El intendente de la ciudad de Rufino, Natalio Lattanzi, aseguró que el conflicto con los empleados municipales de Rufino “no está resuelto” sino que se encontró una “vía de salida” para poner paños frío a un conflicto que perduró por más de 22 días. Ahora, el mandatario acudió a la Justicia para que determine si la decisión de descontar los días no trabajados por el paro provincial de los días 27 y 28 de abril. A su vez, presentó una denuncia penal para que se investigue la agresión que sufrió fuera del Palacio Municipal, en medio de una movilización gremial y por el “secuestro de herramienta y maquinarias” que impidió que los servicios se sigan prestando mientras avanzaba el plan de lucha de los operarios.
Cabe recordar que dicho conflicto se desató durante los primeros días del mes de mayo, cuando los trabajadores se encontraron con el descuento de los dos días no trabajados, 27 y 28 de abril, al desarrollarse un paro provincial convocado por la Festram. Previamente, el intendente Lattanzi había anunciado públicamente esta decisión, considerando que la medida no era legítima, porque los reclamos no eran al Municipio, sino a la Provincia.
La respuesta de los empleados fue iniciar un paro por tiempo indeterminado, solicitando al gobierno local que revea la medida y abone los días descontados. Con el correr de los días y la falta de consenso entre las partes, los gremios que representan a los municipales organizaron una protesta frente a la sede de la Municipalidad que se tornó violenta e incluso agredieron físicamente al propio Lattanzi.
Finalmente y luego de 22, el lunes, en una audiencia que se llevó a cabo en el Ministerio de Trabajo de la Provincia (la tercera para intentar destrabar esta situación), se logró un acuerdo, donde el Estado local abonaría los días descontados y se levantaría el paro.
Si bien parecía que todo se había terminado con esta mediación, no es así, ya que el intendente rufinense anunció que el conflicto continuará por la vía judicial. “Por un lado está el descuento de los días, que seguimos sosteniendo que el paro fue ilegal; y por otro el patoterismo y la agresión que sufrí por parte de los representantes sindicales, además el secuestro indebido de maquinarias”, comentó, asegurando que “nosotros acataremos lo que la Justicia resuelva”.
Denuncias penales
Lattanzi también afirmó que hicieron denuncias penales contra Sitram (Sindicato de Trabajadores Municipales) y Festram porque “viajaron 400 kilómetros, 8 colectivos, 4 trafic, más de 500 personas que se agruparon en la puerta de la Municipalidad, solo para atacar y golpear a un intendente. Nosotros no estamos acostumbrados a estas cosas ni nos vamos a acostumbrar, sino que vamos a hacer lo que corresponde para combatir las mafias sindicales que quieren meter miedo”.
Para el jefe de gobierno rufinense, “si un intendente hubiera salido a agredir a un sindicalista, le pedirían la renuncia o estaría preso; sin embargo como fue a la inversa, por ahora no hay ningún reconocido ni detenido aunque hayamos entregado las imágenes y pruebas suficientes”. Y añadió: “Necesitamos que la dirigencia sindical respete las instituciones, dejando de lado los aprietes y las amenazas. En estos tiempos ya deben pensarse en otras maneras de reclamar, porque nosotros reconocemos el derecho a huelga, pero no aceptamos las formas, con extorsiones, palos o puñetazos”.
La otro denuncia fue por “secuestro de la maquinaria municipal” que impidió poder cumplir con las prestaciones básicas durante los días de huelga. “Por suerte tuvimos vecinos y vehículos particulares que nos ayudaron y pudimos estabilizar la situación, en especial con la recolección de residuos”, enfatizó.
“El que no trabaja, no cobra”
El intendente aseguró que la política en Rufino es “el que no trabaja, no cobra”, porque “nuestra ciudad era un 'viva la pepa', durante muchos años, porque había 800 empleados, de los cuales 150 eran ñoquis y por pagarles no había herramientas ni equipos para poder brindar los servicios. Hoy, luego de 6 años de tener el registro de ingreso a la Municipalidad cerrado, tenemos una planta estabilizada y terminamos con la precariedad laboral, pero también con los kioscos de algunos”.
Lattanzi también resaltó que estos paros provinciales tuvieron una baja adhesión de los empleados, ya que “el 60 por ciento trabajó normalmente y sabemos que de ese 40 que se sumó, muchos lo hicieron por la presión y amenazas que ejerce el gremio”.