El fiscal Mariano Budasoff, y el defensor público, Juan Carlín, presentaron este jueves 12 de septiembre al vocal del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, Alejandro Cánepa, el acuerdo de juicio abreviado al que arribaron con el consentimiento del imputado Maximiliano Ariel Bortel, quien actualmente está alojado en la Unidad Penal Nº1 de Paraná. El juez analizará el acuerdo y adelantó que el martes 17 dará a conocer su resolución.
Bortel, quien sufre un severo cuadro de adicción a las drogas y el alcohol fue acusado en el primer legajo, de sustraer tres cervezas de un kiosco y amenazar a la dueña. Se le imputaron los delitos de Hurto en grado de tentativa y Amenazas. El hecho ocurrió el 18 de marzo de este año.
En el segundo legajo se le inició causa por ingresar a robar en la casa de su madre; y cuando el hermano le pidió los elementos robados, lo agredió y lesionó con un vaso de vidrio que habría roto. Fue imputado por Lesiones y amenazas calificadas.
El tercer legajo abordó que el 30 de marzo robó un cartel luminoso de un kiosco. Se le imputó el delito de Hurto en grado de tentativa. En el cuarto legajo se lo acusó de que el mismo día a la madrugada, ingresó a una casa y robó herramientas y una garrafa. Fue procesado por Hurto. En el quinto legajo se le atribuyó que el 4 de abril fue a la casa de su mamá cuando pesaban sobre él restricciones impuestas por la Justicia. Se lo acusó de Desobediencia judicial.
En el sexto, se le atribuyó que el 16 de abril volvió a desobedecer una orden judicial de prohibición de acercamiento a la casa de su madre. Se le inició otra causa por Desobediencia. En el séptimo legajo se lo acusó de que el 17 de mayo se trasladaba por la vía pública con elementos de los que no supo explicar su procedencia. Se le imputó el delito de Receptación sospechosa de bienes. Finalmente, en el octavo legajo, se lo acusó de amenazar de muerte a su hermano el 7 de agosto de agosto; y en el noveno de que el 12 de agosto volvió a desobedecer una orden judicial cuando concurrió a la casa de su madre y la amenazó para que le cocinara. Se le imputaron los delitos de Amenaza, por el primero, y Desobediencia judicial y amenazas, por el segundo hecho.
Las partes acodaron, valorando la asunción de responsabilidad del imputado y el arrepentimiento que se desprende del presente acuerdo, que “la pena a imponer en el caso puntual, teniendo en consideración la magnitud de los injustos y el grado de culpabilidad, debe encontrase en el mínimo de la escala penal, por lo que creemos justo y razonable la pena de un año de prisión de efectivo cumplimiento, atento a la existencia de condena previa que ha purgado recientemente Bortel en la Unidad Penal”.