En la previa al juego con Argentinos, las dos noticias más importantes del Mundo Unión generaban una verdadera carrera contra el tiempo. Por un lado, la confirmación del acuerdo con el entrenador Gustavo Munúa y su representante, Pascual Lezcano, para poder estampar la firma, cruzar el dinero y enviar el correo electrónico a la FIFA para poder levantar la famosa inhibición que "nació" el 15 de marzo y cumplió cinco meses.

Por el otro, esta "desprolijidad informativa" desde la AFA: mientras casi todos (representantes, agentes FIFA, intermediarios) esperaban el cierre del mercado de pases para el último día hábil del mes de agosto, se conoció una modificación que avisa que todo se terminará este jueves 22 a las ocho de la noche en la AFA. De yapa, peor para el Tate: en el combo, se eliminó ese beneficio de dar un cupo extra y tiempo agregado a los clubes que transfirieron futbolistas al exterior (el rojiblanco especulaba con ese plus por lo de Luna Diale al Ajmat Grozny de Chechenia).

El saludo de los dos entrenadores marcaba el primer contra-punto de la tardecita-noche del 15 de Abril: el "Kily" González sentado en el banco local con el 46 por ciento de rendimiento/efectividad es amado en el Tate; Pablo Guede, casi siempre parado en el "corralito" visitante con un 48 por ciento de sumatoria, cuestionado de manera firme en Argentinos Juniors.

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El césped de la cancha, que era un cuadro perfecto, había sido "regado" (como siempre) un par de horas antes del partido, con el plus que un rato antes se largó a llover. Ahí, entre lo rápido del juego que propone el dueño de casa y la improvisación de algunos players con el tema de los tapones, había momentos de patinaje sobre césped. En ese juego de velocidades, Unión juntaba pases pero el "Bicho Colorado" atacaba mejor los espacios: a los 6 y a los 13 minutos, justificó confianza Thiago Cardozo: se lo sacó con una volada a Alan Rodríguez y se lo achicó a Gondou en el primer palo.

Lo emparejó el dueño de casa en base a ganas, corazón, empuje. Se animó Mauro, en pleno slalom y sacudió. La cancha seguía siendo, para varios, un problema. Ejemplo: la amarilla a Nico Paz por un mal control de Vargas. Estaba claro que, con cancha rápida y balón distinto, había que patear. Lo volvió a intentar Mauro, desde lejos, lo que generó un rebote que Simón Rivero cambió por golazo: el ex Boca le pegó como venía, de volea pero semi-mordida (igual la mayoría de esas pelotas van a la casa de la señora de al lado) y el 15 de Abril estalló con todo. El gol era el bonus para un jugador que, a partir de la salida de Luna Diale a Chechenia, aprovechó al ciento por ciento la chance de la titularidad, porque además de la pegada y el buen panorama de juego, le agregó sacrificio.

Si ese gol del 1-0, después de las tapadas salvadoras de Cardozo, fue inesperado para el "Bichito Colorado" de la Paternal, ni hablar del segundo del Tate, donde se lo hizo solito el visitante. La cancha, que le seguía jugando una mala pasada a varios, lo volvió a tumbar a Vargas por derecha: el ex Defensa quedó puntero en la tabla de caídas. Pasa que es tan rápido y tiene tantas ganas este chico, que se cayó, se levantó y logró seguir con la pelota en los pies. Al mismo tiempo, por afuera, le picó Balboa y Vargas se la pinchó para ir mano a mano con los defensores de Argentinos. Era "dos (defensores) contra uno (atacante)" y terminó siendo 2-0 para Unión, con un increíble regalo que había quedado olvidado del día del niño. Se enredaron, la dejaron y Balboa golpeó peor que Rocky. Para muchos, podía ser "ancho" el resultado, pero explicado desde la contundencia de uno y otro frente a los arcos.

Nico Paz, además de amonestado, terminó golpeado en la última del primer tiempo, donde salió de arriba apurado Cardozo y varios chocaron. Por eso mismo, doblemente condicionado, el "Kily" movió el tablero en el descanso y lo mandó a Torrén, a quien le tocó jugar contra un club que le dio todo (de paso, el zaguero es quien más veces se puso esa camiseta de La Paternal en el profesionalismo). Torrén fue a jugar de Pardo (libre) y Pardo de Paz (stopper derecho).

En el inicio del complemento, a los 4 se pudo terminar todo: se la pusieron como con la mano a Orsini en la cabeza y esta vez el ex "9" de Boca se la alcanzó a las manos al "Ruso" Rodríguez antes de sellar el 3-0 en Santa Fe bajo la llovizna. Pero si la de Orsini pareció clara, la de Balboa (bochón de Rivero) fue mucho más a los 9 minutos, cuando picó al vacío, quedó mano a mano, amagó con asistir y eligió patear al primer palo donde el ex tatengue Galván la sacó en la misma línea abajo del travesaño con el "Ruso" derrotado.

De todos modos, el candado no demoraría en llegar y el que apuró el expediente de manera generosa fue Jonatan Galván, que le metió a Orsini una inexplicable patada desde atrás adentro del área: Tello, parado al lado, marcó penal sin dudar. El propio Orsini, en el mismo arco donde había fallado un penal contra Sarmiento de Junín el día de su propio gol salvador de cabeza en la Redonda, lo fusiló para sellar el 3-0 y desatar la fiesta en la Avenida.

Al toque, ya pensando en Tigre, el entrenador empezó a oxigenar: salió Orsini ovacionado para el ingreso de Lucas Gamba y el corredor Del Blanco por Bruno Pittón. Ni media hora se jugaba y al partido ya le sobraban minutos. A los cinco minutos de esas modificaciones, otros dos cambios del "Kily" y ventanas agotadas: Fascendini por Mauro Pittón y Enzo Roldán por Simón Rivero. El defensor zurdo, otro ex Boca, pasó a marcar punta izquierda para adelantar a Del Blanco.

El partido, que se murió con el penal de Orsini con el 3-0, respetó el reglamento que habla de "dos tiempos de 45 minutos". Con una goleada indiscutible, Unión se recuperó del robo de Alberdi donde lo "pirateó" el VAR, lo borró a Argentinos, volvió al segundo escalón como perseguidor del puntero Huracán (está a un punto del "Globo" el Tate y al lado del los tucumanos) y ratifica ilusión copera: afirmado en zona de Sudamericana y mirando de cerca la Libertadores 2025.

Mientras los jugadores recibían la ovación de la multitud rojiblanca en las tribunas del 15 de Abril, la lupa se posaba en la figura de Cristian Alberto González por todo lo que hizo, casi al mismo tiempo que la gente le recordaba a "la comisión..., la comisión", todo lo que no hizo.

El mismo día que Unión difundió el acuerdo para levantar la inhibición de Gustavo Munúa en la FIFA, el equipo ganó, gustó, goleó y es la gran sorpresa del fútbol argentino. Más allá de lo que pase en el escritorio de Zurich (el libro de pases cierra este jueves a las 20), en el verde césped donde está el teatro de los sueños de los hinchas del Tate, hace rato que el Unión del "Kily" vive, juega y sueña DESINHIBIDO.