Puede ser que la causa sea la falta de ejercicio en la victoria o el sedentarismo en la derrota. O también podría ser la “sal” de los goles errados o el exceso de facturas que se van acumulando en la cuenta “rojinegra”. Lo cierto es que Newell’s tiene un problema de hipertensión que no puede resolver y que le está arruinando la salud en estos tiempos. Esa situación compleja quedó perfectamente plasmada en el partido de este domingo en el “Coloso Marcelo Bielsa”, en el pobre empate frente a Belgrano de Córdoba. El clima tenso que rodeó al encuentro, se devoró la recuperación que el equipo había vislumbrado en el triunfo conseguido en Tucumán, en la fecha anterior. Ni las atajadas de Keylor Navas, ni la conducción de Ever Banega, ni el empuje de Mateo Silvetti, ni la extravagancia del “Ogro” Fabbiani en el banco, pudieron desatar el nudo que hace trastabillar una y otra vez al equipo rosarino.

El escenario se presentaba ideal para encadenar dos triunfos seguidos después de muchísimo tiempo, para empezar a consolidar la idea del nuevo técnico Cristian Fabbiani y para arrimarse a los puestos de clasificación a los play off de este Torneo Apertura. Pero nada de eso sucedió. El nerviosismo que se generó en las tribunas por lo que sucedió afuera del estadio, rápidamente se trasladó al campo de juego y los futbolistas “leprosos” no pudieron abstraerse de ese clima enrarecido y por momentos violento.

A los 20 minutos del primer tiempo, los fuegos artificiales que comenzaron a explotar en las inmediaciones del Parque de la Independencia -presuntamente encendidos por hinchas de Central para provocar a los de Newell’s por la ventaja en clásicos ganados-, crearon una atmósfera de inestabilidad latente. Muchos fanáticos salieron del estadio para intentar interceptar a los responsables de la pirotecnia, pero se encontraron con un cordón policial que no dudó en responder con balazos de goma. El retroceso de los hinchas, con las puertas cerradas, fue más caótico que el intento de persecución.

Esas imágenes de la gente reclamando que la Policía deje de tirar y pidiendo atención médica para personas que se habían descompensado, la de los jugadores intentando calmar a los simpatizantes sin entender del todo lo que estaba sucediendo, y la de Fabbiani haciendo gestos ampulosos contra la tribuna para que las cámaras lo tomaran en primer plano, generaron un agujero negro en el que cayeron todas las buenas intenciones del equipo “leproso”. Ese primer tiempo terminó siendo un espanto en todo sentido.

En la segunda etapa, con los ánimos un poco más calmados y con los cambios que introdujo el técnico “rojinegro” -que en realidad fueron para enmendar sus equivocaciones en el planteo inicial-, Newell’s tuvo sus mejores pasajes de fútbol y sus chances más claras de cara al arco de Belgrano. Hasta que el “Ogro” sacó a Banega de la cancha y le dio la conducción del equipo a Gonzalo Maroni, que equivocó los caminos una y otra vez.

Newell’s se fue diluyendo en su propias incapacidades y ni siquiera pudo aprovechar las dos expulsiones que sufrió el “Pirata” cordobés en los últimos minutos del partido. Terminó pateando desde afuera del área, cuando la lógica indicaba que debía mover la pelota para encontrar el espacio que seguramente iba a aparecer, frente a un equipo que estaba muy cansado y que tenía dos hombres menos.

El panorama que se le presenta a Newell’s no es muy alentador. Marcha antepenúltimo en la Zona A, con apenas 7 puntos, a 6 unidades del último que hoy están entrando a los cruces definitorios, que es Barracas Central. Y en las próximas cuatro fechas deberá enfrentar a los cuatro líderes del grupo: visitará a Estudiantes en La Plata, recibirá a Boca en el “Coloso”, irá a Victoria para jugar con Tigre y cerrará esta seguidilla súper exigente contra Argentinos Juniors en Rosario.

Desde la dirigencia, al menos hubo un gesto para tratar de descomprimir el clima de tensión, que días atrás había llegado a su punto más crítico cuando un grupo de hinchas tomó el club. El presidente Ignacio Astore acordó con las agrupaciones opositoras y con la Inspección General de Personas Jurídicas, que las elecciones se adelantarán al próximo mes de junio para que la nueva dirigencia tenga la posibilidad de administrar el mercado de pases de invierno.