Quien hubiera imaginado, hace once años, que la Fiesta Provincial del Pan Casero se convertiría en uno de los eventos más convocantes de Entre Ríos. Cada vez que llega la última semana de enero, la localidad de Sauce de Luna – ubicada en el Departamento Federal y con una población de seis mil habitantes – se transforma por completo. Miles de espectadores provenientes de todos los rincones de la provincia recorren varios kilómetros para asistir a esta gran cita cultural cuyas miradas se canalizan en un solo foco de atención: el pan casero.

Este año se celebró la undécima edición, que superó ampliamente todas las expectativas, a pesar que la lluvia impidió que se desarrollara con normalidad lo previsto para el día viernes. Los números hablan por si solos y las imágenes que están recorriendo las redes sociales dan cuenta la cantidad de gente presente. 50 mil almas deambularon por el predio tanto el sábado 28 como el domingo 29.

 

 

Algunos arribaron a Sauce por primera vez, intrigados por conocer esa fiesta de la que todos están hablando. Otros, en cambio, fueron con ganas de más y con la motivación de las ediciones anteriores. Algunos cayeron bajo la tentación del olorcito despedido por los hornos y otros por la destacada grilla artística que desplegó todo su talento en el escenario. Esta cartelera es bastante particular en comparación con el resto de los festivales. Por ordenanza municipal, desde el 2016, el 70 por ciento de los artistas que se suben al “Raúl Benítez Ríos” tienen que ser entrerrianos.

Entre los nombres que se destacaron el fin de semana pasado figuran Padularosa Romero, Los Ara Vera, Palo Santo, Miguel Figueroa, Tomy Saccani, La Clavija, Sofi Drei, Manos Amigas, Rubén Giménez, Bernardita Gutiérrez, Los Piovano, Monchito Merlo, Robertito Luna, Juan Manuel Bilat, Los Reales del Chamamé, Marianela Obispo, Los del Gualeyan, Martín Lubezni, Damián Lemes, Mauri y Simón Merlo, Rubén Cuesta, María Luz Erazun, Michelle Mosna, Pasión Campera, Los Majestuosos del Chamamé, el ballet oficial y Delegación de Sauce a Jesús María.

 

 

En diálogo con Mirador Entre Ríos, el director de cultura de Sauce de Luna, Gustavo Saccani, dejó en claro que “el balance es positivo. Creemos haber juntados 50 mil personas en las dos fechas del festival. Lamentablemente, el viernes por la lluvia tuvimos que cancelar y armamos en el momento un estilo de peña, que se hizo dentro del Polideportivo para aquellos que ya habían llegado y para los que estaban alojados en camping y casas individuales en la localidad”.

“El día jueves tuvimos récord de asistencia para la noche joven, que sirve no sólo para probar sonido sino también para que los jóvenes disfruten. El sábado fue el día que nos sorprendimos porque colapso de gente en todo el predio. Fue una cifra récord para la localidad en estas 11 ediciones del Pan Casero. Nunca antes habíamos visto esta cantidad de gente.

 

 

Gratamente nos pone muy contentos. Esto nos hace trabajar y pensar para mejorar las condiciones. Nos tenemos que preparar para seguir creciendo día a día”, agregó.

-¿Por qué crees que es tan convocante esta fiesta?

-Yo creo que hay dos factores. Por un lado, es una fiesta única y diferente. No existe una fiesta como la del Pan Casero en ninguna parte de la provincia. Es una fiesta que rescata los valores entrerrianos y sus tradiciones. No tenemos en cuenta el marketing ni la parte comercial, tampoco nos interesa. Y el punto dos es la gratuidad. Nosotros creemos en el acceso libre para quienes quieran entrar a la fiesta sin cobrarles un centavo. Familias enteras, sean del nivel adquisitivo que sean, pueden ingresar teniendo el mejor auto, camioneta o moto. Acá no se hace diferencia por ningún tipo. Acá pueden venir personas que van a diferentes festivales pero también nos visitan personas que quizás éste sea el único festival al que puedan concurrir durante todo el verano y a nosotros nos pone muy contentos.

-¿Cuál ha sido la repercusión de los artistas?

-Cada uno de los artistas que bajaba del escenario nos daba un abrazo y nos decían que esperaban volver para la próxima edición y que es lo mejor que tenemos en la provincia. Remarco las actuaciones de Juan Manuel Billat, Damián Lemes, Marianela Obispo, María Luz Erazun, entre otros. Jóvenes entrerrianos que siempre están tratando de incursionar en diferentes escenarios y nos remarcan que el escenario de Sauce de Luna es un escenario diferente. A ellos les encantaría volver a vivir la experiencia. El show de Billat, por ejemplo, fue de una calidad alta a nivel nacional, no lo puedo explicar con palabras. Es una inversión que vale más allá del dinero. Puedo hablar de distintos artistas que cuando bajan del escenario muestran su gratitud de haber estado. En esta edición tuvimos que reubicar la cartelera del día viernes. Hicimos que ninguno se pierda la posibilidad de estar. Tuvimos que reducir horarios y hasta modificarlos. Por suerte, cumplimos con cada uno de los artistas.

-Una grilla de artistas entrerrianos para destacar

-Desde una Ordenanza Municipal creada en el año 2016, nosotros tenemos la obligación tanto jurídica como moral de cumplir con la entrerrianía. El 70 por cierto de los artistas tienen que ser entrerrianos y por suerte, este año superamos ampliamente ese porcentaje. Tuvimos muy pocos artistas de afuera de la provincia, es el caso de Monchito Merlo, Miguel Figueroa o Martín Lubezni, entre otros. Esta es una de las recomendaciones que nos hace el público que nos visita, especialmente los artistas, quienes destacan el gran interés que le damos a los artistas entrerrianos.

-Obviamente, quien se lleva todas las miradas es el pan casero

La base de nuestra fiesta es el pan casero. Es la producción, son las panaderas y panaderos. Nosotros nos caracterizamos por ser una fiesta y no un festival. El escenario le da la frutilla al postre, pero el postre en si es el pan y su fabricación. Durante todo el año trabajamos con diferentes panaderas a nivel invitación. Ellas van amasando los domingos previos al festival. Comenzamos unos cuatro o cinco meses antes. Cedemos una bolsa de harina, tres kilos de grasa y un cubo de levadura. Con eso, ellas fabrican el pan, lo venden en el Polideportivo Municipal y se van preparando para no perder el ritmo. A los hornos también los vamos manteniendo durante el año. Cuando se acerca la fiesta reunimos a todas las panaderas que trabajaron durante el año. Se labra un acta donde la Municipalidad les cede los materiales y ellas ponen su fuerza de trabajo. El porcentaje de las ganancias se reparte entre las panaderas y la comisión de la fiesta para solventar gastos.

-¿Cuántos equipos de trabajo tuvieron en esta edición?

-Este año tuvimos siete equipos de panaderas que se manejaron en las cuatro jornadas y cocinaron en los cinco hornos que tienen a disposición. Fue impecable cómo trabajaron estas mujeres con un ritmo muy entrenado, sin parar. Abastecer a 30 mil personas no es fácil, pero la idea es que cada uno pueda llevarse un pan. Lo que implementamos es el stock de compras porque si uno está en la fila, compra 10 panes y tiene gente esperando atrás con 60 metros de fila es muy injusto. Entonces reducimos la capacidad de compra para tratar de brindar la posibilidad de que todos puedan probar el pan casero de Sauce de Luna. Acá todo se vende desde el pan casero hasta la torta asada.

-¿Cómo es el proceso de producción?

-Los famosos hornos de Sauce de Luna tienen un tamaño grande y se pueden hacer aproximadamente 50 panes por horno. Lo que hace una suma total de 250 panes por tirada, que en menos de cinco minutos se venden. Es algo impresionante y que nos asombra mucho. Nos complace saber que las panaderas puedan vender y que la gente que nos visita pueda comprar el pan, pero también nos pone muy triste cuando la gente tiene que hacer mucha espera. Pero no se puede superar el nivel de producción, aunque es algo que intentaremos superar para las próximas ediciones porque es un reclamo permanente que se nos viene haciendo. El pan depende del nivel de tiempo y de producción, no de la cantidad de hornos. La producción lleva dos horas desde el amasado hasta que el pan se saca del horno. Se puede ir adelantando con un nuevo amasado pero más que eso no se puede hacer. Todo se hace acá, en el momento, fresco.

-Como en ediciones anteriores también estuvo el “Pan Gigante”

-El pan de 3 metros tiene aproximadamente 300 kilos y se ha implementado desde el 2017. Tiene 45 centímetros de ancho y unos 50 centímetros de alto. Se lo denomina como el “pan gigante”. La producción total tarda unas nueve horas. Este año las encargadas fueron Laura Martínez y su equipo. El trabajo comenzó a las 3 de la tarde y a las 12 de la noche lo fueron sacando del horno. Esto es cansancio pero también la esperanza de cómo iba a salir ese pan. Este “pan gigante” es el que se comparte con el público y se lleva al escenario de la peña. Por la cantidad de gente es imposible llevarlo al escenario mayor. Hay público que va por los números artísticos, por la bailanta y también por el pan gigante.

 

 

-¿Cómo arranca esta fiesta?

-La primera edición fue en el 2012. Fue una peña que arrancó en el acoplado de un camión municipal. Era un Fiat bastante viejito y se hizo en el playón donde se hace la peña. Al vehículo se le sacó la chapa y se le agregaron unas cortinas atrás. Los primeros dos años se hizo una competencia de pan casero. En esa segunda oportunidad vino un hombre de Feliciano y le preguntó al entonces intendente de Sauce de Luna, Jorge Lacoste, donde podía comprar pan casero a lo que Jorge le responde que sólo era una competencia, que no vendían. Al año siguiente (2014) comenzaron a vender al público. Tampoco se ha cortado la competencia, que en este 2023 tuvo como ganadores a competidores de El Palenque.

-¿Cuántas personas asistieron?

-En esa primera edición se calcula que asistieron unas mil personas. Tuvimos mucho público de localidades vecinas y se hizo en un solo día. El show musical de esa época, manteniendo la entrerrianía, fue Reynaldo Mathey Doret, quien fue acompañado por artistas locales. La segunda y tercera edición se hicieron de dos días, mientras que la cuarta y la quinta se extendieron a tres días. En la sexta edición empezamos con la noche joven.

-¿Qué esperan de la fiesta a futuro?

-Esperamos cumplir con las expectativas del público que nos visita, esperamos mejorar la cantidad de producción de pan. Queremos que la gente pueda estar cómoda, garantizar los servicios y que puedan disfrutar de los espectáculos, respetando la entrerrianía y que, a través de esta gratuidad, queremos mantenerla siempre viva. Este año se nos hizo cuesta arriba. Lamentablemente no pudimos recibir ayuda de ningún ente gubernamental y el costeo fue ciento por cien de la fiesta, que es organizada por una comisión que la integran funcionarios municipales y concejales de ambos bloques.