Según el Ministerio de Salud de la Nación, se entiende por consumos problemáticos a todos los consumos que afectan negativamente, en forma ocasional o sostenida en el tiempo, la salud física, psíquica del sujeto, y/o las relaciones sociales pudiendo llegar a afectar el vínculo con la ley.
Los consumos problemáticos pueden manifestarse como episodios ocasionales, abusos o adicciones a sustancias como el alcohol, el tabaco, drogas psicotrópicas legales o ilegales, así como también conductas compulsivas de los sujetos hacia el juego, las tecnologías digitales, la alimentación, las compras o cualquier otro consumo percibido como incontrolable.
Entre los consumos problemáticos, los que más dificultades causan son los relacionados con la droga y el alcohol, ya que estas sustancias generan conductas que llevan a los individuos a perder la calidad de vida y quedar, en muchas oportunidades, marginados de la sociedad.
Con el objetivo de atender los casos y realizar un abordaje integral, el concejal Juan Domingo Gallo (FDT) presentó un proyecto que impulsa una campaña de prevención y concienciación, pero que también incluye un tratamiento con salida laboral para quienes necesiten asistencia.
Por un lado, pretende buscar un canal activo para emitir mensajes que creen conciencia sobre el consumo, pero a la vez, quiere promover la inclusión social de las personas con esta problemática ya que, según observa, es difícil que alguien que logra superar una adicción consiga trabajo y logre reinsertarse.
En diálogo con Mirador Entre Ríos, Gallo contó que se trata de un proyecto de ordenanza “que tiene como fuente jurídica un programa que se aplica en Santa Fe, tanto en la ciudad capital como en Rosario. Allí tienen desarrolladas las actividades hortícolas urbanas y sancionaron ordenanzas que plantean la posibilidad de inclusión social como una forma de reinserción o ingreso económico a quienes tienen consumos problemáticos. Por lo general, la persona que consume termina siendo estigmatizada y señalada por la sociedad. Las adicciones generan, lamentablemente, vínculos con la inseguridad y la violencia y lo que buscamos es generarles un ingreso, que tengan trabajo, pero también que puedan volver a tener vínculos, contacto con la sociedad”.
Sumar y trabajar en conjunto
Aunque el proyecto es reciente y todavía no fue discutido, antes de que comience el período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante el edil quiere pulir detalles y dejar todo estructurado para que luego sea fácil aplicar la iniciativa.
–¿Cómo van a instrumentar el proyecto?
–Hablé con el secretario de Desarrollo Social, Fernando Barboza, porque dentro de su área está la Dirección de Economía Social, a cargo de Alba Ponce, y allí ellos tienen proyectos hortícolas. A la vez tenemos pensado trabajar con el Centro de Fortalecimiento Social, en donde tienen el teléfono 132, en el que pueden ser atendidas las personas con adicciones y allí comenzar a tratarse, para luego ser incluidas en este programa.
Iremos viendo también canales de difusión para concienciar, ya que queremos también estar en el paso previo que es el de dar a conocer detalles sobre adicciones, lo que provocan y demás y que el mensaje cale hondo.
–¿Hay algún relevamiento sobre los casos de consumos problemáticos que recibieron en este tiempo en los centros de atención?
–Consulté cuántas personas hay y me respondieron que son 28 las personas que están recibiendo tratamiento psicológico ambulatorio en el Centro de Fortalecimiento Social. Además, ellos trabajan en conjunto con el Hospital Felipe Heras, que tiene la sala de salud mental, pero de allí todavía no hicimos relevamiento porque no van sólo por consumos problemáticos.
También hay parroquias y otras organizaciones religiosas que hacen trabajo de prevención o tratamiento de adicciones, pero esto recién está en proceso e iremos avanzando.
–¿Trabajarán solo con las personas que están siendo tratadas o saldrán a buscar en distintas zonas también?
–Es un proyecto de ordenanza que está abierto para que todos puedan aportar. Tendremos en cuenta lo que hace cada una de las instituciones que están trabajando con personas que tienen problemas de consumo y si se puede sumar desde nuestro lugar también conteniendo casos, lo haremos.
Nuestra idea es ser una opción para que la recuperación sea total, que quienes asistan a las huertas terminen teniendo eso como una herramienta de salida del consumo, pero también de salida laboral. Queremos formar un equipo que trabaje con ellos y que tengan la posibilidad de volver a los sueños que tenían antes de consumir.
–¿Hay alguna estadística sobre la reinserción de las personas que logran salir de una adicción?
–Hasta el momento no hemos visto eso. Hay algunos registros que llegan hasta 2019, pero concretamente no hay ese tipo de estadísticas. Tengo la idea de crear un observatorio para centralizar la información y ver dónde estamos parados con este tema. Queremos conocer cuántas personas logran rehabilitarse del todo, ya que hay muchos casos de gente que deja de consumir, pero recae. Con este proyecto pretendemos ordenar todo para tener datos claros.
Debate y espacio
–¿Hay fecha estimada de tratamiento del proyecto?
–Por ahora no, pero las sesiones ordinarias están por empezar y allí plantearemos el tema. Primero debemos debatirlo en comisión, luego escuchar a quienes tengan aportes y luego lo trataremos. El intendente ya está al tanto del tema y nos ayudará también, se comprometió porque le gustó la iniciativa.
–¿En qué espacio ubicarán la huerta?
–Es temprano todavía para saber en qué lugar hacerlo, y la idea es tener varias, pero estuvimos pensando en terrenos fiscales, o tal vez hablar con algún privado que tenga algún inmueble que no utilice para que allí puedan ir a capacitarse, asesorarse y recibir las herramientas para producir.