Este 3 de mayo se cumplen 250 años de la llegada de la imagen actual de la Virgen del Rosario. Aquella que se resguarda en la cripta de la catedral y que sale en peregrinación cada 7 de octubre, el día conmemorativo.
Aquel mayo de 1773, llegó a la Villa del Rosario la figura mariana que fue base para la aldea que se transformaría 100 años después, a través de la visión del político Justo José de Urquiza, en un puerto de ultramar y en una ciudad de inmigrantes con ganas de progresar.
El historiador Miguel Carrillo Bascary explica con detalle la llegada de la virgen gaditana al sur de la provincia de Santa Fe en su blog Banderas de Argentina y de todo el mundo (banderasargentinas.blogspot.com). Según resume Carrillo, en 1730, se creó el curato del Pago de los Arroyos para las necesidades de los católicos de esta región. Al año siguiente, el padre Juan Ambrosio de Alzugaray fundó la primera escuela gratuita para los niños de la zona. El primer bautismo de la pequeña iglesia, se realizó el 7 de mayo de 1731 y ella fue Petrona Ávalos. Desde el punto de vista religiosa, Petrona es la primera rosarina de la historia.
Cinco años más tarde se creó la Cofradía de la Virgen del Santísimo Rosario. Y en 1746 se inició la construcción de la primera capilla de adobe en el mismo lugar donde está la catedral hoy, en la esquina de calles Buenos Aires y Córdoba. La rusticidad imperó en esa construcción precaria que respondió a aquellos tiempos, mediados del siglo XVIII, de escaso desarrollo en el país. Hacia 1757, la parroquia fue nombrada como Nuestra Señora del Rosario. La localidad muy pequeña alrededor de la iglesia se denominó Villa del Rosario.
Aquel tercer día del mes de mayo de 1773 llegó de Cádiz, Andalucía, Reino de España, la figura que hoy se cuida y se venera. Como explica Carrillo Bascary, fue moldeada en madera de sándalo y tiene una altura de 43 centímetros. En la actualidad, se puede observar en la cripta de la catedral.
Una parte más conocida de la historia es aquella en la que el porteño Manuel Belgrano fue el protagonista. El 27 de febrero de 1812 enarboló la primera bandera celeste y blanca (con una sola franja de cada color) que luego sería el símbolo patrio argentino. Belgrano se alojó en una casa a metros de la capilla. Se estima que pudo haber acudido a la iglesia en su estadía por Rosario más recordada.
El 5 de agosto de 1852, la villa del Rosario fue declarada ciudad y puerto de ultramar de la Confederación Argentina que presidiría Urquiza a partir de 1854. Estas dos acciones le dieron un gran impulso a la urbe. También la creación del Ferrocarril Central Argentino desde las orillas del río Paraná hasta la ciudad de Córdoba, otra iniciativa del general Urquiza que se concretó después de su presidencia, a partir de 1863.
La ciudad vivió una explosión demográfica impulsada especialmente por italianos y extranjeros de otras nacionalidades que se tradujo en la ampliación del templo. El edificio actual, con escasas reformas, comenzó a construirse en 1888 y se terminó en el año 1910. La imagen traída desde el sur de Andalucía, con algunos renovaciones en su aspecto, permanece en la catedral para ser venerada cada 7 de octubre.