Álvaro Marroco
[email protected] A Carlos Busqued lo conocí indirectamente, por la película "El otro Hermano" (2017) -guion adaptado de su libro Bajo este sol tremendo (2008)- dirigida por Adrián Caetano, de quien tengo gran estima como realizador audiovisual, no así Busqued, quien en una entrevista dijo: "Vi la película en un evento de esos en los que hay comida gratis. Tenía pensado usar mi privilegio de autor para comer gratis, irme y volver a una charla que iba a haber después de la película, pero mientras estaba comiendo la empezaron a proyectar. Me daba miedo verla, estaba casi seguro de que iba a ser una bosta. Había leído algunas críticas entusiastas y pensé que por ahí zafaba. Y no. Cuando la vi, dije: 'No pueden ser tan hijos de puta'. Es como que te hubieras comprado una suprema napolitana con papas fritas y le sacás el queso, la salsa, el orégano, las papas, la suprema. ¿Para qué compraste mi novela si podrías haber escrito la misma mierda con los guionistas de mierda que tenías? Para escribir una intrascendencia ya tenés gente, loco".
Busqued era de esos escritores que no tenían pelos en la lengua, políticamente incorrectos, bichos raros al estilo de Rodolfo Fogwill, Dalmiro Sáenz; provocadores, en pocas palabras. Pero quizás Carlos, a diferencia de los otros escritores, no buscaba los flashes de las cámaras, sino todo lo contrario, porque se considera afuera de la "escena literaria". De hecho, no vivía de sus libros sino de dar clases de análisis matemático y de trabajar en la editorial de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Así como tampoco pretendía agradarle a nadie; en ese sentido, su postura era la de un lobo solitario que aullaba -cada tanto- a través de la red social Twitter.
Bajo este sol tremendo (2008) "En Chaco hay poco lugar para la tontera y el regodeo. Si lo hay es muy perverso, porque permitirte la tontera o el regodeo en lugares como el Chaco es también de una crueldad muy grande hacia el entorno", decía Carlos en una entrevista en donde se hacia referencia al sórdido pueblo "Lapachito" en donde se desarrolla su primera novela Bajo este sol tremendo (2008), además agregaba que no sabía si el nombre se correspondía a un lugar concreto. "El 'Lapachito' de la novela tiene más que ver con mi pueblo, Presidencia Roque Sáenz Peña, donde sí sucedieron ciertas cosas que están en el libro; como el hundimiento de las casas, el barro venenoso para los autos, una serie de cosas que viví de chico con paisajes que conozco pero están distorsionados, cambiados en el espacio-tiempo".
En 2008, "Bajo este sol tremendo", fue finalista del Premio Herralde de Novela y recibió una mail de Jorge Herralde para decirle que lo iba a editar. A partir de allí la crítica literaria lo conoció. Tal como lo definió el escritor Marcelo Dughetti, Busqued es "un tipo que, según dice mi amigo Calleri, siendo un posible nuevo Rulfo habla con la humildad de un amigo".
En otra entrevista, Carlos mencionaba que no era un tipo que haya leído muchos libros, pero a los que le gustaron (no más de cinco o seis) los había leído 30 o 40 veces. "A sangre fría", de (Truman) Capote, "Contacto", de Cooper, "Playa terminal" de (James) Ballard, casi todos los cuentos de Bukowski. Dennis Cooper le dieron permiso para poner cosas de violencia sexual muy fuerte.
Magnetizado (2018) Busqued contó que la historia de su segunda obra literaria Magnetizado (2018) la había conocido por testimonios directos del protagonista, Ricardo Melogno, con el que grabó más de noventa horas de charlas en sus visitas a la cárcel de Ezeiza. "Noté que muchas veces las personas 'normales' que deciden sobre los 'enfermos' pueden llegar a ser aterradoras -dijo Busqued-. El poder determina si estás enfermo o no. Si tenés la misma enfermedad que el poder no estás enfermo".
"Ni novela negra, ni realismo sucio, ni crónica, ni reportaje, ni nonfiction -escribió la crítica literaria Graciela Speranza al momento de la publicación de Magnetizado-. "Busqued acaba de inventar un género descoyuntado, crudo como la realidad descarnada que lo inspira, con el que revitalizar los protocolos vencidos del realismo: el identikit literario o, si se quiere una descripción más formalista, el montaje ético y metafísico".
"Sintonizo con la gente rota", dice Busqued en otra entrevista en un bar luego de que un joven con severos problemas de comunicación se le acercara y comenzaran una extravagante conversación. Al terminar, comentaba: "Tengo familiaridad con este clima, pero me permito el humor porque de alguna manera me es inevitable. Además no es aburrido, me produce un interés genuino. No quiero exagerar, pero todo lo que me sucede es así. Sintonizo con cosas y personas más bien rotas. Eso me llama la atención y todo lo otro me aburre soberanamente. Me implica un trabajo gigante acompañar el funcionamiento del mundo. Tengo un sobrino contador y disfruta su trabajo. Envidio eso, pero para vivir así hay que seguir las reglas del resto y eso es tremendo".
Esa red social llamada Twitter En Twitter era @unmundodedolor, un descolocado polemista que no empleaba eufemismos y un opositor declarado a las políticas del gobierno que encabezó Mauricio Macri. "Yo escribo con la tele prendida, o con la radio prendida, o escuchando música, siempre estoy con alguna otra cosa: hay una corriente de pensamiento que va por un lado, y una paralela que es "ah, mirá lo que pasa en la tele". De ahí nacen algunos tweets. "Una cosa que no parece importante en sí misma me pasa por la cabeza en el momento y lo comparto. Hay un primer retorno que es la interacción directa de las redes, que me parece muy atractiva. Además, es la interacción social que puedo sostener: la corto cuando quiero y me voy a dormir".
Fallecimiento La causa de su muerte se confirmo el pasado martes 30 de marzo. Según el informe preliminar que se le entregó a la familia, el escritor chaqueño Carlos Busqued había sufrido un infarto a los 50 años, en la ciudad de Buenos Aires.
En una de las últimas entrevistas dijo: "Estuve cuatro años escribiendo Bajo este sol tremendo con lo único que tenía para decir, y no tenía una mierda más para dar. Encima todos me felicitaban, estaba contento, no tenía motivos para escribir. Por desesperación o por obligación volví a escribir, pero muy trabado. Todo era muy vacío o hueco. No hablaba de nada. Pero insistía, y de a poco se fue armando algo que puede llegar a ser mi tercer libro". De este lado del mundo, lo estamos esperando.
Carlos Busqued nació en Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco), en mayo de 1970. A a los 16 años su familia, se mudó a Córdoba y, más tarde, se fue a vivir a ciudad de Buenos Aires. Era ingeniero metalúrgico y amaba los aviones. Autor de las novelas Bajo este sol tremendo (2009), obra finalista del Premio Herralde 2008 que fue llevada al cine por Adrián Caetano con el título de El otro hermano, en 2017, y de Magnetizado (2018), la electrizante reconstrucción de la vida de un asesino serial de taxistas encarcelado en el complejo penal de Ezeiza.
Busqued no vivía de sus libros sino de dar clases de análisis matemático y de trabajar en la editorial de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Tampoco pretendía agradarle a nadie; en ese sentido, su postura era la de un lobo solitario que aullaba -cada tanto- a través de la red social Twitter.
La causa de su muerte se confirmo el pasado martes 30 de marzo. Según el informe preliminar que se le entregó a la familia, el escritor chaqueño Carlos Busqued había sufrido un infarto a los 50 años, en la ciudad de Buenos Aires.
