Daniel Domínguez [email protected]


Mucho para corregir en poco tiempo. Todavía con el sabor agridulce del partido del sábado en Mendoza, Newell's piensa en un duelo crucial el viernes ante Vélez. Los dirigidos por Fernando Gamboa siguen sin encontrar una identidad, cada día juegan peor y el DT parece no encontrarle la vuelta al equipo.

Más allá de las intenciones iniciales, los rojinegros son un equipo limitado, que no aprende de sus errores y, lejos de ser protagonistas, están entre los conjuntos más flojos del fútbol argentino. La victoria contra Lanús hace un par de fechas parecía que era el salto que necesitaban los jugadores y los hinchas para creer que se podía ir por algo más, pero Huracán los golpeó en el Coloso Marcelo Bielsa haciendo poco y nada, desnudando así la pobreza individual y colectiva de los del Parque.

En Mendoza, después de un primer tiempo que, otra vez, invitaba a algo más, llegó la debacle. No solo por perder la ventaja de dos goles sino por las formas. Newell's fue superado táctica, emocional y físicamente por el Tomba que le terminó haciendo precio y transformó a Alan Aguerre en figura.

Justamente, en la imagen del golero leproso se puede sintetizar la realidad del plantel. Aguerre, de lo más regular desde su llegada al club, es un arquero con claras dificultades técnicas a la hora de las salidas en balón parado, en los mano a mano achica siempre con las piernas hacia adelante y a la hora de iniciar juego con los pies deja muchas dudas. Así, con todos estos aspectos a mejorar, es uno de los que sostiene los magros 16 puntos que acumulan los de Gamboa en la tabla.

Saber de dónde se viene es importante para entender el contexto. Cuando una institución comete tantos desaciertos juntos, es difícil no salir dañado. Esto es lo que viene ocurriendo temporada tras temporada en la Lepra. Malas decisiones dirigenciales, mercados de pases frustrantes y un sinfín de entrenadores que siguen pasando y los resultados siguen sin aparecer.

El envión anímico de Gamboa como DT alcanzó para que en las primeras 15 fechas el equipo sumara diez unidades, pero con tamaño déficit individual, táctico y físico, la arenga del Negro no pudo hacer demasiado y en las últimas nueve jornadas apenas pudo ganar un encuentro, contando tan solo seis puntos sobre los 27 posibles.

Contra Godoy Cruz, el primer tiempo mostró algo de lo que el entrenador quiere. Presión alta, aprovechar las situaciones que se generan y no mucho más. La defensa fue un tembladeral, el medio quedó partido como siempre y los extremos no saben cómo correr la cancha.

El 1-4-4-3 a esta altura parece más un capricho del cuerpo técnico que una convicción. Está a las claras que Newell's no tiene jugadores para utilizar este sistema y la cantidad de goles recibidos (21) tendría que, por lo menos, hacerlos pensar en un cambio.

Juan Sforza y Mateo Maccari hicieron lo que pudieron en el Malvinas Argentina y debieron soportar estoicamente quedar en desventaja posicional y numéricamente, como lo vienen padeciendo en la mayoría de los partidos los futbolistas elegidos para ocupar el eje central de un conjunto desbalanceado por completo.

Como si todo esto no fuera poco, el tema de las lesiones es otro aspecto recurrente en la actualidad rojinegra y ahora fue Ignacio Scocco el que no pudo terminar un encuentro. Con la baja de Nacho, el único referente que queda en pie es Fernando Belluschi, aunque también se perdió varias convocatorias por problemas físicos.

Maxi Rodríguez y Pablo Pérez siguen sin recuperarse y están descartados para el partido del viernes ante Vélez. Otro que se sabe que no va a estar es Cristian Lema, quien llegó a las cinco amarillas.

Más allá que Lema es una sombra de lo que alguna vez fue con Frank Kudelka, no deja de ser una voz de mando y un guía para su pareja de zaga. Facundo Mansilla, todavía recuperándose de la operación por apendicitis llegaría con lo justo, aunque lo más probable es que debute el paraguayo José Canale.

El guaraní, de 25 años y 1,87 de altura, fue dirigido por Gamboa en Nacional de Paraguay, pero todavía no sumó minutos en el fútbol argentino ya que primero debió ponerse bien físicamente, luego se encontró con un buen funcionamiento de la dupla Lema-Mansilla y en las últimas semanas debió viajar a su país por temas personales.

Así, el DT ya sabe que debe meter mano en el once y seguramente evaluará alguna otra posibilidad con nombres como Jerónimo Cacciabue, Diego Calcaterra, quien anotó un gol de penal en la reserva, o el propio Belluschi para darle mayor equilibrio a la formación.

El reemplazante de Scocco no saldrá de Justo Giani (mismo cambio que ante el Tomba) o Ramiro Sordo, dos de los futbolistas que más minutos tuvieron en la presente campaña, aunque por ahora sin poder rendir en el máximo de sus posibilidades.

Con tres derrotas seguidas como local, un funcionamiento que deja muchísimas dudas y un rival de la talla de Vélez, Gamboa deberá cambiar mucho en poco tiempo como para no seguir hundiéndose en la tabla de posiciones y complicándose en la de promedios.

GOLES CALCADOS

Cuando se afirma que Newell's es un equipo que no aprende no se dice de manera antojadiza, sino que son los goles que la Lepra recibe los que marcan una realidad ineludible.

Ya desde la primera fecha quedó reflejado un patrón que se repite fecha tras fecha. En aquella ocasión, Talleres se puso 2-0 arriba con dos contras letales, con la defensa rojinegra mal posicionada en vigilancia, con los laterales muy altos y con un medio que no ocupó espacios ni equilibró la última línea. Esas dos dagas, quedaron opacadas por la remontada 3-2 y el festejo por los primeros tres puntos.

Pero la alegría duraría poco, ya que una semana después, Argentinos Juniors lo vencería 1-0 con una anotación de pelota parada, otra de las situaciones que se volverían moneda corriente en el fondo del arco de Alan Aguerre.

Quizás en el mejor partido de los de Gamboa, Estudiantes le marcó de la misma manera que lo había hecho Talleres dos semanas atrás, pérdida en ofensiva, todo el equipo desordenado y doblete de Manuel Castro.

La cuarta y quinta fecha serían las únicas (hasta el momento) que Newell's mantuvo el arco en cero (empate sin goles vs. Patronato y victoria agónica contra Platense en el Marcelo Bielsa).

Una semana después de aquel triunfo contra el Calamar, Scocco anotaría un autogol al intentar despejar un córner cerrado de Tomás Chancalay, el "10" de Racing que esa noche se impuso 2-0, otra vez desde una pelota parada.

Damián Martínez, de Central, se aprovechó de las bondades leprosas a la hora de marcar en el primer vértice en los tiros de esquina y conectó para abrir el tanteador en un clásico que terminaría 1-1. Otro gol de parada, otro anticipo ofensivo.

Defensa y Justicia y Atletico Tucumán no dejaron pasar ninguna de las ofertas defensivas y se aprovecharon del espacio entre la última línea y el medio centro, las dudas para cerrar de los centrales y se quedaron con los tres puntos sin concesiones.

Si los de Varela y el Decano fueron inteligentes para sacar rédito máximo, qué decir de River que goleó a Newell's con un manual tan simple como efectivo. Tres de los cuatro llegaron con futbolistas millonarios entrando al área con pelota dominada, mientras los centrales le miraban el número y Aguerre solo podía poner la otra mejilla.

Huracán le recordó a los de Gamboa que la pesadilla del balón detenido no estaba olvidada y con un anticipo de Cóccaro se llevó el premio máximo a Parque Patricios.

Finalmente, Godoy Cruz le generó innumerables chances de gol a los del Parque, aunque solo convirtió dos. El primero con un pelotazo largo como segunda jugada de un córner, los dos centrales salen sin tomar marcas y Martín Ojeda aprovechó para colgar el balón por encima de un arquero que quedó a mitad de camino.

El segundo cierra la historia (hasta acá) como empezó en la primera fecha: pérdida en ataque de Juan Sforza, Mateo Maccari que no temporiza y sale desordenado a querer cortar, toda la defensa pasada y Ojeda, sin marcas, estampó el 2-2.

El fútbol es un deporte donde el error está presente constantemente, donde las repeticiones para corregir las falencias son necesarias y donde la concentración juega un papel fundamental. Por ahora Newell's, solo sabe equivocarse, tanto que parece vivir en un loop permanente.