En medio de la creciente presencia de aplicaciones de transporte no autorizadas en Rosario, la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, ha propuesto una revisión integral de la estructura tarifaria del servicio de taxis. La iniciativa busca eliminar la tradicional bajada de bandera y permitir que las tarifas se ajusten de manera dinámica, en sintonía con la demanda del mercado, similar al modelo que utilizan plataformas digitales.

Schmuck expresó su preocupación sobre la rigidez actual en la fijación de tarifas por parte del Concejo. Según la información a la que pudo acceder Mirador Provincial, la concejala plantea la necesidad de flexibilizar más allá del 20 % permitido actualmente, permitiendo que los precios se ajusten según las condiciones del mercado. Esta medida otorgaría a los taxistas la capacidad de competir en igualdad de condiciones con las aplicaciones que operan con tarifas dinámicas.

La propuesta surge en un contexto de tensión en el sector. Recientemente, grupos de taxistas autoconvocados, junto con la agrupación "chalecos amarillos", llevaron a cabo protestas en la zona de la terminal de ómnibus. Estas manifestaciones incluyeron cortes de calle, quema de neumáticos y acciones directas contra vehículos sospechados de operar bajo plataformas ilegales. El operativo policial desplegado añadió tensión a la jornada, resultando en acusaciones cruzadas y una denuncia penal presentada por el municipio por daños y obstrucción al tránsito.

La presidenta del Concejo enfatizó la urgencia de debatir la estructura tarifaria actual. Schmuck cuestiona si es pertinente que el cuerpo legislativo continúe estableciendo la bajada de bandera y las fichas por cada cien metros, o si es momento de adoptar un sistema más flexible que refleje las dinámicas del mercado. Esta reflexión también toca aspectos laborales, como la forma en que se determina el salario de los choferes de taxis, actualmente vinculado al valor de las fichas mensuales.

La concejala sugirió que la tarifa de los taxis podría establecerse por kilómetro recorrido, eliminando así la necesidad de una bajada de bandera fija. Este enfoque permitiría a los taxistas ajustar sus precios en función de la demanda, similar a las estrategias utilizadas por las aplicaciones de transporte. 

Schmuck reconoció que esta modificación implicaría una revisión del convenio colectivo de trabajo para asegurar que los ingresos de los conductores no se vean afectados negativamente.

Mientras tanto, en el Concejo Municipal se están evaluando otras iniciativas relacionadas con el servicio de taxis. Por ejemplo, se ha planteado la necesidad de ampliar las paradas en la terminal de ómnibus y mejorar la infraestructura para facilitar el trabajo de los taxistas y la comodidad de los usuarios. Estas propuestas buscan responder a las demandas del sector y adaptarse a las nuevas realidades del mercado del transporte urbano.

La discusión sobre la flexibilización tarifaria y la eliminación de la bajada de bandera es solo una parte de un debate más amplio sobre cómo modernizar el servicio de taxis en Rosario. La competencia de las aplicaciones de transporte ha evidenciado la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y hábitos de consumo. Schmuck destacó la importancia de que el servicio público de taxis evolucione para satisfacer las expectativas de los usuarios y garantizar la sostenibilidad del sector.

La implementación de tarifas dinámicas podría ofrecer a los usuarios precios más competitivos y ajustados a la realidad del mercado. Sin embargo, también plantea desafíos en términos de regulación y control para evitar posibles abusos y garantizar la transparencia en la fijación de precios. Las autoridades municipales deberán establecer mecanismos adecuados para supervisar este nuevo esquema tarifario y proteger los derechos de los consumidores.

La propuesta de Schmuck ha generado diversas reacciones en el ámbito político y entre los actores del sector del transporte. Algunos concejales han manifestado su apoyo a la iniciativa, considerándola una medida necesaria para modernizar el servicio de taxis y hacerlo más competitivo. Otros, en cambio, expresan preocupación por las implicaciones laborales y la posibilidad de que la flexibilización tarifaria afecte negativamente a los ingresos de los conductores.

En este sentido, será fundamental que el debate en el Concejo Municipal incluya a todas las partes involucradas, desde los propietarios de licencias y choferes hasta los usuarios del servicio. Un diálogo abierto y constructivo permitirá encontrar soluciones que beneficien a todos y aseguren la calidad y eficiencia del servicio de taxis en Rosario. Se espera que en las próximas semanas se realicen reuniones y consultas para avanzar en este sentido.

La modernización del servicio de taxis es un desafío complejo que requiere un enfoque integral.

Además de la cuestión tarifaria, es necesario abordar aspectos como la calidad de las unidades, la capacitación de los conductores, la seguridad y la incorporación de tecnologías que faciliten la interacción con los usuarios. Solo a través de una reforma profunda y consensuada se podrá garantizar la competitividad del servicio público de taxis frente a las nuevas alternativas de movilidad que han surgido en la ciudad.

En conclusión, la propuesta de eliminar la bajada de bandera y adoptar tarifas dinámicas representa una oportunidad para revitalizar el servicio de taxis en Rosario. Sin embargo, su implementación debe ser cuidadosamente planificada y acompañada de medidas que aseguren la equidad, la transparencia y la protección de los derechos tanto de los conductores como de los usuarios. El desafío es grande, pero también lo es la oportunidad de transformar el servicio de taxis en un modelo moderno y eficiente que responda a las necesidades de la comunidad.