"Los otros países están sorprendidos del nivel de adhesión que tiene la cuarentena entre la gente, sin tanto control sobre los ciudadanos, ni las fuerzas armadas haciéndolo, como es en otras partes".
Foto:Guillermo Di Salvatore.
Emerio Agretti
[email protected]
"No hay que relajarse: lo hemos hecho bien y hay que seguir haciéndolo así", dice Agustín Rossi, haciendo honor a su condición de "soldado", plenamente consustanciado con las políticas del presidente Alberto Fernández, y fervientemente alineado con su vocación de búsqueda de consensos, con un sentido federal. Alineamiento, diálogo y gestión de acuerdos son los valores que el propio Rossi sostuvo durante sus dos períodos en el Ministerio de Defensa, alternados con otros tantos como presidente del bloque del Frente para la Victoria en Diputados.
La entrevista se realizó en dependencias de la Guarnición del Ejército en Guadalupe, minutos después de que el ministro inspeccionara las instalaciones y las tareas humanitarias que allí se centralizan, y en un espacio especialmente acondicionado. Allí sí, Rossi se permitió un pequeño relajamiento, y se quitó el barbijo para hacer la entrevista cara a cara. Claro está, con el debido distanciamiento.
"Creo que la decisión del presidente en orden a la cuarentena ha sido absolutamente acertada. Fue una decisión dura, drástica. En un determinado momento parecía que era muy dura, pero los resultados están claramente a la vista. Nosotros empezamos con una hipótesis de que el pico de la pandemia iba a estar en abril, después pasamos a mayo, ahora se piensa que probablemente va a ser en junio. Pero lo cierto es que tenemos una curva de crecimiento de los casos de infectados con una pendiente mucho menor que en otros países. Y me parece que esto tiene que ver con la cuarentena, el coraje y la decisión del presidente, y la enorme colaboración del conjunto de los argentinos. Porque el grado de adhesión social a la cuarentena ha sido enorme; más allá de que ahora se vea más movimiento, porque se han flexibilizado algunas actividades. Pero yo que tengo diálogo con los ministros de Defensa de la región -Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil-, pude ver que estaban sorprendidos con el grado de adhesión, siendo que además los otros países tienen más medidas de control sobre los ciudadanos, y mayor presencia de las fuerzas armadas en las calles haciéndolo, cosa que nosotros acá no tenemos. Así que desde el punto de vista de cómo se abordó la epidemia, las medidas han sido claramente acertadas. Esto nos ha permitido ganar tiempo, y adecuar mejor el sistema de salud para cuando la pandemia entre en su fase más agresiva. Ahora, por ejemplo, vengo de Paraná, porque estoy recorriendo los lugares donde tenemos hospitales militares. En Paraná, por ejemplo, es de alta complejidad, y tenemos ahora seis camas de terapia intensiva. Y en todos lados estamos haciendo reingeniería sanitaria para aumentar la cantidad de camas.
- No hay que perder de vista que todavía estamos en la fase preparatoria, y que lo peor está aún por venir...
- Sí. Yo creo que la descripción correcta sería: no hay que relajarse, lo hemos hecho muy bien y hay que seguir haciéndolo así, y esto es por las decisiones que se han tomado. Destaco también el sistema de toma de decisiones del Presidente, en consulta con sus ministros -obviamente-, pero también con un comité de expertos, de científicos, que lo asesora permanentemente, y un grado de consulta con los gobernadores que es muy importante.
Vale la pena también tomar en cuenta que, entre quienes tienen responsabilidad institucional, no hay diferencias entre oficialistas y opositores: el jefe de gobierno porteño, el gobernador de Santa Fe, el de Córdoba, el de Jujuy, los intendentes, todos comparten este esquema de decisiones.
- ¿Y cómo evalúa el desenvolvimiento de las Fuerzas Armadas?
- Desde el punto de vista de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa, éste es el despliegue operativo más importante desde la recuperación de la democracia. Tenemos al país dividido en 14 comandos de emergencia y reuniones diarias con los cuatro jefes de las fuerzas y el equipo del ministerio, para evaluar y programar acciones.
Las tareas se están haciendo en todo el país, estamos en el orden de las 1.200 acciones diarias (movimiento de tropas y recursos), que pueden ser como aquí de ayuda humanitaria, con distribución de alimentos secos en el terreno, o como en el conurbano bonaerense, con elaboración y distribución de comida caliente. Hay un gran aporte en cuanto a la organización logística; fortalecimiento del sistema de salud; fabricación de alcohol en gel, barbijos y camisolines; vuelos de repatriación o de reparto de insumos médicos en todo el país.
- Usted destacó la buena recepción que tienen entre la gente. Puertas adentro de la fuerza -o cuarteles adentro, por decirlo de alguna manera-, ¿cómo se visualiza este momento?
- Yo veo que hay muchísimo compromiso. Los jefes actuales asumieron cuatro días antes del primer caso de Covid-19 en Argentina. Hay un enorme compromiso del personal en todos los rangos. Esta pandemia permite visualizar todas las capacidades de las fuerzas armadas. Como yo siempre digo, debe haber poca gente que sabía que contaban con laboratorios para fabricar alcohol en gel. Y está la posibilidad de despliegue logístico en todo el país, el nivel de disciplina -que es muy importante en estos escenarios-. Y la otra señal, es que aparecen las fuerzas armadas junto al pueblo. Defender la salud de los argentinos también es una acción de soberanía. Todas estas tareas están dentro de la doctrina militar y de defensa, como tareas subsidiarias.
- ¿Lo habló a este tema con sus antecesores, en la teleconferencia del otro día?
- Sí, hablé con Horacio Jaunarena, Nilda Garré, Julio Martínez, Arturo Puricelli. Todos coincidían en que a estas tareas, que la doctrina llama secundarias, hay que revalorizarlas a futuro. En cuanto a la doctrina misma, en la formación del personal, y en el equipamiento logístico. La reunión resultó muy grata, y me parecía que dada la magnitud de lo que se estaba haciendo, convenía escuchar a quienes han estado en el mismo cargo.
- ¿También lo hace con sus colegas de los otros países de la región?
- Con otros países el diálogo es telefónico y bilateral, no hemos logrado una teleconferencia. Pero me parece interesante contrastar que es lo que hemos logrado en materia de defensa en comparación. Hay cosas que, independientemente de que tenemos legislaciones distintas -y en otros países las fuerzas armadas deben llevar a cabo también acciones de seguridad ciudadana-, en todos los países hay tareas humanitarias, se destaca el componente logístico y su distribución territorial, como también las acciones de sanidad. Esos ejes están presentes en todas las acciones. No sólo en América Latina. La semana pasada recibí una llamada de Sergio de la Peña, que es el subsecretario de Defensa del Pentágono para América Latina, y comparando situaciones, las acciones son similares.
- En cuanto a los gobernadores y demás miembros del gabinete: ¿hay posiciones encontradas sobre cómo seguir?
- Cada uno tiene su visión, condicionada por el lugar que ocupa y la provincia que gobierna. Si usted tiene una provincia con baja cantidad de casos, o nulos, quizá su mirada va a estar más puesta en cómo reactivar la economía. Si tiene muchos casos, seguramente va a mirar más como prolongar la cuarentena para que no crezca la pandemia. Pero las diferencias son en la intensidad que da cada uno a las decisiones, nadie dice que se tiene que levantar la cuarentena. Lo mismo pasa con los ministerios, no es la misma la mirada de Salud que la de Producción, que todos los días lo llaman para decirle que se cerró una empresa. Pero para eso está el presidente y estas reuniones, para conciliar posiciones.
- ¿Le parece que esta impronta de consultas y de consensos se va a proyectar al resto de la gestión, o es sólo ahora durante la emergencia?
- El presidente dijo desde un principio que iba a gobernar con los 24 gobernadores. Lo ha vuelto a decir en estos días, que en Argentina conviven desigualdades sociales con desigualdades regionales. Y que eso lo tiene muy presente en el discurso, en su propuesta política y en su pensamiento. Creo que él va a seguir profundizando este estilo de conducción, porque está en su manera de ver la política, la gestión, y está en su forma de pensar.
Cómo volver a sesionar
- Buena parte de su vida política pasó por el Congreso de la Nación. Desde esa experiencia ¿qué rol le parece que debería estar cumpliendo en este momento?
- Creo que el Congreso está haciendo todo lo que puede hacer. Lo que tiene que resolver es cómo vuelve a sesionar. En la Cámara de Diputados los ministros pasamos por las comisiones, dimos informes, respondimos preguntas. En cuanto a las sesiones, aparece la cuestión de lo virtual y lo presencial, y un montón de cuestiones a considerar. Porque hay muchos legisladores que están en grupos de riesgo, sobre todo en el Senado. ¿Eso modifica las mayorías? Entonces, todo eso está en juego a la hora de decidir. En Diputados está claro que en el recinto de la cámara no pueden sesionar 257 diputados, porque no hay forma de cumplir con las medidas de prevención. Además, están los asesores, el personal administrativo. Así que hay que buscar otra alternativa, otro lugar.
Por otra parte, llevamos un mes de cuarentena. ¿Sabe cuántas veces el Congreso pasó más de un mes sin sesionar? Tampoco es algo que tenga una dimensión mayúscula. Pero alguna fórmula se va a encontrar.
El día después
- Hoy toda proyección a futuro se desenvuelve en un plano hipotético, pero ¿cómo imagina el día después de la crisis epidemiológica?
- Me parece que tenemos un escenario donde indudablemente la cuarentena va a tener un impacto económico, y que el mayor esfuerzo que va a haber que hacer después de la pandemia va a ser poner toda la energía en recuperar la economía argentina. Después del esfuerzo que ha hecho el gobierno, que ha invertido más de tres puntos del PBI para atender a los sectores más vulnerables, y las medidas tomadas para atender a las empresas, para que no haya despidos ni cierres, me imagino un rol protagónico del Estado, motorizando una cantidad de acciones y decisiones para fortalecer el mercado interno. Y por suerte para esta provincia, que tiene diversidad productiva, las economías regionales y fundamentalmente los sectores vinculados a la agroindustria, han sido los menos golpeados. Han mantenido sus volúmenes de exportaciones. Dependeremos del precio de los commodities, pero no se ha reducido la demanda ni de China, ni de India, que son nuestros grandes compradores.
Obviamente que el mercado interno se ha visto perjudicado, así que hay que poner la lupa ahí y orientar su recuperación. Pero obviamente todo esto sin hipótesis, si partimos de la base de que vamos a poder decir que somos la primera generación que ha visto el barril de petróleo con precio negativo. Creo que ese es un dato suficiente para demostrar lo que ha sido para la economía mundial esta pandemia.
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"No hay que relajarse: lo hemos hecho bien y hay que seguir haciéndolo así", dice Agustín Rossi, haciendo honor a su condición de "soldado", plenamente consustanciado con las políticas del presidente Alberto Fernández, y fervientemente alineado con su vocación de búsqueda de consensos, con un sentido federal. Alineamiento, diálogo y gestión de acuerdos son los valores que el propio Rossi sostuvo durante sus dos períodos en el Ministerio de Defensa, alternados con otros tantos como presidente del bloque del Frente para la Victoria en Diputados.
La entrevista se realizó en dependencias de la Guarnición del Ejército en Guadalupe, minutos después de que el ministro inspeccionara las instalaciones y las tareas humanitarias que allí se centralizan, y en un espacio especialmente acondicionado. Allí sí, Rossi se permitió un pequeño relajamiento, y se quitó el barbijo para hacer la entrevista cara a cara. Claro está, con el debido distanciamiento.
"Creo que la decisión del presidente en orden a la cuarentena ha sido absolutamente acertada. Fue una decisión dura, drástica. En un determinado momento parecía que era muy dura, pero los resultados están claramente a la vista. Nosotros empezamos con una hipótesis de que el pico de la pandemia iba a estar en abril, después pasamos a mayo, ahora se piensa que probablemente va a ser en junio. Pero lo cierto es que tenemos una curva de crecimiento de los casos de infectados con una pendiente mucho menor que en otros países. Y me parece que esto tiene que ver con la cuarentena, el coraje y la decisión del presidente, y la enorme colaboración del conjunto de los argentinos. Porque el grado de adhesión social a la cuarentena ha sido enorme; más allá de que ahora se vea más movimiento, porque se han flexibilizado algunas actividades. Pero yo que tengo diálogo con los ministros de Defensa de la región -Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil-, pude ver que estaban sorprendidos con el grado de adhesión, siendo que además los otros países tienen más medidas de control sobre los ciudadanos, y mayor presencia de las fuerzas armadas en las calles haciéndolo, cosa que nosotros acá no tenemos. Así que desde el punto de vista de cómo se abordó la epidemia, las medidas han sido claramente acertadas. Esto nos ha permitido ganar tiempo, y adecuar mejor el sistema de salud para cuando la pandemia entre en su fase más agresiva. Ahora, por ejemplo, vengo de Paraná, porque estoy recorriendo los lugares donde tenemos hospitales militares. En Paraná, por ejemplo, es de alta complejidad, y tenemos ahora seis camas de terapia intensiva. Y en todos lados estamos haciendo reingeniería sanitaria para aumentar la cantidad de camas.
- No hay que perder de vista que todavía estamos en la fase preparatoria, y que lo peor está aún por venir...
- Sí. Yo creo que la descripción correcta sería: no hay que relajarse, lo hemos hecho muy bien y hay que seguir haciéndolo así, y esto es por las decisiones que se han tomado. Destaco también el sistema de toma de decisiones del Presidente, en consulta con sus ministros -obviamente-, pero también con un comité de expertos, de científicos, que lo asesora permanentemente, y un grado de consulta con los gobernadores que es muy importante.
Vale la pena también tomar en cuenta que, entre quienes tienen responsabilidad institucional, no hay diferencias entre oficialistas y opositores: el jefe de gobierno porteño, el gobernador de Santa Fe, el de Córdoba, el de Jujuy, los intendentes, todos comparten este esquema de decisiones.
- ¿Y cómo evalúa el desenvolvimiento de las Fuerzas Armadas?
- Desde el punto de vista de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa, éste es el despliegue operativo más importante desde la recuperación de la democracia. Tenemos al país dividido en 14 comandos de emergencia y reuniones diarias con los cuatro jefes de las fuerzas y el equipo del ministerio, para evaluar y programar acciones.
Las tareas se están haciendo en todo el país, estamos en el orden de las 1.200 acciones diarias (movimiento de tropas y recursos), que pueden ser como aquí de ayuda humanitaria, con distribución de alimentos secos en el terreno, o como en el conurbano bonaerense, con elaboración y distribución de comida caliente. Hay un gran aporte en cuanto a la organización logística; fortalecimiento del sistema de salud; fabricación de alcohol en gel, barbijos y camisolines; vuelos de repatriación o de reparto de insumos médicos en todo el país.
- Usted destacó la buena recepción que tienen entre la gente. Puertas adentro de la fuerza -o cuarteles adentro, por decirlo de alguna manera-, ¿cómo se visualiza este momento?
- Yo veo que hay muchísimo compromiso. Los jefes actuales asumieron cuatro días antes del primer caso de Covid-19 en Argentina. Hay un enorme compromiso del personal en todos los rangos. Esta pandemia permite visualizar todas las capacidades de las fuerzas armadas. Como yo siempre digo, debe haber poca gente que sabía que contaban con laboratorios para fabricar alcohol en gel. Y está la posibilidad de despliegue logístico en todo el país, el nivel de disciplina -que es muy importante en estos escenarios-. Y la otra señal, es que aparecen las fuerzas armadas junto al pueblo. Defender la salud de los argentinos también es una acción de soberanía. Todas estas tareas están dentro de la doctrina militar y de defensa, como tareas subsidiarias.
- ¿Lo habló a este tema con sus antecesores, en la teleconferencia del otro día?
- Sí, hablé con Horacio Jaunarena, Nilda Garré, Julio Martínez, Arturo Puricelli. Todos coincidían en que a estas tareas, que la doctrina llama secundarias, hay que revalorizarlas a futuro. En cuanto a la doctrina misma, en la formación del personal, y en el equipamiento logístico. La reunión resultó muy grata, y me parecía que dada la magnitud de lo que se estaba haciendo, convenía escuchar a quienes han estado en el mismo cargo.
- ¿También lo hace con sus colegas de los otros países de la región?
- Con otros países el diálogo es telefónico y bilateral, no hemos logrado una teleconferencia. Pero me parece interesante contrastar que es lo que hemos logrado en materia de defensa en comparación. Hay cosas que, independientemente de que tenemos legislaciones distintas -y en otros países las fuerzas armadas deben llevar a cabo también acciones de seguridad ciudadana-, en todos los países hay tareas humanitarias, se destaca el componente logístico y su distribución territorial, como también las acciones de sanidad. Esos ejes están presentes en todas las acciones. No sólo en América Latina. La semana pasada recibí una llamada de Sergio de la Peña, que es el subsecretario de Defensa del Pentágono para América Latina, y comparando situaciones, las acciones son similares.
- En cuanto a los gobernadores y demás miembros del gabinete: ¿hay posiciones encontradas sobre cómo seguir?
- Cada uno tiene su visión, condicionada por el lugar que ocupa y la provincia que gobierna. Si usted tiene una provincia con baja cantidad de casos, o nulos, quizá su mirada va a estar más puesta en cómo reactivar la economía. Si tiene muchos casos, seguramente va a mirar más como prolongar la cuarentena para que no crezca la pandemia. Pero las diferencias son en la intensidad que da cada uno a las decisiones, nadie dice que se tiene que levantar la cuarentena. Lo mismo pasa con los ministerios, no es la misma la mirada de Salud que la de Producción, que todos los días lo llaman para decirle que se cerró una empresa. Pero para eso está el presidente y estas reuniones, para conciliar posiciones.
- ¿Le parece que esta impronta de consultas y de consensos se va a proyectar al resto de la gestión, o es sólo ahora durante la emergencia?
- El presidente dijo desde un principio que iba a gobernar con los 24 gobernadores. Lo ha vuelto a decir en estos días, que en Argentina conviven desigualdades sociales con desigualdades regionales. Y que eso lo tiene muy presente en el discurso, en su propuesta política y en su pensamiento. Creo que él va a seguir profundizando este estilo de conducción, porque está en su manera de ver la política, la gestión, y está en su forma de pensar.
Cómo volver a sesionar
- Buena parte de su vida política pasó por el Congreso de la Nación. Desde esa experiencia ¿qué rol le parece que debería estar cumpliendo en este momento?
- Creo que el Congreso está haciendo todo lo que puede hacer. Lo que tiene que resolver es cómo vuelve a sesionar. En la Cámara de Diputados los ministros pasamos por las comisiones, dimos informes, respondimos preguntas. En cuanto a las sesiones, aparece la cuestión de lo virtual y lo presencial, y un montón de cuestiones a considerar. Porque hay muchos legisladores que están en grupos de riesgo, sobre todo en el Senado. ¿Eso modifica las mayorías? Entonces, todo eso está en juego a la hora de decidir. En Diputados está claro que en el recinto de la cámara no pueden sesionar 257 diputados, porque no hay forma de cumplir con las medidas de prevención. Además, están los asesores, el personal administrativo. Así que hay que buscar otra alternativa, otro lugar.
Por otra parte, llevamos un mes de cuarentena. ¿Sabe cuántas veces el Congreso pasó más de un mes sin sesionar? Tampoco es algo que tenga una dimensión mayúscula. Pero alguna fórmula se va a encontrar.
El día después
- Hoy toda proyección a futuro se desenvuelve en un plano hipotético, pero ¿cómo imagina el día después de la crisis epidemiológica?
- Me parece que tenemos un escenario donde indudablemente la cuarentena va a tener un impacto económico, y que el mayor esfuerzo que va a haber que hacer después de la pandemia va a ser poner toda la energía en recuperar la economía argentina. Después del esfuerzo que ha hecho el gobierno, que ha invertido más de tres puntos del PBI para atender a los sectores más vulnerables, y las medidas tomadas para atender a las empresas, para que no haya despidos ni cierres, me imagino un rol protagónico del Estado, motorizando una cantidad de acciones y decisiones para fortalecer el mercado interno. Y por suerte para esta provincia, que tiene diversidad productiva, las economías regionales y fundamentalmente los sectores vinculados a la agroindustria, han sido los menos golpeados. Han mantenido sus volúmenes de exportaciones. Dependeremos del precio de los commodities, pero no se ha reducido la demanda ni de China, ni de India, que son nuestros grandes compradores.
Obviamente que el mercado interno se ha visto perjudicado, así que hay que poner la lupa ahí y orientar su recuperación. Pero obviamente todo esto sin hipótesis, si partimos de la base de que vamos a poder decir que somos la primera generación que ha visto el barril de petróleo con precio negativo. Creo que ese es un dato suficiente para demostrar lo que ha sido para la economía mundial esta pandemia.
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La delegación de “La Invencible”, con 96 preseas, obtuvo el primer puesto en el medallero de la competencia interprovincial disputada en Mar del Plata. El podio lo completaron Córdoba y Río Negro. Los deportistas santafesinos, que compitieron en 36 disciplinas, habían sido elegidos tras participar de todas las etapas de Santa Fe en Movimiento.
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