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Rosario Central

Marco Ruben, el delantero canalla que subió al nivel de leyenda

El nueve de Rosario Central no para de perforar redes y así llegó a convertirse en el máximo goleador de la historia del club rosarino, quebrando una marca que estaba vigente desde la década de 1950. “Conseguí lo más grande en el club de mi vida”, confió emocionado.
29-11-2021 | 20:19 |

Marco Ruben. Central en el corazón.
Foto:Gentileza.
Lalo Falcioni


Marco Ruben es un delantero moderno que rompió una marca propia de otro tiempo. No es común en el fútbol argentino ver a un jugador de estas épocas rompiendo récords de protagonistas de décadas pasadas, cuando los futbolistas pasaban prácticamente toda su carrera en un mismo club, disputando una impresionante cantidad de partidos. Marco lo hizo. Cuando parecía imposible porque los años supuestamente empezaban a pesar en su cuerpo, porque había parado durante todo el 2020 “para reflexionar” durante la pandemia y porque se acercaba el final de su carrera, Ruben aceleró a fondo y en un puñado de partidos pulverizó primero la cifra goleadora de Mario Alberto Kempes y el domingo, nada menos que ante el campeón River, se subió al Olimpo de las leyendas de Rosario Central al superar los 98 goles de Waldino “Torito” Aguirre.

“Conseguí lo más grande que me pudo pasar en mi vida futbolística, estoy muy contento de poder quedar en la historia de mi club y recibo todo el cariño”, apenas pudo balbucear Marco Ruben el domingo por la tarde en el Gigante de Arroyito, que a esa altura había dejado de ser un estadio de fútbol para convertirse en un teatro que aplaudía de pie al actor principal de esta obra. “Es la gente de mi vida, la que siempre me da cariño. Fue una tarde hermosa y emocionante para mí”, agregó el derribador de arcos, con un nudo en la garganta y humedad en sus ojos.

Por si le faltaba brillo al conmovedor logro de Ruben, llegó a ser el máximo artillero de la historia de Rosario Central marcándoles cinco goles a los dos últimos campeones del fútbol nacional: tres a Colón, la fecha pasada en Santa Fe, y dos a River, el domingo en Arroyito.

No le alcanzó con el enorme tanto de taco a Franco Armani para igualar los 98 goles históricos del “Torito” Aguirre, aquel delantero rosarino que dejó de jugar a principios de la década de 1950. Fue por más y en la misma tarde se subió al escalón más alto con un imperial cabezazo que dejó sin chances al que es probablemente el mejor arquero de Argentina. Insaciable y demoledor. Son 99 goles legendarios para los canallas, que ahora Ruben intentará llevar a las tres cifras en los dos partidos que quedan ante Lanús y Huracán.

“Se vivió una tarde hermosa, inolvidable para mí. No lo pudimos coronar con una victoria, pero esta tarde va a quedar en mí para siempre. Tengo muchas ganas de disfrutar con mi familia”, expresó el futbolista nacido en Fray Luis Beltrán, en el Gran Rosario. “La gente de Central me trata siempre bien, me da mucho empuje y si estoy acá es en gran parte por ellos. Así que si ellos están felices, compartimos el sentimiento porque yo estoy muy feliz”, les habló a los hinchas.

Después, insistió: “Yo estoy feliz porque he logrado algo muy grande en el club de mi vida. Es más que soñado e intento disfrutarlo mucho”. Y describió que “es todo hermoso lo que se dice de mí en estos tiempos y la verdad que es todo un sueño. De chico solo soñaba con ponerme la camiseta y jugar en este club, así que esto que me está pasando es un sueño”.

“Esto es como un resumen de toda mi carrera, de toda mi vida. Me acuerdo mucho ahora de las personas que estuvieron en mis comienzos. Se me viene a la cabeza Don Ángel (Zof), Cuffaro Russo, los primeros que me subieron a primera división y que me dieron la confianza. Compañeros como el Kily, que hoy es mi técnico, el “Chacho” (Coudet), Vitamina (Sánchez), el Loncho Ferrari”, sintetizó. Y agregó: “Es injusto nombrar porque fueron muchos los que me acompañaron, pasamos muchos momentos juntos y todos me dejaron algo para llegar a este presente que estoy disfrutando”.

Y cuando le preguntaron si ahora va por los 100 goles, respondió con su habitual sello: “Ahora voy por meterle con todo en estos dos partidos que quedan y que el equipo cumpla el objetivo de entrar a una copa internacional, que es el objetivo grupal que tenemos. Más allá de los logros personales, que son muy lindos, los objetivos grupales son hermosos”.

Ahora, el único pensamiento que desvela a los canallas es si Marco Ruben, después de lograr el objetivo de convertirse en el mayor goleador histórico de Central, podría evaluar retirarse de la actividad profesional, como ya lo insinuó el año pasado cuando se refugió en la isla frente a Rosario para pensar qué sería de su vida. Pase lo que pase, Ruben ya no se irá más del corazón de los canallas.



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