La presencia de Sebastián Crismanich es la más destacada de los Juegos CReAR (Centro Regional de Alto Rendimiento) que se disputan esta semana en el Parque de la Independencia en Rosario. El taekwondista logró ser campeón en Londres 2012 con una actuación sobresaliente. Paula Pareto y Crismanich son los únicos dos argentinos campeones olímpicos en pruebas individuales en los seis juegos que se disputaron en este siglo. Un logro harto difícil.
El deportista se presentó este jueves a dar una charla sobre su experiencia. Vistió una campera bordó con los anillos olímpicos en la zona del corazón y con una leyenda en el dorso: “athlete role model” (atleta modelo). Una misión que encarna el nacido en la ciudad de Corrientes desde hace años. Por la tarde, se puso el dobok, la vestimenta para practicar su deporte, y lanzó unos golpes al aire. Entre una actividad y la otra, este atleta fenomenal y poco conocido para el gran público habló con Mirador Provincial.
-¿Qué los trajo a tu hermano Mauro, que es entrenador de taekwondo, y a vos a los Juegos CReAR?
-Dar esta charla, donde expresamos nuestra experiencia de vida, nuestro recorrido desde el inicio a lo que es el alto rendimiento, lo que es llegar a un juego olímpico. Y a posterior el trabajo de formación con atletas que estamos haciendo. Hay muchos chicos que quizás hoy se le despierten las ganas de practicar uno u otro deporte. Creo que eso es importante. Es un aporte a la comunidad. Es algo que cada uno desde su lugar trata de incentivar. Si pueden llegar a ser el día de la mañana representantes de la nación, sería mucho mejor.
-Ya pasaron más de 10 años de tu medalla de oro, ¿qué te queda al margen del éxito deportivo grandioso?
-Lo más importante gracias a ese impulso que dio esa medalla de oro en juegos olímpicos fue el trabajo que se vino haciendo con mi hermano. Tratar de que tenga un efecto multiplicador. Tratar de motivar en otros chicos. Ser la guía de muchos de los chicos que hoy están en ese recorrido. Más allá de que lleguen a lograr ese resultado o no, haberles tocado el corazón con algo tan lindo como es el deporte siento una enorme satisfacción. Nunca pensé que podía llegar así a otras personas que no me conocían personalmente.
-Ustedes hablaron de cuatro componentes, cuatro patas de una mesa para llegar al éxito. ¿De qué se trata?
-La actividad deportiva o recreativa, en los chicos, en los jóvenes y en los grandes también, es fundamental. Si uno empieza a buscar el alto rendimiento, si el chico tiene deseos de llegar a la alta competencia, uno tiene que saber, en que la realidad en que vivimos en nuestro país hoy necesita diferentes componentes. Uno que obviamente el chico quiera, que tenga pasión por lo que está haciendo porque es lo que lo va a sostener en el tiempo cuando la motivación baje. Esa pasión, ese deseo, ese objetivo que se propuso con esto lo va a sostener para que siga arriba del ring. Esa es la primera pata. Es la más necesaria porque todo parte de ahí. El acompañamiento de la familia es fundamental. Es la segunda pata y casi tan importante como la primera. Que la familia esté apoyándolo en ese compromiso, entienda lo que ese chico quiere hacer. Cuando flaquea estar ahí poniéndole la espalda porque van a venir momentos de frustraciones, momentos de desmotivación. Ahí para eso está el equipo principal que es la familia. Tercero, que esté el equipo de trabajo multidisciplinario con la capacidad necesaria para llevar a ese chico a un alto rendimiento. Y cuarto, que esté la pata económica para poder solventar ese proyecto. El taekwondo sigue siendo uno de los deportes más económicos, pero no deja de tener un gasto grande que es viajar, pagar inscripción, protecciones y demás. Lleva un paquete económico importante que hay que buscar cómo solucionarlo. Al principio, será hacer empanadas, pastelitos. Lo que haya que hacer para sostener ese proyecto.
-¿Adónde está la medalla ganada en Londres?
-Yo la tengo en el lugar más sagrado de mi vida que es cerca de mi mamá. La tiene guardada ella. Cuando volví se la di recordando esa primera vez que pregunté si ella creía que yo podía convertirme en campeón olímpico. Yo tenía ocho años de edad. Venía de escuchar la charla de un atleta olímpico y fue el momento cuando mi mamá me dijo que ella creía que yo lo podía hacer porque veía que me esforzaba en todo lo que hacía. En el estudio, como hijo, como deportista. Ella me dijo que sí. Por eso la medalla está con ella.
-Me han comentado que tu padre ha sido también muy importante en tu formación y en tu éxito deportivo.
-Sin duda. Creo que fue el carácter, la decisión y la guía que tuve. La visión que tuvo mi papá para con mi hermano y conmigo hoy muchos padres, muchos dirigentes tratan de emularlo porque lo que ha hecho mi papá con nosotros es fuera de serie. Inclusive socialmente.