Foto: Archivo.
Los dos años de pandemia con escasos autos en las calles de Rosario son pasado. Aquellos días de abril de 2020 con las calles desiertas y la inmensa mayoría de la gente encerrada en sus casas es una postal que no se repetirá. La circulación automotriz es ya en agosto de 2022 igual a los meses anteriores a marzo de 2020, mes en que se decretó el comienzo del aislamiento obligatorio. Inclusive se estima mayor porque el parque automotor crece año a año. Este movimiento genera una contaminación atmosférica sólo visible cuando se observa algún coche viejo que hace una mala combustión. De todas formas, la polución con los automóviles que funcionan bien en ese aspecto también se da aunque no se visibilice.
Si bien Rosario no cuenta con la cantidad de vehículos que transitan por las vías de las ciudades de Córdoba o Buenos Aires, ni que hablar de metrópolis gigantescas como San Pablo, Pekín, México o Tokio, el número de autos es elevado y envía día a día emisiones contaminantes a la atmósfera. Especialistas en la temática hablaron con Mirador Provincial sobre esta polución.
César Mackler, académico de la carrera de ingeniería ambiental de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) sede Rosario, comentó: “Dar un número de en cuánto influye el tránsito en la contaminación es arriesgado. Lo que podemos decir es que en la zona céntrica de Rosario la mayor contaminación ambiental proviene del tránsito automotor. Cuando hablamos de tránsito automotor, deberíamos referirnos a tres o cuatro contaminantes”. Ellos son el monóxido de carbono, otros son los óxidos de nitrógeno que es la suma de monóxido y dióxido de nitrógeno y el otro es el material particulado, el hollín negro. Esos son los cuatro gases que contaminan el aire con el tráfico automotor.
Desde la UTN realizan desde 1995 mediciones de niveles de óxidos de nitrógeno (NxOy) en la zona céntrica de Rosario. Una de las esquinas medidas es el cruce de las peatonales Córdoba y San Martín. En ese punto de la Cuna de la Bandera, la contaminación es menor que en otros muy cercanos en donde hay circulación vehicular. “En San Martín y Córdoba, los valores de dióxido de nitrógeno (NO2) son de los más bajos. En San Lorenzo y Sarmiento (a 300 metros de la otra ochava) son los valores más altos. La influencia del tránsito automotor en la contaminación del aire es muy alta en Rosario”, explicó Mackler. Otro factor que empeora el aire respirable es la edificación de altura. A mayor elevación, menor nivel de dispersión de los gases contaminantes.
En el macrocentro, se midió entre 40 y 48 microgramos por metro cúbico de NO2 en un promedio entre 2004 y 2011. Este estudio se realizó para ver la incidencia de los carriles exclusivos para colectivos y taxis. “La Organización Mundial de la Salud (OMS) proponía para el largo plazo de que no debería haber concentraciones superiores a 40 microgramos por metro cúbico. Desde el año pasado de 40 bajó a 10 la OMS. Por supuesto que estamos sobrepasados en todos lados”, afirmó César Mackler. “No pudimos medir durante la pandemia. Creo que hubiese estado al nivel de Córdoba y San Martín”, estimó.
El académico participó de un estudio comparativo entre las ciudades de Rosario, Mendoza y Santa Fe. “Los valores de Rosario eran mayores porque en realidad la mayor influencia tiene que ver con lo que uno mete adentro que es la emisión. Cuanto mayor parque automotor haya, más emisión”, aseguró el profesor de la UTN. Para el experto, no es tan inquietante el número, sino su incremento. “Es más preocupante la tendencia creciente que el valor absoluto en sí mismo”, dijo Mackler.
Por su parte, Jorge Giometti es meteorólogo e integrante de la Asociación del Centro de Monitoreo y Climático SAT. Esta entidad realiza dos mediciones diarias en Granadero Baigorria. “El área se extiende un poco a la zona norte de la ciudad de Rosario y parte del cordón industrial. Nosotros medimos material particulado (PM2.5 y PM10). Son un tipo de contaminante dentro de todos los contaminantes uno de los más peligrosos por las partículas PM10 que son aspirables. Las 2.5 son respirables y tienen la capacidad de llegar al alveolo pulmonar donde hacen el intercambio gaseoso y terminan en el torrente sanguíneo”, afirmó Giometti que agregó: “Fuera de las quemas de las islas, lo que vemos muy particularmente, sobre todo en invierno, un incremento de este tipo de material particulado por lo que sea. Hornos de ladrillos, basurales, cavas que generan bastante contaminación”.
En relación a la contaminación por el tránsito vehicular, el meteorólogo comentó: “Los autos han elevado las mediciones que hemos hecho. Durante la pandemia, fuera de los incendios de las islas, lo teníamos entre 2,5 y 4 microgramos por metro cúbico de aire en un promedio mensual haciendo siempre dos mediciones por día. Ahora se ha visto incrementado prácticamente en un 50 por ciento”. De todas formas, para Giometti la calidad del aire está dentro de los valores esperables. “No es demasiado alta, pero sí tenemos mucha circulación de vehículos”, expresó el experto del SAT.
Lejos de los niveles de Pekín o México
A comparación de ciudades con serios problemas como Pekín, capital de China, o México DF, la situación en la Cuna de la Bandera es aceptable. “Los valores que tenemos en Rosario son dentro de todo buenos por la cercanía al río que es un pulmón natural de circulación de aire limpio. En ciudades como Pekín o México ellos están en el extremo porque no sólo se les hace incontrolable por la situación geográfica. Por más que tengan políticas para combatirlo se hace imposible. Incluso hay días en que se prohíbe la circulación. En Rosario, por la posición geográfica y por la cercanía al río no tiene esos problemas de tan altos índices de contaminación”.
Bendecidos por el delta del Paraná
El delta del Paraná es la región que permite que los niveles de contaminación atmosférica no sean tan elevados como en otras regiones del planeta. Rosario, ubicado a la vera del río, se beneficia enormemente de este pulmón verde gigantesco de 1.750.000 hectáreas ubicado en el extremo suroeste de la provincia de Entre Ríos. Todo el corredor meridional al delta desde el norte del Gran Rosario hasta Capital Federal y alrededores, en donde viven alrededor de 15 millones de personas, es beneficiado por esta área natural. Matías De Bueno, del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario, aseguró: “En la región, el viento sopla del noreste preponderantemente. El humedal además de ser un sumidero de carbono produce oxígeno permanentemente. Es un frente que no tiene edificación y el viento sopla y al pasar por el río no tiene nada que lo frene”. Por su parte, Mackler agregó: “El delta del Paraná es el ecosistema que presta servicios ecosistémicos a la mayor parte de la población argentina porque está Buenos Aires. El delta del Paraná es uno de los ecosistemas más importantes del mundo”.
El aporte de los autos eléctricos
Los autos eléctricos se presumen como una solución al problema de la polución por la combustión. Pero cabe preguntarse, ¿son los autos eléctricos la solución a la contaminación cuando para producir electricidad se queman combustibles fósiles? De Bueno contestó: “Sería una contradicción en algún punto, pero en realidad no porque uno necesita ir mostrando las diferentes herramientas que permitan ir llegando a una transformación posterior. Todo este proceso tiene que ir acompañado de una modernización de la matriz de producción de energía donde nosotros tenemos que ir pasando a fuentes renovables”. César Mackler también comentó: “Si todos fueran autos eléctricos, no tendríamos estos niveles de concentración de dióxido de nitrógeno ni de particulado”.
Si bien Rosario no cuenta con la cantidad de vehículos que transitan por las vías de las ciudades de Córdoba o Buenos Aires, ni que hablar de metrópolis gigantescas como San Pablo, Pekín, México o Tokio, el número de autos es elevado y envía día a día emisiones contaminantes a la atmósfera. Especialistas en la temática hablaron con Mirador Provincial sobre esta polución.
César Mackler, académico de la carrera de ingeniería ambiental de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) sede Rosario, comentó: “Dar un número de en cuánto influye el tránsito en la contaminación es arriesgado. Lo que podemos decir es que en la zona céntrica de Rosario la mayor contaminación ambiental proviene del tránsito automotor. Cuando hablamos de tránsito automotor, deberíamos referirnos a tres o cuatro contaminantes”. Ellos son el monóxido de carbono, otros son los óxidos de nitrógeno que es la suma de monóxido y dióxido de nitrógeno y el otro es el material particulado, el hollín negro. Esos son los cuatro gases que contaminan el aire con el tráfico automotor.
Desde la UTN realizan desde 1995 mediciones de niveles de óxidos de nitrógeno (NxOy) en la zona céntrica de Rosario. Una de las esquinas medidas es el cruce de las peatonales Córdoba y San Martín. En ese punto de la Cuna de la Bandera, la contaminación es menor que en otros muy cercanos en donde hay circulación vehicular. “En San Martín y Córdoba, los valores de dióxido de nitrógeno (NO2) son de los más bajos. En San Lorenzo y Sarmiento (a 300 metros de la otra ochava) son los valores más altos. La influencia del tránsito automotor en la contaminación del aire es muy alta en Rosario”, explicó Mackler. Otro factor que empeora el aire respirable es la edificación de altura. A mayor elevación, menor nivel de dispersión de los gases contaminantes.
En el macrocentro, se midió entre 40 y 48 microgramos por metro cúbico de NO2 en un promedio entre 2004 y 2011. Este estudio se realizó para ver la incidencia de los carriles exclusivos para colectivos y taxis. “La Organización Mundial de la Salud (OMS) proponía para el largo plazo de que no debería haber concentraciones superiores a 40 microgramos por metro cúbico. Desde el año pasado de 40 bajó a 10 la OMS. Por supuesto que estamos sobrepasados en todos lados”, afirmó César Mackler. “No pudimos medir durante la pandemia. Creo que hubiese estado al nivel de Córdoba y San Martín”, estimó.
El académico participó de un estudio comparativo entre las ciudades de Rosario, Mendoza y Santa Fe. “Los valores de Rosario eran mayores porque en realidad la mayor influencia tiene que ver con lo que uno mete adentro que es la emisión. Cuanto mayor parque automotor haya, más emisión”, aseguró el profesor de la UTN. Para el experto, no es tan inquietante el número, sino su incremento. “Es más preocupante la tendencia creciente que el valor absoluto en sí mismo”, dijo Mackler.
Por su parte, Jorge Giometti es meteorólogo e integrante de la Asociación del Centro de Monitoreo y Climático SAT. Esta entidad realiza dos mediciones diarias en Granadero Baigorria. “El área se extiende un poco a la zona norte de la ciudad de Rosario y parte del cordón industrial. Nosotros medimos material particulado (PM2.5 y PM10). Son un tipo de contaminante dentro de todos los contaminantes uno de los más peligrosos por las partículas PM10 que son aspirables. Las 2.5 son respirables y tienen la capacidad de llegar al alveolo pulmonar donde hacen el intercambio gaseoso y terminan en el torrente sanguíneo”, afirmó Giometti que agregó: “Fuera de las quemas de las islas, lo que vemos muy particularmente, sobre todo en invierno, un incremento de este tipo de material particulado por lo que sea. Hornos de ladrillos, basurales, cavas que generan bastante contaminación”.
En relación a la contaminación por el tránsito vehicular, el meteorólogo comentó: “Los autos han elevado las mediciones que hemos hecho. Durante la pandemia, fuera de los incendios de las islas, lo teníamos entre 2,5 y 4 microgramos por metro cúbico de aire en un promedio mensual haciendo siempre dos mediciones por día. Ahora se ha visto incrementado prácticamente en un 50 por ciento”. De todas formas, para Giometti la calidad del aire está dentro de los valores esperables. “No es demasiado alta, pero sí tenemos mucha circulación de vehículos”, expresó el experto del SAT.
Lejos de los niveles de Pekín o México
A comparación de ciudades con serios problemas como Pekín, capital de China, o México DF, la situación en la Cuna de la Bandera es aceptable. “Los valores que tenemos en Rosario son dentro de todo buenos por la cercanía al río que es un pulmón natural de circulación de aire limpio. En ciudades como Pekín o México ellos están en el extremo porque no sólo se les hace incontrolable por la situación geográfica. Por más que tengan políticas para combatirlo se hace imposible. Incluso hay días en que se prohíbe la circulación. En Rosario, por la posición geográfica y por la cercanía al río no tiene esos problemas de tan altos índices de contaminación”.
Bendecidos por el delta del Paraná
El delta del Paraná es la región que permite que los niveles de contaminación atmosférica no sean tan elevados como en otras regiones del planeta. Rosario, ubicado a la vera del río, se beneficia enormemente de este pulmón verde gigantesco de 1.750.000 hectáreas ubicado en el extremo suroeste de la provincia de Entre Ríos. Todo el corredor meridional al delta desde el norte del Gran Rosario hasta Capital Federal y alrededores, en donde viven alrededor de 15 millones de personas, es beneficiado por esta área natural. Matías De Bueno, del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario, aseguró: “En la región, el viento sopla del noreste preponderantemente. El humedal además de ser un sumidero de carbono produce oxígeno permanentemente. Es un frente que no tiene edificación y el viento sopla y al pasar por el río no tiene nada que lo frene”. Por su parte, Mackler agregó: “El delta del Paraná es el ecosistema que presta servicios ecosistémicos a la mayor parte de la población argentina porque está Buenos Aires. El delta del Paraná es uno de los ecosistemas más importantes del mundo”.
El aporte de los autos eléctricos
Los autos eléctricos se presumen como una solución al problema de la polución por la combustión. Pero cabe preguntarse, ¿son los autos eléctricos la solución a la contaminación cuando para producir electricidad se queman combustibles fósiles? De Bueno contestó: “Sería una contradicción en algún punto, pero en realidad no porque uno necesita ir mostrando las diferentes herramientas que permitan ir llegando a una transformación posterior. Todo este proceso tiene que ir acompañado de una modernización de la matriz de producción de energía donde nosotros tenemos que ir pasando a fuentes renovables”. César Mackler también comentó: “Si todos fueran autos eléctricos, no tendríamos estos niveles de concentración de dióxido de nitrógeno ni de particulado”.
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En Perú todos los medios informan que el rosarino Mariano Soso rescindió su contrato con Alianza Lima para asumir en la “Lepra” en las próximas horas. El equipo “rojinegro” será dirigido por uno de los coordinadores de divisiones inferiores este miércoles, desde las 17, en la reanudación del campeonato.
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