En el departamento más grande la provincia aumentó un 25% los homicidios en los primeros dos meses del año 2025, en comparación con 2024. Si bien se está muy lejos de las cifras de 2023 (58 crímenes) o 2014 (57), los números marcan un alza significativa. De los 30 asesinatos registrados en total, 6 se cometieron en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez; uno en la cárcel de Piñero y los restantes 23 en Rosario.
Las estadísticas, tomadas en base a datos propios y al informe del Observatorio de Seguridad Pública que realizan en forma conjunta el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y el Ministerio de Justicia y Seguridad (MJS), muestran el mayor crecimiento en Villa Gobernador Gálvez, ubicada al sur de Rosario.
La mayor cantidad de crímenes se produjo por heridas de arma de fuego.Foto: Marcelo Manera
La mayor cantidad de crímenes se produjo por heridas de arma de fuego. Las edades de las víctimas van desde los 14 años: Benjamín Mansilla, que recibió un disparo en el cráneo mientras estaba en la zona de Luzarriaga al 2400, de barrio Nuevo Alberdi, al norte de Rosario, el 9 de enero y falleció casi 48 horas después; hasta los 72: Ricardo Castillo fue brutalmente golpeado y abusado sexualmente en la noche del 29 de enero y falleció casi un mes después de estar internado en el hospital de emergencias.
El primero
La primera víctima fue Ricardo David García, un joven de 24 años que fue asesinado alrededor de las 22:30 del miércoles 1 de enero, mientras iba paseando en moto junto a su cuñada por inmediaciones de calle General López al 100, de barrio La Vigil, en Villa Gobernador Gálvez.
García fue hallado al costado de la calle, sin vida, como consecuencia de múltiples heridas de arma de fuego (tenía impactos en el tórax, piernas, cuello y espalda).
Según el relato de su cuñada, identificada como Zoe V., ambos habían salido a dar una vuelta en moto desde la zona de Bordabehere al 2700, en barrio Coronel Aguirre, al oeste de Villa Gobernador Gálvez.
En cuestión de minutos atravesaron media ciudad, hasta llegar a la zona de General López y pasaje Ombú, a pocas cuadras del río Paraná, en un extremo del barrio La Vigil. Al parecer, a pocos metros de esa esquina, una persona cruzó la calle en el momento en que pasaba la moto y si bien nadie resultó herido, se produjo una discusión entre el conductor (García) y el ocasional transeúnte.
Otra versión indica que no hubo un incidente previo pero sí un intercambio de palabras entre ambos, hasta que la persona que iba caminando sacó un arma y comenzó a disparar. Por el momento, el autor de ese ataque no está detenido.
Seis mujeres
Entre las víctimas hay seis mujeres: Marcela Alejandra Gorosito (55 años), muerta de un disparo en la espalda y Antonella Damaris Echavarría (29), quien recibió un tiro en el cráneo, cuando ambas estaban en inmediaciones de Esmeralda 1900, a pocas cuadras del complejo universitario conocido como La Siberia, en el macrocentro de Rosario, en el atardecer del 15 de enero.
La tercera mujer asesinada fue Ruth Leila González (20 años), quien recibió una puñalada en el cuello en la zona de Einstein y Barra, de barrio Empalme, al noroeste de Rosario; la cuarta fue Yerai Ríos, de 45 años, quien recibió varios disparos mientras iba caminando por inmediaciones de Larralde al 2600 de barrio Santa Clara, al oeste de Rosario.
La quinta fue Eliana Deasis (36 años), quien en la tarde del 9 de febrero recibió múltiples disparos cuando estaba en la puerta de una vivienda ubicada en cercanías de Rueda y Lima (barrio Villa Banana), en un violento episodio en el cual además murieron dos varones.
Mientras que la sexta víctima fue Ailén Ayelén Oggero (32 años), asesinada a tiros cuando salía de su casa, ubicada en inmediaciones de pasaje Prusia al 6700, casi avenida Provincias Unidas, de barrio Belgrano, para ir a trabajar, en la mañana del martes 18 de febrero.
Comparación
Teniendo en cuenta la última década, el registro de homicidios de los primeros 59 días del año 2025 es mucho más bajo que a comienzos de la década, o hace diez años, cuando se comenzaron a implementar las estadísticas y los informes.
En los dos primeros meses del año 2014 hubo en el departamento Rosario un total de 57 homicidios (28 en enero y 29 en febrero). La cifra fue un tanto menor al año siguiente; 28 en enero y 23 en febrero (total 51); mientras que en 2016 se cometieron 35 homicidios, 18 en enero y 17 en febrero.
El 2017 tuvo 28 crímenes en dos meses, 18 en enero y 10 en febrero, en 2018 hubo 36 (21 en enero y 15 en febrero); y en 2019 se registró la menor cantidad de homicidios de los últimos 11 años: 22 (13 en enero y 9 en febrero).
Entre enero y febrero del año 2020 (el del comienzo de la pandemia), se cometieron 50 crímenes, 23 en enero y 27 en febrero; en 2021 se registraron 39 crímenes, 15 en enero y 24 en febrero. Mientras que en 2022 hubo 49 homicidios (28 en enero y 21 en febrero) y en 2023, un total de 58: en enero se cometieron 26 y en febrero 32.
Finalmente, entre enero y febrero de 2024 hubo un total de 24 homicidios, 17 en enero y 7 en febrero. De ese total, uno se registró en el penal de Piñero y los restantes en la ciudad de Rosario, cabecera del departamento del mismo nombre.
De suicidio a homicidio
La última víctima que se sumó al listado fue un hombre de 39 años, identificado como Tomás Saravalli, quien murió en la mañana del 25 de febrero pasado. Las primeras investigaciones indicaban que podría tratarse de un suicidio, pero el caso dio un brusco giro y pasó a ser caratulado como homicidio.
Por orden judicial, personal de la división criminalística realizó diversas pericias en el departamento donde fue encontrada la víctima. Además, se ordenó la autopsia en el Instituto Médico Legal. En base a los resultados obtenidos en el IML y al trabajo realizado en el lugar del hecho, el miércoles 5 de marzo, el fiscal Alejandro Ferlazzo le imputó a Melisa P., pareja de Saravalli, el delito de ‘homicidio calificado por el vínculo y por alevosía, agravado por el uso de arma de fuego, y Tenencia ilegal de arma de fuego de guerra, en concurso real entre sí’.
Según se develó en la audiencia, a la mujer (de 44 años), se le imputó que cerca de las 5 AM del 25 de febrero pasado, dentro del departamento en el que convivía con Tomás, le efectuó un disparo de arma de fuego con una pistola calibre 40 milímetros, “con la intención de provocar su fallecimiento”.
El proyectil impactó en la frente del hombre “que se encontraba durmiendo en el sillón del living, luego de que ambos hubieran mantenido una pelea la madrugada de ese día”. Según se dijo en la audiencia, la mujer aprovechó “el estado de indefensión de la víctima produciendo el disparo utilizando un almohadón, que quedó colocado encima del rostro de la víctima con un orificio de ingreso y egreso de proyectil de arma de fuego”.