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Literatura

Narrativas contemporáneas. Tres lecturas recomendadas

La marginalidad, el barrio, y la discusión política, son las temáticas que abordan en sus libros estos tres narradores porteños. La escritora Mariana Enríquez (Buenos Aires, 1973) con su novela Como desaparecer completamente (Emecé, 2004), consigue hacer un retrato de época escapando a los estereotipos de los marginados. Juan Terranova (Buenos Aires, 1975) en la novela Los amigos soviéticos (Mondadori, 2009), propone un registro entre porteño y soviético sobre las marcas culturales que dejó la revolución rusa. Villa Celina (Interzona Editora, 2008), de Juan Diego Incardona (Buenos Aires, 1971) narra la épica del barrio desde un realismo visceral y bonaerense.
14-12-2021 | 15:09 |

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Foto: Gentileza.



Álvaro Javier Marrocco


Cómo desaparecer completamente
Editorial Emecé, 2004
Precio $ 3.250
La segunda novela de la premiada escritora Mariana Enríquez (Buenos Aires, 1973), Como desaparecer completamente (Emecé, 2004), cuenta la historia de Matías Kovac, un chico de 16 años que vive en un barrio del conurbano bonaerense que literalmente se viene abajo (en similitud con su familia) en medio de una crisis económica y social. Atrapado en una vida sin futuro, con una hermana que carga con las secuelas de un intento de suicidio fallido, una madre con la que casi no tiene trato y un padre abusador que abandonó el hogar, Matías sueña con seguir los pasos de su hermano mayor, el único que consiguió escapar del barrio e irse a Europa.

El escenario que la narradora pone en eje es el barrio de Matías que linda sobre una villa miseria; en varios fragmentos de la novela se refiere al fenómeno: “Matías el protagonista se acordaba que, cuando era chico, el barrio era distinto. Estaban las casas bajas, donde él vivía, y cruzando la avenida, los monoblocks. Detrás de los edificios, había solamente terrenos baldíos […]. Pero desde hacía unos cuantos años mucha gente se estaba mudando a los terrenos y se había formado una villa. Por ejemplo, antes, se daba cuenta, nadie pensaba que su barrio era peligroso. Era medio grasa y pobre, pero nada más. Ahora todos le decían que era peligroso, los chicos no jugaban más en la calle y la gente se metía adentro temprano. […] Habían enrejado casi todas las ventanas que daban a la calle. El barrio parecía una cárcel. Decían que ni la policía se metía en la villa y que ahora hasta los monoblocks […] estaban llenos de delincuentes”.

El argumento tiene algo de redención, en esa búsqueda de Matías por encontrar un lugar en el mundo. En el epígrafe de la novela hay una cita que dice: “Quiero caminar sobre la nieve y no dejar huella”. Esta letra fue escrita por Richey James Edwards, ex integrante de la banda de rock galesa, Manic Street Preachers.

Curiosamente, estos fragmentos parecen concordar con la estructura de la novela tanto como parecen reflejar el contenido de algo que se presenta como algo simple, pero que no lo es.

Los amigos soviéticos
Editorial Mondadori, 2009
Precio $ 500
“Volodia quiso saber por qué me interesaba tanto la Unión Soviética. Le respondí que era el experimento político que mejor mostraba el increíble poder de la razón, pero también marcaba sus límites”. En Los amigos soviéticos, Juan Terranova propone un registro porteño y soviético entre un narrador y dos rusos donde discuten las marcas de la revolución rusa: pornografía eslava, vodka con leche, rifles de aire comprimido y cangrejos asesinos.

No es una novela de acción, porque los movimientos cotidianos de Volodia, su otro amigo ruso, Serguei (cuidador de un estacionamiento), y el mismísimo narrador, están obsesionados en comprender la esencia de “lo ruso”. Decir que en la novela de Terranova no pasa gran cosa, es casi una ofensa al incansable registro cultural que despliega en las 200 páginas. La novela se construye, mediante las charlas que mantiene con Volodia sobre personajes y emblemas de la Unión Soviética como: Yuri Gagarin, Mijaíl Bulgákov, Iván Bunin y Yevgeni Khaldei. La lista incluye al agente Iván Danko, interpretado por Arnold Schwarzenneger en la película norteamericana de fines de los ’80, Red heat. Hay un fragmento de la película que se traduce en la novela, allí dice: Ivan Danko: En los países socialistas los seguros no son necesarios, el Estado se hace cargo de todo.

Art Ridzik: A ver capitán dígame, si lo que tienen ahí es un paraíso, ¿Cómo es que lidian con la misma lacra de heroína, crack y cocaína que nosotros?
Ivan Danko: Los chinos han encontrado la solución. Inmediatamente después de la Revolución, agarraron a todos los dealers, a todos los adictos, los llevaron a un parque y les dispararon en la cabeza.

Art Ridzik: Acá no funcionaria. Los políticos nos permitirán hacerlo.
Ivan Danko: Dispárenles a ellos primero.

Los amigos soviéticos es una novela entretenida y, sobre todo, política. Porque pone en conjunción la vida de la ciudad y los acontecimientos contemporáneos.

En un fragmento dice: “mirando los cortes de ruta y las protestas de campo, Volodia, el amigo ruso, dice: ‘O sea, ahora los que hacen los cortes son los dueños de la tierra. ¿No eran los gronchos y los desocupados los que protestaban?’. Subrayar que la novela es política y entretenida quizás sea la síntesis buscada por el autor.

Villa Celina
Interzona Editora, 2008
Precio $ 1.250
Villa Celina es un libro de 20 relatos que recrean la cultura bonaerense y la mitología del peronismo más allá de las fronteras de La Matanza. También puede leerse como un libro de aprendizaje construido a partir de una serie de postales del conurbano que cuentan la cotidianeidad de la vida en un barrio. En uno de los fragmentos de un cuento dice: “A la unión de la General Paz y la Riccheri le decíamos “última esquina”. Ahí está la última casa del barrio, el último poste de luz, el último árbol. Para los que vienen de Capital es al revés. Es natural que ellos miren así porque crecieron allá. Uno se para donde nació (…) todo empieza siempre en la Provincia, en el fondo del sudoeste, donde La Matanza se llama González”. De más esta decir que estos cuentos expresan un estado de situación de sus habitantes, en el relato Los rabiosos dice: “Uno se para donde nació. Ahí está el punto de origen del observador. Y por más que renieguen, a eso no hay con qué darle”. La mirada de Incardona se curtió en las calles de Celina, en esa geografía del conurbano bonaerense.

En el prólogo del libro se puede leer: “En la literatura hay comarcas imaginarias y otras que, aunque presenten en mano la dura credencial de lo real, son reinventadas hasta desdibujar los bordes entre lo real y lo imaginario. A esta última estirpe, sospechamos, va a pertenecer de aquí en más la Villa Celina de Villa Celina, de Juan Diego Incardona. Y por, al menos, dos motivos: primero porque se trata de una versión personal y hasta íntima del barrio, tachonada de amigos, vecinos y referencias autobiográficas; y segundo porque la zona, tan claramente delimitada en el prólogo, irá adquiriendo tintes míticos en la medida que avanzan los relatos, cuentos y crónicas de la saga bonaerense. Un hombre gato por aquí, una curandera por allá, un episodio de violencia silenciado por los diarios, perros rabiosos, entre otros prodigios tan mágicos como verosímiles desdibujan el territorio, lo enturbian y lo vuelven grisáceo. Quizás, el territorio geográfico se desplaza hacia un espacio mental que ya no conoce de fronteras tan precisas, un espacio mental que no encalla en el cruce de la General Paz y la Riccheri. Se trata, segunda sospecha, del territorio de la infancia”.

Sobre los autores

Mariana Enríquez (Buenos Aires, 1973) es periodista, subeditora del suplemento Radar del diario Página/12 y docente. Ha escrito novelas, relatos de viajes, perfiles –como La hermana menor, acerca de la escritora Silvina Ocampo: Los peligros de fumar en la cama y Las cosas que perdimos en el fuego, publicada en 20 países y galardonada en 2017 con el Premi Ciutat de Barcelona en la categoría «Literatura en lengua castellana. En 2019 ganó el Premio Herralde de Novela con Nuestra parte de noche, galardonada también con el Premio de la Crítica.

Juan Terranova nació en Buenos Aires a fines de 1975. Es autor de las novelas El vampiro argentino, La piel y Los amigos soviéticos (Mondadori, 2009), entre otras. También publicó libros de ensayos como Los gauchos irónicos y Sexo, nazismo y astrología. Actualmente coordina el área de investigación del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur.

Juan Diego Incardona nació en Buenos Aires en 1971. Dirigió la revista El interpretador. Publicó Objetos maravillosos (2007), Villa Celina (2008), El campito (2009), Rock barrial (2010), Amor bajo cero (2013), Melancolía I (2015), Las estrellas federales (2016) y cuentos en distintas antologías, diarios y revistas. Actualmente, dicta talleres literarios, coordina un ciclo de cine en el ECuNHi (Espacio Cultural Nuestros Hijos) y realiza actividades en escuelas y bibliotecas populares, en representación de la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares).



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