sobre los sentimientos, las situaciones se vuelve un mensaje para las otras personas. El juego entre lo de adentro y lo de afuera es permanente.
-¿Qué elementos o situaciones te inspiran para tus canciones?
-En general me inspiran situaciones que suceden y soy espectadora. Las situaciones que transmiten compromisos con el entorno. Con esto no te digo que lo autorreferencial no juega, porque muchas veces está. Pero la temática social es de los temas que más me atrapan a la hora de escribir o componer. Igualmente a la hora de seleccionar obras de otra autoría para incorporarlas a mis canciones. El Litoral, Misiones y los ritmos musicales que en ella habitan también están presentes a la hora de hacer nacer una canción, por más que después tome otra forma – en esto veo a las mismas como el río, que empieza en un lugar y termina en otro, pero habiendo recorrido caminos, arrastrando vida y dejando su sonido por los lugares que pasa-. Estos elementos de mi tierra y también las costumbres –nuestras costumbres-, están presentes en mis canciones.
-¿Cómo surge Lunagua? ¿Cómo surge Ella corría?
-Lunagua surge hace varios años. Un grupo de amigos músicos que nos juntamos con búsqueda de hacer música folclórica, ellos son Mauri Pérez Mondadori –piano y arreglos-, y Marce Móttola -batería y percusión- . Con esta formación caminamos mucho tiempo, hasta que incluimos a Lery Duarte en bajo. La música fue mutando su esencia porque al principio proponíamos algo más diverso, hasta que fuimos focalizando en el género y la estética sonora que tenemos hoy. No me gusta catalogar a la música pero se podría decir que hacemos folclore de proyección o folclore fusión, esa fusión sería con ritmos urbanos como ser el rock, pop, jazz, música brasilera. La última canción que hicimos fue Ella corría, tuvimos un subsidio del INAMU -Instituto Nacional de la Música- para la realización de un video clip. Esta canción habla sobre la violencia de género, haciendo una descripción escénica sobre una mujer que está intentando escapar de una situación violenta. Nos pareció esencial tratar esta temática porque aunque ahora es un tópico que está en boca de todos, creemos que aún existe un descompromiso como sociedad cuando esto sucede a alguien “cercano”, tal vez por miedos. Una línea de la canción lo expresa explícitamente: “Y vos lo sabías”.
En esta canción tuvimos grandes participaciones como Phillips Zakary en violín, Paola Torres que agrega su voz para volver a esta situación puntual que relata la canción en algo colectivo y Marcelo Krioka que está siempre en nuestras producciones para que la mezcla sonora esté pipí cucú… La persona que dio vida a las imágenes en el video fue Estefanía Clotti, una rosarina que hace animaciones increíbles. Nos pusimos de acuerdo a la distancia -y en pandemia- en qué queríamos mostrar y expresar. Fue una experiencia de trabajo muy linda la que realizamos.
-¿Cómo te preparás a la hora de un espectáculo?
-Cuando encaro un recital/espectáculo me gusta que tenga un hilo conductor. El decir es algo que evidentemente está dando vueltas todo el tiempo en mi cabeza y ese decir está tanto en la elección del repertorio como en la forma de expresión en mi canto. Así que siempre intento darle un sentido a la puesta en escena.
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La delegación de “La Invencible”, con 96 preseas, obtuvo el primer puesto en el medallero de la competencia interprovincial disputada en Mar del Plata. El podio lo completaron Córdoba y Río Negro. Los deportistas santafesinos, que compitieron en 36 disciplinas, habían sido elegidos tras participar de todas las etapas de Santa Fe en Movimiento.
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