Conrado Berón
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Fabián Zárate tiene 51 años y es una de las figuras públicas más conocidas que tienen los medios locales. Con una voz característica y dueño de una dicción y modulación envidiables, este paceño lleva adelante contra viento y marea su pasión por los avistajes de objetos voladores no identificados.

Un libro, cuatro conferencias en su haber y muchas investigaciones en la zona, son sus cartas de presentación a la hora de hablar con MIRADOR ENTRE RÍOS para conocer que en el universo hay algo más, mucho más.

–¿Cuándo y cómo nació tu vocación por el mundo ovni?

–Para cualquier investigador, la vocación surge a partir de algún tipo de encuentro, en mi caso por la fenomenología fue porque tuve tres avistajes increíbles. El primero cuando tenía siete años, saliendo de mi casa con mis viejos, en un 4L, en mi casa paterna, en el barrio Pancho Ramírez, cerca de las 20 horas, venía sobrevolando un objeto con una forma ovalada desde el oeste, era color blanco, giraba sin emitir sonido con una luz blanca comparable a la de una nube pero propia. Después, en uno de mis viajes desde Santa Fe, mirando a la noche por la ventanilla del colectivo, pasa un objeto muy lumínico, color verde, pasó muy rápido. Miré para ver si alguien había visto lo mismo que yo y todos dormían. En el tercero, ya más grande, pude observar en el cielo un anillo girando con luces, yo ya tenía cerca de 45 años y mas allá que tenía una carrera ya como investigador, no pude hacer nada. Quedé absorto, me di cuenta de que no atiné a nada, a filmar, a sacar fotos, a nada. Me quedé más que sorprendido.

Zona misterio

–Lo paranormal, ¿también te llama la atención o sólo lo que viene del espacio?

–La mayoría de los investigadores arrancamos con los fenómenos en general, te atrae todo, fantasmas, voces del más allá, misterios, tesoros, cuentos de brujas y uno comienza a abarcar todo. Luego uno se va definiendo sobre una línea investigativa. En mi caso, y teniendo un programa de TV que se denomina Zona Misterio, que ha sido laureado con tres premios a nivel provincial como mejor programa de Estilo Documental, desde ese espacio fui hilando más finito y terminé mas abocado a la fenomenología ovniológica, que creo que es el misterio más fuerte. El que no podemos comprender y quienes nos denominamos investigadores intentamos resolverlo o ayudar a la gente a entenderlo, al menos.

–¿Te ayudó tu profesión de comunicador?

–La verdad que sí, uno tiene una preparación que le permite tener un contacto más pleno con las personas, así sea de escasos recursos educacionales o con la persona que sea. En esto de investigar, el ser periodista te abre muchas puertas, sos una persona pública, y eso significa que algunos pueden confiar más en vos y soltarse a contar cosas que a veces les da miedo exteriorizarlas por el temor a que los tilden de locos o no les crean.

Abducción

–¿Qué fue lo más fuerte que te tocó vivir investigando este tema?

–Una abducción en Hernandarias, a un niño de nueve años. Viví una experiencia de película, fui el primer investigador que llegó al lugar y tuve un contacto con los padres y con el mismo menor. Esa investigación fue reconocida a nivel nacional, y la verdad que fue un golpe, sentir el sufrimiento de la madre que no podía explicar lo que le había pasado a su hijo. El gurí no podía comprender cómo una luz blanca al golpearle en el pecho lo hizo desaparecer delante de todos. No me costó, pero me sentí parte de ellos, me tocó mucho en mi fibra más íntima.

Otro caso fue el de las mutilaciones de ganado en el año 2002 y que se repitió en el 2015. Fue una locura, viajar por varios campos, sacando datos, pruebas y muchas cosas más. Allí conocí a Ubaldo Padilla, de Colón, quien es uno de los grandes investigadores especializado en este tema.

–¿Te costó empezar hablar de esto en una ciudad como La Paz?

–Cada pueblo tiene su idiosincrasia y la ciudad de La Paz es muy particular, recorrí muchos lugares y mi pueblo es diferente. Cuando arranqué con estas investigaciones y las mostré en Zona Misterios, fui aceptado gracias a que me conocían en la ciudad. Ayuda ser conocido, La Paz pudo comprender que hay gente seria en esto y no es amarillismo ni sensacionalismo. Cuando exponemos nuestro trabajo se dan cuenta que lo hacemos con alegría y pasión. En mis cuatro conferencias y en la presentación de mi libro, jamás cobré un solo centavo y eso ayuda a la credibilidad. Aquel que tenga un conocimiento tiene que compartirlo con la comunidad. He perdido mucho dinero, he gastado sueldos enteros para hacer una conferencia.

Prueba

–¿Hay testimonios y/o pruebas de un avistamiento en La Paz?

–Hay una prueba que es tangible: se trata de un trozo de metal que me lo donó una señora muy anciana que viendo el programa se decidió a entregarme un material que data de 1974, a unos 25 km del centro paceño, y me contó la historia de ese cuerpo. Cerca de las 12 de la noche, escucharon un ruido como de un motor en el cielo que le hacía vibrar las chapas de su casita. En el cielo había una esfera envuelta en llamas que emitía un ruido igual al de un camión Bedford. El padre los metió adentro, el ruido siguió hasta que hubo una gran explosión y se iluminó todo el campo.

Al otro día, el padre y los peones de la estancia encontraron diseminados por todo el campo, fragmentos de este material que es muy parecido a un metal, tiene una cara convexa y que pasó indudablemente por una altísima temperatura y que del otro lado tiene líneas simétricas casi perfectas y está recortado de una manera increíble. ¿Algo terrestre?, muy difícil. Algún día podré enviarlo a analizar a algún laboratorio para que me confirmen si es de la Tierra o no. Yo estoy seguro que no. Creo que estoy ante la presencia de un material que para mí en un 99,99% no pertenece a este planeta.

–¿Cómo son tus conferencias relacionadas al tema?

–Su preparación es parecida a la tarea periodística, hay que recabar datos, investigar, preguntar y mucho más. Eso, uno después lo vuelca en una conferencia. En mi haber tengo cuatro conferencias en años consecutivos en La Paz y además presenté un libro llamado “Enigmas de la Humanidad”. La primera fue con mucho temor, siempre me preguntaba qué dirá la gente. Llevó por título “No estamos solos” y más allá de que es una frase trillada, estoy convencido de que es así.

La segunda estuvo relacionada a los contactos. En relación a aquellas personas que tiene ese don o esa posibilidad de contactarse con los seres del más allá. Ahí presenté cosas muy fuertes, contactados que presentaron pruebas irrebatibles. Fijate que todos buscan ensuciar a la persona que de pronto ve algo, no buscan ratificar lo dicho, sino demostrar que no es así. Todavía existe ese tabú de que nosotros somos un poco locos. Bienvenido si me llaman loquito por esto, porque en realidad estoy convencido de que miro el cielo pero tengo los pies bien plantados en la tierra. Aquellos que vieron algo, los invito a contarlo, o los que quieren investigar, que se animen a hacerlo.

Parte de la creación

“Estoy convencido de que, más allá de mis deseos, falta mucho tiempo para que se conozca la verdad. No va a aterrizar una nave espacial en el medio de la plaza para decirnos, ‘aquí estamos nosotros’. Hay que abrir muchas mentes antes, hay que seguir investigando, exponiendo y discutiendo. Pero por sobre todas las cosas hay que seguir creyendo que nosotros no somos la única creación de Dios. Somos parte de esa creación”, asegura Fabián Zárate.