Mario César Ricarte tenía 45 años, nació en Ataliva y vivió allí hasta que fue brutalmente asesinado esta semana. Se ganaba la vida haciendo changas. Todos los vecinos le daban trabajo, ya sea para cortar el césped, limpiar patios o para cualquier otra tarea. Así había forjado una relación especial, entre otros, con el párroco y no faltaba a misa. Fue atacado cuando dormía en su pieza y por el crimen se movilizó toda la comunidad de su pueblo del departamento santafesino Castellanos.

El cadáver de la víctima fue hallado en horas de la siesta del miércoles pasado. Tenía una puñalada en el cuello. "Estaba acostado en su cama. Se nota que lo tomaron por sorpresa y no tuvo oportunidad de defenderse. No había sangre en otras partes de la casa", contó este viernes Diego, su hermano.

"Sabemos que tenía unos 17 mil pesos en la billetera. Ese dinero desapareció. No entendemos cómo entró el asesino, porque parece que no había puertas ni ventanas rotas. Mi hermano era un buen tipo. Todos lo conocían. No tenía enemigos", agregó.

Diego se quejó del accionar de la policía local y contó que la guardia urbana de la localidad pudo ver la noche del martes al asesino cuando escapaba del pueblo. Al ser alumbrado, el sujeto tiró al piso dos mochilas que llevaba. Adentro había ropa de Mario y un cuchillo. Eso pudo ser comprobado después del hallazgo del cuerpo.

En las últimas horas, familiares y allegados a Mario salieron en autos, camionetas y hasta bicicletas para rastrillar toda la zona en busca del autor del hecho. Algunas personas aseguran que lo vieron, con una campera de la víctima, pero que logró escurrirse.

Otro rumor que caló profundo en la comunidad señala que no sería ajeno al hecho un hombre que era buscado por delitos contra la propiedad en Moises Ville y que ahora se entregó a las autoridades en San Cristóbal. Este sujeto podría haber estado en Ataliva a principios de semana. No obstante, por el momento no habría indicios que lo vinculen con el crimen y fuentes de la fiscalía aseguran que no hay detenidos por el asesinato.

"Nosotros queremos que se haga justicia. No tenemos recursos para pagar un abogado. Somos laburantes. Este viernes, a las 20 nos vamos a juntar en la Plaza, para exigir que se haga Justicia", avisó Diego minutos antes de la manifestación.

El caso está siendo investigado por el fiscal Martín Castellano, que ordenó una batería de medidas para tratar de esclarecer el hecho.