Las amigas Trinidad y Margarita esperan la llegada de Nina, y se vuelven víctimas y victimarias de sus propios miedos. Con humor ríspido, en el que prima el absurdo y algo de crueldad, las amigas buscan sostener la trampa esperpéntica en la que se han sumergido a sí mismas.
Las protagonistas, locas hasta el frenesí gozoso de la exhibición de sus padecimientos, juegan la competencia que las llevaría al logro de devenir finalmente en cadáver triunfante. Tan ensimismadas no reconocen lo propio ni aunque remita a un ritual de todos los años. Lo que golpea la puerta es pura amenaza, no es Nina aunque sea Nina.
La obra La prudencia muestra con su humor negro el abismo que existe entre una prudencia loca y la construcción de cuidados, al barro sin ideas donde los discursos se visten de queja pidiendo inútiles la violencia como respuesta a la violencia. El dislate de las situaciones desemboca en actos irreparables, y en tren de justificar incluso lo injustificable, no logran oír más que sus propias e incendiarias carcajadas.
El domingo 6 de agosto es el estreno de la obra La prudencia, que se podrá ver cada domingo de agosto a las 20 en Espacio Bravo (Catamarca 3624, Rosario). Esta obra cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro. Se realizan reservas al 341-3158269.
Ya desde el nombre la obra plantea el tono sobre el clima reinante de la época en esta ciudad ante la realidad de violencia social e inseguridad. Para conocer un poco más sobre la obra, Mirador dialogó con su directora Luciana Di Pietro.
Mirador: - Llama la atención que se enuncia desde el grotesco y lo satírico. ¿Cómo pensaron, el dramaturgo y vos, para esta obra, en esos recursos para hablar de algo tan duro como la realidad?
Luciana Di Pietro: -Justamente la posibilidad de hablar de estos temas me seducía por varias razones, una de ellas era poner ciertos discursos, que priman hoy en nuestra sociedad en torno a la violencia, en boca de estas personas que se tornan ridículas cuando alguien las
escucha, y enseguida uno tiende a distanciarse. Quizás es prácticamente el mismo discurso que sí suele ser aceptado de otras bocas, entonces nos permite problematizar eso que escuchamos. Además el grotesco nos habilita a contrastar lo trágico y lo cómico, poner sobre la mesa cuestiones angustiantes sin angustiar, quitándole solemnidad o grandilocuencia.
M: - Los devenires de los personajes deben tener un alto grado de paranoia ¿Cuáles son sus mecanismos ante el miedo?
LDP: - Sí, la paranoia es una característica de los personajes pero está trabajada para que no sea del todo auténtica. No hubo intenciones tampoco de construir algo en torno a la locura. Ese miedo que aparece también forma parte de la reproducción de los discursos que mencionábamos antes. Me interesaba más mostrar lo peligroso del envalentonamiento a raíz de esos discursos que priman, y cómo opera la competencia entre los personajes a la hora de cruzar todos los límites. Son mujeres para las que no hay mucho borde, pero la pretensión de ser algo que no son, la demostración y la competencia feroz es más fuerte y genuina que el miedo real.
M: - La tercera amiga aparece como lo exógeno, pero esto llama la atención porque no deja de ser mencionada como amiga ¿Qué rol cumple su llegada?
LDP: -En La prudencia hay dos cuestiones que aparecen como “lo peligroso”, como amenaza, y son el afuera, y los otros. Y la tercera amiga conjuga ambas cosas. Como bien decís representa lo exógeno pero también hay familiaridad y cercanía, y esa contradicción es interesante
porque no hay nada lineal en esta obra. Creo que la ambigüedad que nos propone Gotbeter tiene que ver con todas esas características de personajes que por momentos te enternecen, por otros te avergüenzan, por otros te enojan, o te divierten. Son todo eso junto. La llegada (y previa espera) de la tercera destraba algo importante. Marca un antes y un después en el desarrollo de esa noche de año nuevo, porque cuando llega, ocurre, en palabras de ella misma, “Lo inevitable”.
Ficha artística
Autor: Claudio Gotbeter
Dirección: Luciana Di Pietro
Actúan: Florencia Pilotti
Macarena Goicoechea
Luciana Di Pietro
Producción: Alita Molina
Vestuario: Lorena Fenoglio
Técnica (sonido e iluminación): Alejandro Ariel Martín
Realización de escenografía: Fernando Pilotti
Fotografías: Juan Pablo Giordano