Después de seis años, finalmente inició el juicio en Nueva York contra el terrorista uzbeko Sayfullo Habibullaevic Saipov, quien en octubre de 2017 realizó el atentado que dejó un saldo de ocho personas fallecidas, entre las que se encontraban cinco rosarinos.

Se trata de ocho amigos que habían viajado por el 30° aniversario del fin del secundario en el Instituto Politécnico Superior General San Martín de Rosario. Las víctimas del atentado son: Hernán Ferruchi, Alejandro Pagnucco, Hernán Mendoza, Diego Angelini y Ariel Erlij.

Con el inicio del juicio, Saipov enfrenta cargos por matar en total a ocho personas atropellándolos con un camión que había alquilado en un local de Home Depot al irrumpir en la ciclovía que está al costado de West Side Highway a orillas del río Hudson, en Lower Manhattan.

Este caso no es uno más en la historia mundial de los atentados. Es que se trata del atentado terrorista más sangriento desde el perpetrado por Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001.





Los familiares de los argentinos asesinados viajaron para estar presentes en las audiencias del juicio, entre ellos Ana Evans la viuda de Hernán Mendoza quien estará junto a sus hijos y por su abogado, Juan Félix Marteau, experto en temas vinculados al combate del terrorismo.

Según la investigación judicial, el terrorista uzbeko había elegido el 31 de octubre de ese año porque ese día se celebraba Halloween y estimaba encontrar muchas más personas para atacar que las que realmente había.

Saipov declaró que quería colocar las banderas de ISIS en las partes delantera y trasera del camión, pero desistió de hacerlo porque no quería llamar la atención. Cuando fue interrogado por la policía dijo que quería una bandera del Estado Islámico en la habitación del hospital y afirmó además que se sentía bien por lo que había hecho. En su teléfono celular tenía videos distribuidos por ISIS y más de 3.800 fotografías relacionadas con el grupo terrorista.

El juicio
En esta primera instancia, el tribunal neoyorquino realizará la presentación de los cargos de homicidios y lesiones, además del delito de soporte material a una organización terrorista previamente designada (en este caso ISIS), un tipo penal que tampoco reconoce la ley argentina.

Luego, se procederá con la declaración de los testigos directos del hecho ante jurado compuesto por doce personas.

“Todavía no sabemos la extensión exacta del juicio, pero sí que durará algunas semanas. En el primer semestre de 2023 tendremos un resultado”, continuó el letrado argentino, experto en prevención de lavado de activos y financiación del terrorismo. Ese resultado al que alude tiene una peculiaridad, y es la posibilidad de que Saipov enfrente la pena capital. “La expectativa es que sea condenado a la pena de muerte, como ya fue solicitado por la Fiscalía”, confirmó a La Capital Marteau.

El juicio que durará varias semanas transcurrirá en distintas audiencias en las que se analizará la responsabilidad de Saipov en la tragedia de la tarde del 31 de octubre de 2017, donde él mismo fue baleado antes de lo que lo arrestaran. Si el jurado lo encuentra culpable, puede condenarlo a cadena perpetua o a ser ejecutado (para lo cual se requiere unanimidad).

Un dato no menos en este sentido es que pasó más de diez años desde que la Corte del Distrito Sur de Nueva York llevó adelante un proceso por un caso de pena de muerte. Fue contra Khalid Barnes, quien fue condenado por asesinar a dos proveedores de drogas, pero finalmente fue sentenciado a cadena perpetua en septiembre del año 2009.

La última vez que se ejecutó la pena de muerte en un caso federal de Nueva York fue en 1953 cuando Julius y Ethel Rosenberg, una pareja casada, fueron ejecutados después de haber sido declarados culpables de conspiración para cometer espionaje para la Unión Soviética durante la Guerra Fría.