Hombres y mujeres de prensa visitaron el establecimiento “El Fortín esperanza” de Carlos Adcoyan; y establecimiento “La Ofelia”, de Darío Schneider. Hubo diversas charlas de producciones alternativas para pequeñas extensiones, con participación de autoridades provinciales, integrantes del INTA Concordia y productores de la zona.

Mirador Entre Ríos dialogó con varios de los protagonistas y surgieron interesante datos y planteos que hacen a la realidad que viven los productores. Carlos Adcoyan describió su actividad en la cual está “desarrollando una mejora genética con apoyo de inseminación de cabañas Bernardi y después de ocho o nueve años, vemos resultados en la calidad de nuestros animales Aberdeen Angus colorados, con ganancia de la cría, es decir de peso, esa es la conversión de la comida en kilos y estamos muy satisfechos. Hacemos todos los servicios indicados y los cuidados de sanidad, es decir lo mejor dentro de lo que se puede hacer. Dimos inicio a la producción ganadera y hoy con 360 hectáreas, estamos haciendo 298 madres, es una barbaridad por la propia superficie, pero en función de una buena administración, rotación, alimentos y demás, el campo soporta de buena manera esta carga”.

Los productores son personas que apuestan al futuro y el presente tiene una construcción muy positiva a nivel mundial respecto de la genética, porque Argentina está a la vanguardia. “Sin ninguna duda, cuando comenzamos, no habíamos puesto tan claro el objetivo, pero luego quedamos muy satisfechos, con el asesoramiento de gente idónea, veterinarios y otros técnicos, fuimos encarándolo y los resultados son realmente tangibles y estamos muy orgullosos, dentro de nuestra propia escala, es un campo pequeño, pero debemos sentirnos orgullosos de hacer las cosas bien”.

CICLOS

Consultado sobre si realizan el círculo completo desde la cría hasta la comercialización, respondió: “En algún momento hacíamos ciclo completo, de hecho, vendíamos directamente a frigoríficos, en los últimos años la cuestión económica no dio para eso, hoy estamos vendiendo la ternerada hasta 200 kilos. Encontramos algo que el propio vecindario y otros productores no hacían y es la posibilidad de vender toros de nuestra genética, de hecho, estamos vendiendo 25 a 30 toros por año, prácticamente a vecinos. Participamos de algunos remates, pero la gran mayoría de los toros que vendemos es a vecinos que no tienen la posibilidad o no hacen la inversión de mejorar la genética, y acceden a través de nuestros toros”.

Sobre el por qué eligió la raza Aberdeen Angus colorado, con la cual trabaja el exitoso productor y qué características tienen, Adcoyan respondió que “por un lado, son animales muy tranquilos y en cuanto a lo genético vemos que tienen ganancia de peso muy importante, nosotros seleccionamos toros con facilidad de partos y bajo peso al nacer, pero con altas recuperaciones de destete, entonces uno ve la conversión y el crecimiento, esto se puede medir perfectamente y es impactante. Por otro lado, a través de un buen manejo, con la inseminación que hacemos, hemos tenido años con las tasas de preñez y nacimiento vivo del 95% y es un porcentaje positivo y razonable, con destete vivo a seis meses del nacimiento con 85%, también es un valor muy razonable. No ha sido así el último año, hemos sufrido fuertemente la sequía dos años seguidos y como se ve en los cultivos, también se refleja en el estado de las madres y el índice del último año no ha sido el mejor, sin embargo, somos optimistas porque se está recuperando, hemos tenido buenas lluvias y parece que está cambiando el panorama”.

CABALLOS DE SALTO

Atilio Schneider es productor de caballos de salto, en Raíces Este, y sobre su actividad señaló: “Estamos con una incipiente cría, el objetivo es criarlos y entrenarlos. Hoy básicamente lo que más hacemos es comprar y vender caballos que están para las pruebas importantes, de lo mejor como descarte, pero para las categorías menores son excelentes caballos. El año pasado compré 8 o 10 productos, de los cuales vendí casi todos, tengo algunos nuevos que traje, ahora disponemos de 3 o 4 yeguas que son interesantes, algunas con muy buen desempeño y buen pedigree, en estos días comenzamos con las revisaciones y las crías de caballos a través de inseminación. El proceso es con pedigree de caballos de cría de salto, de buen nivel”.

“La idea de criar algunos caballos es por hobby, pero también un negocio, o sea, uno trata que esto además tenga la posibilidad de generar ingresos. En general los productos que he comprado han sido buenos, estaban en oferta a un valor accesible y pude venderlos a un precio razonable, lo cual me generó cierto ingreso y eso me motivó a seguir. Hoy tengo un empleado que está trabajando de manera permanente, la idea es que también podamos entrenar caballos y generar una buena cantidad que en el futuro creemos que van a ser más importantes. Producimos también alfalfa justamente para alimentarlos con un porcentaje y el resto lo vendemos para generar un recurso y que la actividad sea autosustentable”.

ALTERNATIVAS

Schneider agregó que “la porción de campo afectado a los caballos, no supera las 5 o 6 hectáreas, en total son 40 hectáreas, hay una parte que se arrienda para sembrar soja o sorgo, es un campito chico, por eso yo creo que todos los productores de campos chicos tienen que buscar alternativas, porque si no terminan vendiendo, se quedan sin gente en el campo. Hay un montón de oportunidades diferentes como puede ser corderos, leche, pollos, gallinas, huevos, conejos, nuez pecán, pero para todo eso las autoridades deben generar una facilidad para que la gente pueda producir y no les saquen en la caminera lo poco que producen. Hay que fomentar que la gente no se vaya del campo, al contrario, hay que tratar de traerlos al campo. Gente que se han ido de la zona estarían deseosos de volver, pero muchas veces es por falta de oportunidades o por desidia de las mismas autoridades”.

BALANCE

Daniel Aguilar, diplomado en periodismo agropecuario, participante del tour, concluyó que “fue una muy buena jornada, donde destacamos la seriedad y responsabilidad con la cual estos productores de tierra adentro encaran sus actividades con mucho potencial, y muchas veces desprovistos de las necesidades básicas para llevarlas adelante como por ejemplo caminos y también la amabilidad que, como todo hombre de campo, mostraron nuestros anfitriones haciéndonos sentir como en casa”.