Ceferino Azambuyo | [email protected]
Isaías Roca es un joven artista que impulsa un taller de graffiti en el Centro “Renacer Villaguay”. La propuesta está orientada a niños, jóvenes y “adultos copados”, como él mismo describe. En ese entorno, Isaías transcurre los días además de dar rienda suelta a su interés intervencionista que le surgió desde muy chico, contagiado por la cultura hip hop que engloba distintas vertientes callejeras de expresión.
“En el taller intento que los chicos encuentren su estilo personal, ellos crean letras con formas de gusanos, espadas, con fuentes estiradas, eso permite que muchos de ellos se liberen de la rutina, se saquen el celular, la computadora, la Tablet o la Play de la mente y se pongan a dibujar”, dice entusiasmado el grafitero, ante una consulta de MIRADOR ENTRE RÍOS.
El artista pinta graffitis desde los 11 años. Comenzó copiando los dibujos que aparecían en los chicles y los ampliaba, luego descubrió figuras que le llamaron la atención con un grupo de chicos de la cultura hip hop, así recorrió y convivió en lugares realizando sus creaciones como en Tierra del Fuego en Argentina y en el exterior Perú, Bolivia y Brasil.
“El hip hop es un movimiento cultural que surgió en la década de los ‘70 en calles del Bronx, en Nueva York y fue una respuesta a la represión que vivían los ciudadanos afroamericanos, recluidos en una especie de gueto moderno, eso sirvió de inspiración y además como diríamos hoy a modo de intentar visibilizar ese grave problema”, según describe.
Sin olvidar sus raíces Isaías busca en cada lugar, como lo hacía antes a escondidas, espacios donde intervenir y se expresa de manera muy libre sacando su interior para volcarlo en esa inspiración que es una prolongación de sus vibraciones interiores expresadas en figuras, letras y la creación que surge espontánea, pero también a pedido de quienes solicitan transformar elementos o incluso darle vida a un negocio de manera llamativa.
El río, atrae; el puente, une De sus tardes compartidas en los cursos de agua del departamento Villaguay se motivó estando a la vera del río Gualeguay donde se levanta un histórico puente que, ya no cumple la función para la que fue construido, porque fue reemplazado por otro moderno, aunque sin la magia de los 20 arcos con que el primero se diseñó y mostrando que ha soportado tremendas inundaciones con caudales que como decían los lugareños, “daban miedo”.
Así, junto a un amigo, el joven Roca encaró con decisión la tarea de pintar el viejo puente ubicado sobre la ruta nacional Nº18 que se fue transformando en un atractivo de la zona y rememorando esa foto obligada en las postales que identificaban a la ciudad en los recuerdos visuales que se llevaban quienes la visitaban.
Isaías comentó: “Reunimos unos 3.000 pesos para comprar los elementos con los cuales iniciamos los trabajos arco por arco, logrando algunas donaciones de pintura látex color blanco que se pueden hacer llegar a Rocha 818 o por llamadas al 3455-418295, porque el celular que recibía WhatsApp lo perdí cuando pintaba sobre el puente, al caerse al agua”, dice sonriendo.
MIRADOR ENTRE RÍOS llegó hasta el lugar donde se ha comenzado la intervención y el cambio que se observa le da un toque muy especial a los arcos que, con fondo blanco, lucen por primera vez con la intensidad que hace tiempo debieron tener como símbolo de un pasado que se transmuta en el presente al recobrar sus líneas definidas desde la distancia.
La intervención
“La tarea no es fácil porque no sólo lleva tiempo sino que los recursos son escasos porque se trata de una decisión para entregar a través del arte un atractivo que pueda compartirse; ese el objetivo porque debemos poner en valor muchos íconos que nos pertenecen para ayudar en lo que se pueda y como aporte a la creatividad, se piensa que el turista es sólo atraído por complejos de gran dimensión, que lógicamente son necesarios pero no es todo”, señala el artista.
“Estamos pensando que darle este toque al puente genera las condiciones y llama la atención por eso no debemos dejar que se deteriore y estamos a tiempo porque la estructura es especial para poder recorrerlo y mirar el río desde otro ángulo, surgirán las selfies, las fotos panorámicas, eso creo que sucederá, lo demás lo dirá el tiempo y quienes lo disfruten”, considera.
Como si fuera una zambullida en el Gualeguay, Isaías Roca se sumerge en su imaginación describiendo que “el inicio del camino es la base con la pintura y a medida que se avance voy a realizar la intervención que ya comencé en algunos arcos para definir la ubicación y la proporción la elección de los colores y matices, incluso el entorno juega e interactúa con esta creación
integrándose de un modo especial y hasta dinámico en el reflejo que las aguas devuelven en otros distintos tonos”.
Mientras mira la enorme estructura de hormigón, Roca sueña, despierto. “Estamos pintando varias figuras autóctonas del departamento como el hornero, carpincho, piragua, una carreta, cardenal, colibrí, enredaderas, hojas y flores que sean típicos exponentes de la fauna y la flora de toda esta comarca porque consideramos que eso nos identifica en muchos aspectos", expone. Y mientras imagina, boceta en el aire lo que, si la ayuda de la comunidad no se hace esperar, será uno de los íconos más prominentes de la Ciudad de los Encuentros.
Un puente, una época
Siendo diputado nacional por Entre Ríos, José María Garayalde presentó el proyecto de construcción del puente. Se lo sancionó en las postrimerías de la presidencia del Dr. Marcelo T. de Alvear y se realizó en la segunda presidencia de Hipólito Yrigoyen y de aquí su nombre.
Está ubicado a unas tres leguas al suroeste de Villaguay, camino a Paraná. El más importante del departamento, ubicado en la actual comuna de “Paso de la Laguna”, cuyo nombre surgió de una estancia del paraguayo Felipe Rivarola creada en 1785.
La obra incluyó un terraplén de 3 a 4 kilómetros de largo por 8 a 10 metros de ancho y 10 de alto; un puente sobre el curso del río Gualeguay y otros accesorios o aliviadores. El principal tiene 300 metros de largo a razón de 10 tramos de 30 metros cada uno y es todo de cemento armado. El trabajo fue finalizado en 1930.
