“Vuelan y olvidan, nunca tuvimos control, y al final azar no hay”, canta Galean en “Nuestros dragones”, penúltimo single que estrenará este año y que fue grabado junto a los músicos Dan Hakim y Paco Leiva.
Registrado durante las sesiones de grabación de su cuarto álbum -el que tiene como fecha de estreno en 2024-, la canción se aleja del formato guitarra-voz que el músico y compositor argentino presentó en sus últimos estrenos (“Desamor/El Disfraz”, “Libra/Escorpio” y “Visión/Níspero”) para acercarse a una estética oscura y analógica que fusiona con frescura y expansión el indie lofi de Brooklyn con tintes psicodélicos e influencias del rock progresivo de Invisible: “Soy bastante ecléctico, me gusta ir cambiando”, asegura Galean y continúa: “Sentí que era momento de mostrar otra faceta mía que hace un par de años que la tuve medio en stand-by. Los shows en vivo con banda suelen ser muy explosivos, pero la gente no me asocia necesariamente al rock. Esta canción tiene algo rockero que me encanta y me dan ganas de compartir”.
Escrito junto a la artista visual Roberta Di Paolo, “Nuestros dragones” toma el concepto mitológico de los dragones como fuerzas inconscientes e indomables de la naturaleza y los asocia a las pasiones humanas, las que muchas veces son reprimidas por ser consideradas oscuras y/o poco sanas. Así, la invitación que hacen los artistas -de la mano de una letra con imágenes poéticas- es a mantener un vínculo abierto y cariñoso con nuestras pasiones, para así lograr tomar contacto con lo profundo y misterioso y generar la muerte y renacimiento que se da en los procesos vinculares. Sobre la idea, Galean detalla: “Nuestros Dragones representa ese intercambio de sustancias invisibles que se transmiten entre las fuerzas yin y yang. Esta canción nos trae esa fruta prohibida que es la pasión, desata los dragones que suben por la espada en un espiral ascendente y crea una tercera fuerza que es fruto de los dos”.
En conversación con Mirador el músico y compositor nos habla de este nuevo single y de otros temas.
-¿Cómo surge “Nuestros dragones”?
-Surge de un momento muy creativo en el que estaba grabando muchas canciones distintas entre sí, en una búsqueda por nuevos sonidos. Brota de un encuentro con mi actual pareja, de la espontaneidad de crear y sobretodo del infinito caudal de La Fuente.
-¿En qué te basaste musicalmente para hacer este single?
-Esta canción tiene cosas que venía escuchando: Nick Hakim, Sam Evian, gente de Brooklyn. También tiene cosas muy de la época de Invisible y música que escuchaba de adolescente. La grabé junto con los Leiva y eso le dio un sonido interesante, más rockero.
-¿Cómo nace la pasión por la música?
-Desde muy chico. Por mi lado paterno venimos de familia de músicos así que no tardé en agarrar la guitarra. A eso de los 7, 8, mi viejo me mostró Los Beatles y Los Gatos, con eso me fui a volar y todavía no aterrizé.
-¿Cómo transitas cada proceso de composición y esa ida y vuelta en el proceso?
-A veces con paciencia, a veces impulsivamente, todo depende de la canción y del momento que esté atravezando. Por suerte lo llevo con naturalidad, entiendo que los procesos a veces pueden ser muy largos.
-¿Cómo te llevas con las contradicciones de la vida?
-Somos contradicción, al menos gran parte del tiempo. Amigarse con eso hace que la vida sea más divertida. Me gusta saber que no soy solo una cosa y que no todo es compatible.
-¿Qué hallaste en el camino de la música?
-Lo que hubiese hallado con cualquier otro camino. El camino puede ser de muchas maneras, colores y olores. Pero en definitiva, si es un verdadero camino, con corazón, uno se halla a sí mismo.
-¿Quiénes son tus influencias musicales?
-Me gusta toda la música hecha con corazón. Cada vez escucho más música ambientr y menos cantada. Música del mundo, cosas distintas, que se destaquen. Obvio que amo desde la música tradicional de los pueblos originarios hasta Bach, Stereolab o el Uk Garage de los 90s. De todas formas, hay cosas con las que no tranzo.
-¿Qué opinión tenés del avance de la inteligencia artificial?
-Son cosas que vienen hace muchos años siendo maceradas. Es algo inevitable y forma parte de una ingenieria social, volvernos cada vez más inútiles y adormecidos. Sin embargo eso ya sucede con los celulares y televisores y yo estoy escribiendo esto desde uno de ellos, volvemos a las contradicciones. Todo depende de cómo nos vinculemos con el entorno y lo inevitable del “progreso”.
-¿Cómo te llevas con el público que interactúa en las redes?
-Con el público bien, con las redes maso. Las uso pero a veces me pierdo. La mayor parte del tiempo te diría. Trato de no olvidarme que del otro lado hay un ser humano que se divierte o emociona con mi música. Es una línea muy fina entre convertime en un creador de contenidos y un artista. Justo ahora me encuentro en un impass de redes.
-¿Te han mencionado que tenés un parecido a Adrien Brody?
-¡Sí! De hecho hice un casting para una peli que buscaban parecidos de él. La otra vez compartí un video de él pasando música con un sahumerio prendido y mi viejo pensó que era yo.
-El videoclip Azul tiene una puesta en escena y escenografía muy impactante, ¿Sos de involucrarte en cada detalle de tu música y creación o soles dejar que los demás se encarguen?
-Me gusta participar, involucrarme y aprender. Saber qué es lo que quiero cada vez con mayor certeza y claridad. El día que pueda desligarme y que otras personas se encarguen 100% también lo voy a agradecer, pero vivo en un país donde el arte a veces tiene que atravesar años de autogestión, y eso es un gran valor.