Una adolescente cañadense buscará completar uno de los desafíos de la natación de aguas abiertas más complejos y peligrosos del mundo: el cruce del Río de la Plata. Esta prueba es distinta a las maratones por ejemplo porque se hace de manera transversal a la corriente de un río que tiene el tamaño de un mar.

De hecho, Joaquina Dalmazzo, de Cañada de Gómez, departamento Iriondo, buscará en fecha a confirmar, pero seguramente a la brevedad, completar el trayecto de 42 kilómetros 200 metros, que separan Punta Lara en Buenos Aires, con Colonia del Sacramento, en Uruguay.

El año pasado, el récord de cruce lo obtuvo Matías Díaz Hernández, conocido por ganar la Santa Fe-Coronda en 2022, superando a Damián Blaum, otro titán del río.

En 2019 cuando tenía sólo 12 años, la juvenil nadadora comenzó a entrenar para concretar el desafío, con horas de dedicación en el Sport Club Cañadense, junto a su entrenador, Pablo Testa.

Para fortalecer su cuerpo y aumentar su resistencia, complementa su preparación con tres sesiones semanales de gimnasio. Este enfoque físico y mental es esencial para afrontar los más de 12 horas que se estima tomará el cruce, enfrentando las constantes exigencias de la travesía.

UNA PRUEBA PARA ELEGIDOS

Además, la cañadense deberá respetar varias reglas: sólo podrá hacer pausas de 90 segundos cada 30 minutos para hidratarse, sin poder tocar ninguna embarcación o persona durante todo el recorrido sin contar las inclemencias climáticas que podría haber en esa jornada.

El récord de velocidad de este cruce lo tiene un ganador de la Maratón Santa Fe-Coronda quien superó a otro triunfador en la “más linda del mundo”. Matías Díaz Hernández, el santacruceño que triunfó en la prueba en 2022, batió la marca que ostentaba Damián Blaum –ganador en 2017– cuando en enero del año pasado nadó el trayecto en 8 horas, 51 minutos y 46 segundos, superando en 15 minutos la marca del bonaerense ex campeón del mundo de aguas abiertas.