Está claro que no es el paraíso ni mucho menos, pero en Newell’s se respira otro aire desde la llegada de Cristian Fabbiani. A base de resultados positivos y un claro repunte en la imagen que deja el equipo partido tras partido, los ánimos se calmaron en el club rosarino después de semanas muy calientes. También influyó, claro está, la confirmación por parte de la comisión directiva de que las elecciones se adelantarán para el próximo mes de junio.
En lo estrictamente futbolístico, el “Ogro” le dio orden al equipo, en el marco de una idea de juego que parece más acorde al plantel que la “Lepra” tiene en la actualidad. Ahora el DT tendrá dos semanas para seguir profundizando conceptos y para preparar un tramo final de torneo que será muy duro.
Haber rescatado un punto de su visita a Estudiantes de La Plata, es todo un dato positivo para este Newell’s que venía de golpe en golpe. Pero lo más importante no fue el resultado, ya que Newell’s sigue estando lejos de los puestos de clasificación y necesita ganar para acercarse al octavo lugar –el último que clasifica a los play off–, sino la prestación del conjunto “rojinegro”, que ya no es tan vulnerable como en la anterior etapa conducida por Mariano Soso.
“De a poquito, el equipo está logrando lo que a mí me gusta: comprometerse y tirarse de cabeza”, dijo Fabbiani luego de la igualdad en cancha del “Pincha”. El “Ogro” insiste con ese concepto para sus dirigidos: entregarse al máximo en cada pelota disputada para suplir una identidad de juego que todavía no se distingue y que no será fácil de conseguir. El entrenador “rojinegro” le apunta ahora al aspecto físico y tratará de aprovechar estos 15 días de parate por los partidos de Eliminatorias para trabajar en ese punto: “Se viene una dura pretemporada, que es lo que necesita el equipo”, confió el DT.
POSICIÓN
Este nuevo Newell’s del “Ogro” acumula tres partidos sin derrotas, con un triunfo y dos empates. Hoy está a seis puntos del último que clasifica a la instancia final y necesita sumar de a tres, pero lo primordial era estabilizar a un plantel que venía de cachetazos y muy duros y de a poco ese objetivo se va alcanzando. “Todavía no se logró nada, tenemos que seguir trabajando”, advirtió Fabbiani.
El entrenador de la “Lepra” habló de Gonzalo Maroni, el futbolista que eligió para reemplazar al suspendido Ever Banega ante Estudiantes, que cometió un error fatal en el gol de Estudiantes: “No es culpa de Maroni, es culpa mía. Yo lo comprometo a que vuelva hasta nuestra área. Siempre jugó de enganche y yo lo obligo a bajar. Es mi culpa. Él jugó un partidazo”, lo defendió.
Y no ahorró elogios para el arquero Keylor Navas: “Va a ser figura casi siempre. Para que no la agarre tiene que ser como el gol que nos hizo Barracas, al ángulo. Si no, cuando le patean de afuera, él se divierte”, describió Fabbiani.
La cuestión es que el tramo final de la Zona A del Torneo Apertura será durísimo para Newell’s, ya que deberá afrontar a todos los equipos que están en las posiciones de vanguardia de la tabla. Para empezar, cuando se reanude el campeonato después de los partidos de la selección, el fin de semana del 30 de marzo, la “Lepra” recibirá nada menos que a Boca, que es el puntero del grupo y que contra todos los pronósticos se recuperó del mazazo que significó la eliminación de la Copa Libertadores a manos de Alianza Lima.
Y lo que vendrá después, no será menos exigente para los “leprosos”: en la fecha 12 visitarán a Tigre (tercero con 21 puntos); en la 13 recibirá a Argentinos Juniors (cuarto en la tabla, también con 21 puntos); en la 14 visitará a Unión (está en la misma línea que la “Lepra” pero en su cancha siempre es un rival de cuidado); en la 16 chocará en el “Coloso” con Huracán (segundo con 21 puntos y mejor diferencia de gol); y cerrará el grupo en cancha de Racing, actual campeón de la Copa Sudamericana y la Recopa, que pelea por entrar a los play off.
El fixture le da la espalda a Newell’s, pero Fabbiani no le presta tanta atención a eso y prefiere concentrarse en la recuperación física y en la mentalidad de sus jugadores, para que de aquí en más no se sientan menos que nadie. De a poco, ese trabajo se va trasladando al ánimo de los hinchas.