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Entre los cambios del mercado aéreo y la falta de estímulo del gobierno provincial

El difícil presente del Aeropuerto de Rosario

El gobernador decidió bajar aún más el ritmo de las obras de infraestructura de la terminal que no para de perder vuelos y por la que pasan menos viajeros.

09-03-2020 | 18:30 |

Foto:El Litoral

La última gestión socialista al frente de la administración provincial se fijó como prioridad aumentar la conectividad de los dos aeropuertos bajo su órbita: el Metropolitano de Santa Fe y el Aeropuerto Internacional Rosario "Islas Malvinas". Siendo éste último el foco de mayor transformación para dotarlo de mejor capacidad para atender al pasajero, al tiempo de gestionar con las aerolíneas la programación de nuevos enlaces aéreos, haciendo foco en los destinos del exterior. Justamente en ese flanco la Cuna de la Bandera había experimentado un inusitado crecimiento, hecho que incluso había expuesto el déficit que en materia de infraestructura presentaba la terminal ubicada en el barrio de Fisherton.

 

Pero el panorama cambió. No solo definió nuevas prioridades el partido que antes era oposición y ahora está al frente en la Casa Gris, también la devaluación impactó de lleno en el mercado aerocomercial y elevó drásticamente los presupuestos de las obras civiles planificadas en el predio que ocupa la terminal aeroportuaria justo en el límite entre Rosario y Funes.

 

Así, el "Islas Malvinas" vive un presente marcado por la caída de conexiones, entre las que se sumaron no solo las esperables en el frente internacional, sino también en lo que a hace a vuelos domésticos, donde se aguardaba que Rosario pudiera aumentar caudal de pasajeros.

 

 

 

 

Sumado a la sangría de aviones, el proyecto que impulsó Lifschitz para construir una nueva terminal internacional pegada a la actual con 11.500 metros cuadrados, cayó dentro del freno que definió el gobernador Perotti en las obras públicas, dejando a vista de los viajeros solo un par de hierros cruzados y registrando avances mínimos.

 

El recambio de autoridades en la administración provincial lógicamente impactó en el directorio de la aerostación, en el que debutó Eduardo Romagnoli, del riñón del también nuevo secretario de Turismo de Santa Fe, Alejandro Grandinetti. El hombre que tomó las riendas del aeropuerto es el encargado de fundamentar la decisión oficial de relentizar las fases de construcción de la nueva terminal e insistir en promover a Rosario como destino para las conexiones de cabotaje, gestión que por ahora no logra rendir frutos.

 

A dicho panorama hay que sumarle que por decisión del primer mandatario santafesino se dejó sin efecto el decreto que había firmado Lifschitz para estimular mediante la exención impositiva las operaciones de nuevas aerolíneas en la ciudad.

 

Foto: El Litoral

 

Conexiones perdidas

 

Casi en sintonía con las sucesivas devaluaciones que experimentó el país durante el último año y medio de la presidencia de Mauricio Macri, el curioso panorama que supo experimentar el aeropuerto de Fisherton en el que los pasajeros transportados fronteras afuera superan con holgura a los de los enlaces domésticos se trastocó.

 

Los que primero sufrieron el cimbronazo de la escalada del dólar respecto del peso fueron los vuelos a Santiago de Chile. Inicialmente fue la low cost Sky que siquiera sin cumplir un año operando desde Rosario decidió levantar sus operaciones con la capital trasandina. Meses después también tomó la misma postura la aerolínea Latam. Los viajeros santafesinos se perdieron así un importante hub de conexiones.

 

Pero sin Chile en el mapa de vuelos, la posibilidad de que los viajeros internacionales operen desde Fisherton se complejizó aún más con el final de los vuelos a San Pablo, otro destino estratégico en materia de negocios y clave para combinar con frecuencias a Europa que también era ofrecido por Latam. La más reciente salida fue la de la firma brasileña Azul, que primero levantó Porto Alegre y sobre el cierre de febrero cesó con su frecuencia semanal a Recife.

 

El mapa de conexiones internacionales quedó reducido a tres compañías con un destino cada una: Gol con cinco frecuencias semanales a Río de Janeiro, Latam a Lima con vuelo diario que en mayo bajará a cinco por semana y el vuelo cotidiano de Copa desde y hacia Panamá. Aerolíneas Argentinas programó para el verano los destinos de Río y Punta del Este que tuvieron muy buena repercusión.

 

La muestra que expone la.merma de pasajeros internaciones la publicó la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac). En febrero de 2020 la variación interanual en flujo de transportados que pasaron por Migraciones fue de -65%, una cifra que ubica a Rosario entre los aeropuertos del interior que más perdieron pasajeros.

 

Ahora bien, aunque uno vuelva a posicionarse en las estadísticas de Anac de febrero para advertir que subió el número de viajeros que usó Fisherton para volar hacia ciudades fronteras adentro, enseguida podrá detectar que el 23% de crecimiento en febrero respecto de igual mes de 2019 no alcanzó a compensar la pérdida de usuarios internacionales.

 

El 2019 marcó el inicio de las operaciones de las low cost locales en Rosario, algo que ilusionó con el potencial de vincular la región con destinos del país claves en materia de turismo y negocios. Primero fue Fly Bondi que incluso programó una conexión inédita: Rosario-Tucumán. El enlace no obtuvo la respuesta deseada y se canceló. La compañía con base en El Palomar mantiene Salta e Iguazú.

 

Precisamente Fly Bondi comparte con Aerolíneas Argentinas dichos aeropuertos servidos desde Rosario. En el caso de Iguazú, también comenzó a volar Jet Smart, otra de las low cost estrellas de la era Macri. La superposición de empresas volando hacia una misma plaza puede haber derivado en que Jet Smart a muy poco de debutar en Rosario decida levantar la ruta a Iguazú y Mendoza, debiendo compensar a pasajeros con tickets ya comprados. Anunció que solo mantendrá las frecuencias entre Rosario y Neuquén a dónde apuntaron como destino para clientes corporativos por el vínculo entre el yacimiento de Vaca Muerta, ubicado en dicha provincia, y los proveedores del sur santafesino.

 

A la fluctuación de destinos de cabotaje que delinean las operaciones de las low cost en Fisherton, se le sumó la crisis de Avianca Argentina que canceló sus conexiones a Aeroparque y Reconquista desde la Cuna de la Bandera a principios de 2019.

 

Es la aerolínea de bandera la única que mantiene un mapa de rutas que no crece con excepción de los destinos de temporada, pese a que hace pocos días anunció renovación de su cronograma de destinos entre las provincias sin que ninguna de las novedades tuviera impacto en Rosario.

 

Foto: El Litoral

 

 

La gran obra, a paso de tortuga

 

Si ya Lifschitz tenía dificultades para conseguir el financiamiento que le permitiera iniciar los trabajos de la nueva terminal y tuvo que salir a retocar plazos de obra, la gestión de Omar Perotti directamente decidió reducir al mínimo los avances del proyecto. Del futuro edificio hoy solo un par de estructuras de hierro se asoman y es el propio Romagnoli el que asegura que "se bajó el ritmo en función de los recursos disponibles".

 

Si se continúa con el mantenimiento de rigor del complejo y con la reubicación de la áreas clave como la planta de combustible, inversión que corre por cuenta de YPF.

 

"Existe un 18% de avance de la obra de la primera etapa de la terminal, sí esperamos contar para mayo a partir de una inversión millonaria hecha con fondos propios, con la nueva iluminación de pista instalada, que permitirá bajar el umbral de operaciones de la terminal en tiempos de niebla para evitar cancelación y demoras", dijo el directivo en contacto con Mirador Provincial.

 

Lo que viene

 

A pesar del contexto complejo en la industria aerocomercial y de que las conexiones aéreas no están al tope de las prioridades de la administración santafesina, Romagnoli sintetizó los objetivos que tienen fijados por orden del gobernador. "Buscamos impulsar el turismo interno fijando a Rosario y el resto de la provincia como destinos receptivos, crecer en conexiones de cabotaje y convertir a Rosario como un nodo distribuidor de pasajeros", sostuvo.

 

Cabe aclarar que apenas asumido el flamante directivo inició una serie de reuniones con las aerolíneas de cabotaje que tienen partidas y arribos en Rosario para intentar profundizar sus operaciones. Pero en medio de las tratativas la reducción de servicios de Jet Smart cayó como un baldazo de agua fría. "Jet Smart tenía buena ocupación pero eso no asegura rentabilidad. Muchos de los tickets vendidos a Iguazú y Mendoza eran a precios promocionales y por eso decidió suprimir dichas rutas", explicó.

 

Que circulen menos pasajeros por el edificio ubicado en Fisherton también impacta en las menores ventas que están experimentando los más de 20 locales del paseo comercial, que durante el 2019 se renovó con marcas de relevancia nacional que hoy están definiendo incluso si bajan las persianas.

 

"Nosotros conocemos la realidad del aeropuerto y por eso activamos un plan de acompañamiento a 23 locatarios hasta el último instante, en caso de que quieran partir", se limitó a plantear Romagnoli, que sin embargo aclaró: "nosotros administramos fondos de los santafesinos por lo que no podemos no cobrarle el alquiler a un operador que firmó un contrato".


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