La semana comenzó con un escenario sorprendente para los pescadores de El Mangrullo en la zona sur de Rosario: cientos de peces muertos aparecieron en la costa este lunes y se encendieron las alarmas.
Según contaron los pescadores, los peces estaban como “desorientados o atontados”, entonces al querer devolverlos al agua para que sobrevivieran, notaron que se morían, que no flotaban. Lo que más llamó la atención es que se trataban de peces de una misma especie y de un tamaño parecido.
Las autoridades buscaban una causa que pudiera explicar la muerte de los ejemplares en el río. Las hipótesis de los lugareños son variadas y diversas: desde las que hablan de falta de oxígeno ante la bajante del río, hasta las que infieren algún tipo de contaminación del agua.
Jorge Bartoli de la ONG “El Paraná No Se Toca” contó a Mirador Provincial que “desde hace varias semanas se ve una mortandad de peces muy extendida por todo el humedal; la bajante y los fríos extremos fueron letales para una gran cantidad de especies”.
“Lo que veníamos viendo eran peces de talla chica, tanto en la zona de la costa santafesina, como en riachos y lagunas interiores y hasta en la misma costanera de victoria. En la foto se detectan ejemplares de mayor talla. Hasta ayer no se veía en la zona norte. El panorama es muy desalentador”, agregó.
“La semana pasada se reunió el concejo provincial pesquero y los informes técnicos dan cuenta de una situación preocupante acerca de lo que está pasando con los peces que tienen valor comercial. Por el lado de los pescadores, tanto en Victoria como en Rosario la están pasando muy muy mal. No hay capturas practicamente, están casi sin poder trabajar”.
Y Cerró: “Lo de los peces en la salida de la cloaca es un clásico de toda la vida. Millones y millones de personas en la cuenca del plata arrojando desechos de todo tipo sin tratamiento. Hemos convertido un río majestuoso en un gigante vulnerable que no deja de dar señales de alerta”.
Por su parte, el ministro de Ambiente de Santa Fe, Enrique Estévez, detalló que se están realizando estudios para determinar la causa por la que aparecieron especies muertas en la zona del Mangrullo y también reconoció que existe un problema con conexiones clandestinas que arrojan residuos directo al río
La seguidilla de situaciones que se dieron en el río Paraná en las últimas semanas pusieron el ojo sobre los controles, o la falta de los mismos, por parte de las autoridades competentes. Es que, después de la aparición de una gran mancha de aceite hidráulico que recorrió toda la costa, aparecieron peces muertos en la zona del Mangrullo y un gran cardumen en Puerto Norte comiendo de las aguas servidas que llegan al río desde un caño troncal de Aguas Santafesinas.
“El tema de los efluentes es uno de los temas más preocupantes, no solo por la actividad económica que se da en la costa del río, sino que también en varios arroyos. Es algo que estamos trabajando con los gobiernos locales y también con entidades públicas como es el caso de Aguas Santafesinas”, señaló Estévez.
En el caso puntual de lo que ocurrió frente a Puerto Norte, desde el ministerio señalaron que Aguas les notificó que la mancha oscura tenía que ver con “un movimiento de sedimento”. “Eso generó que se vaya directo al río y que esa es la explicación del cambio de color y de que los peces estén en ese lugar entendiendo a priori que eso no es algo tóxico”, sostuvo para llevar tranquilidad.