"Los poetas son unos aliados valiosísimos y su testimonio ha de estimarse en mucho, pues suelen saber de una multitud de cosas entre cielo y tierra con cuya existencia ni sueña nuestra sabiduría académica". (Sigmund Freud, “El delirio y los sueños en la "Gradiva" de W. Jensen").
María Laura Guisen (1973) comenzó su formación literaria en los talleres de Marcelo Sclona en 2018, pero no así su encuentro con la literatura, ya que para aquel entonces era una lectora voraz de profesión psicoanalítica, práctica que ejerce desde el momento que culminó sus estudios en la Universidad Nacional de Rosario.
Siguiendo con la búsqueda y la construcción de su DNI poeta, se ubica en la voz de la autora su intención a la hora de arrancar aquél primer taller: “ no era de escritura, sino de lectura. En el transcurso del taller durante los dos primeros años yo no escribí ni una sola palabra”.
La tapa del libro.Foto: gentileza
El contexto de desasosiegos de pandemia la encontró con un tiempo prolongado de socialización en el espacio coordinado por Scalona y comenzó a escribir de forma imprevista, casi como un medio de fuga o un método de defensa personal al contexto que la atravesaba y a sus situaciones particulares, “la escritura y la poesía no fue para mi una decisión sino algo que pasó a pesar mío y atraés mío”, afirma evocando aquél período de encierro.
La letra escrita apareció y lo hizo como guardia y golpe, forma de restitución de un interior que debía sanar porque como bien le demuestra su profesión a diario, “algo descosido estamos todos los seres humanos”.
La pregunta habitó y ella empezó a escribir, ¿para qué escribir sino para defenderse de aquello por coser, aquello que nos duele? Porque algo nuestro nos escribe a pesar de nosotros y nuestros estados de ánimos que nos visitan cuando quieren, “Sin derecho/ admisión. Se mueven como/ algas marinas,/ según la incidencia/ de la luz./ Cuando aparece/ triste,/ salgo al alba/ recién amanecida,/ habiendo tocado la ausencia/ con la punta / de los dedos./ Incrédula/ es puntual/ por la tarde/ cuando / una pausa /en la rutina la trae” (estados de ánimo, fragmento).
Su primer maestro Marcelo Scalona fue quien recibió sus primeros escritos, aquellos que luego encontraron sus primeras publicaciones, “yo comencé escribiendo relatos cortos que fueron publicados en algunas revistas digitales, como la revista Ají o revista Burak”.
El tema de la poesía comenzó paulatinamente sin que la autora se diera mucho cuenta de su real deseo puesto en juego, aquella intención de escribir poesía, “los poetas que conocí por primera vez fueron presentados en el taller de Marcelo, fueron poetas que él traía. Un día comencé a escribir poesía, comencé a mostrarle a él poesía. Las escribía sin ningún tipo de saber teórico al respecto de como se escribe una poesía, digamos en el sentido de la métrica, la sonoridad o la rítmica. Era una cuestión intuitiva”, afirmó en diálogo para Mirador Provincial.
Su deseo y su sensibilidad se construía quizás no solo sin saber ella misma de su búsqueda, sino sin saberse de sus talentos propios que le allanaron el camino como cuenta al recordar: “En determinado momento mando mis poesías a un Blogs que seguía, que se llama Emma Gunst. Ella en realidad es una editora, se llama Miriam Tessore y publica poesía de mujeres, escrita por mujeres. Con una enorme sorpresa para mí, ella publica mis poesías que eran cuatro. A partir de allí, se comunica con migo un editor de España, de Ediciones Liliputienses para decirme si le podía mandar mis libros porque le habían gustado mucho mis poemas”.
Defensa personal en Ediciones Liliputienses (España)
-Luego de las publicaciones en el Blogs de Emma Gunst vino el vínculo con Ediciones Liliputienses, ¿cómo se cocinó esa edición?
-A partir de ahí se arma un vínculo con Ediciones Liliputienses y pasé todo un año escribiendo, reescribiendo, corrigiendo poemas anteriores, mis poemas. Me di cuenta que mi interés iba por la poesía, comencé a tomar cursos y clases, puntualmente en relación a la poesía. Hice un taller en Buenos Aires con Tomás Rosner que aparece en Instagram como “los fatales” y que tiene una mirada particular de la poesía, más bien orientada a lo perfomático.
Cuando surge la posibilidad de publicar poesía me contacto con Carlos Battilana y el me remite a Osvaldo Bossi. Para mí la obra de él fue un viaje de ida. Tuve la suerte de hacer la clínica de obra de poesía para Defensa personal de Ediciones Liliputienses con él. Es decir, una vez que pasó un año y pico, y los poemas fueron revisados, vueltos a pensar con poemas nuevos y en compañía de Osvaldo Bossi, ahí entregué el manuscrito con el libro. También se determinó que Defensa personal era el poema hilo conductor del libro, que fue escrito en pandemia en un momento personal en particular. Ahí lo envié y salió en octubre del 2022 en Ediciones Liliputienses con distribución unicamente en España.
-Luego vino la edición para Argentina
-Con el libro ya publicado en España, decidí buscar editorial de poesía para que se distribuya acá. Me decidí por Ediciones en Danza. Sabía que tenían un catálogo muy bueno en poesía. Tuve un trato muy cordial con ellos, aceptaron publicarlo y así dio a luz Defensa personal aquí pero a partir de la puerta abierta de Ediciones Liliputienses .
-El prólogo es de tu maestro Osvaldo Bossi
-El prólogo de Osvaldo tiene que ver con que la clínica fue realizada con él todo este tiempo. Tuvo la generosidad de regalarme el prólogo. Es un libro que fue escrito en compañía de él, con sus miradas y devoluciones. Es mi maestro de poesía como en su momento lo fue Marcelo Scalona. La idea es que ambos estén en la presentación del libro en marzo.
-¿Cuál es tu manera de ver y sentir la poesía?
-Mi manera de pensar la poesía tiene que ver con lo cotidiano, con lo que sucede a mi alrededor, el mundo que yo conozco, pequeñas cosas. No es una poesía pretenciosa, me interesa el lenguaje más bien coloquial aunque no sea poético. Indefectiblemente estoy atravesada por el psicoanálisis, eso implica de alguna manera saber que todos estamos un poco rotos, descosidos. Me interesa que el humor, la ambigüedad y las contradicciones, todas estas cosas propias de los seres humanos de alguna manera estén presentes en la poesía que escribo.
Me gusta mucho José Watanabe, Raymond Carver, Adélia Prado, Carlos Battilana, pero no me cierro, cada vez que descubro un poeta me interiorizo por su obra, me gusta mucho la poesía contemporánea.
Defensa personal (poema central de la obra)
El amor/ es una máquina para hacer agujeros:/ te vacía un cargador completo/ en los lugares /más recónditos / Hábil tirador/ te persigue / te amasija/ te mea encima/ y vos / no querés esconderte./ Hipnotizada/ le sonreís a una carabina veintidós. / Igual/ no importa/ nadie es culpable / de tanta estúpida felicidad.
Bio
María Laura Guisen nació en la ciudad de Rosario, Argentina, en 1973. Estudió la carrera de Psicología en la Universidad Nacional de Rosario y ejerce su práctica profesional en dicha ciudad. Ha participado sistemáticamente y hasta la actualidad en cursos, seminarios, talleres de poesías y escritura narrativa, dictados por escritores y poetas de la ciudad de Rosario y Buenos Aires. Ha publicado relatos y poesías en medios digitales: Revista Burak, Revista Ají, Emma Gunst. Curó y produjo el episodio “Poesía y psicoanálisis” para el podcast de poesía Orden de Traslado. Ha publicado recientemente el poemario Defensa Personal (Ediciones Liliputienses, España y Ediciones en danza, Argentina).