Ceferino Azambuyo
[email protected] Hace 11 años la reserva natural "La Chinita" es un espacio único que ofrece Villaguay para encontrarse en un entorno donde lo agreste ayuda a elevarse. Es un llamado a los sentidos para captar imágenes que remiten a un viaje de búsqueda interior con sensaciones que anidan en cada uno y despiertan, estimuladas por la naturaleza.
Las 14 hectáreas sumergen a los visitantes en un ambiente donde la flora y la fauna conviven en libertad, a diferencia de los zoológicos, cada especie aporta su particular contribución para hacer posible la vida en dependencia o interrelación del ecosistema.
Importantes contingentes visitan este lugar, ubicado en el ejido noreste de la "Ciudad de Encuentros", a unos 5 km de la plaza 25 de Mayo, una zona suburbana a la que se llega por un camino enripiado, desviando el ingreso pavimentado de tránsito pesado, en la denominada curva de la comisaría primera que conecta al acceso norte de Villaguay.
La Reserva fue creada por Decreto Nº 743-2008 y se establecían como objetivos principales brindar un espacio de recreación social, cultural, educativo, ambiental, fomentando y difundiendo la ecología, la preservación de especies autóctonas y de otras regiones; la protección de ecosistemas, comunidades o elementos biológicos que, por su rareza, fragilidad, importancia o singularidad, merecen una valoración especial; asegurar la continuidad de los procesos evolutivos, las migraciones de especies y la continuidad de las diferentes funciones de regulación del medio ambiente; la conservación de comunidades vegetales o animales, a fin de impedir su desaparición.
El acompañamiento guiado e instrucción a visitantes mediante charlas educativas acerca de la conservación y preservación del medio ambiente es otro rasgo distintivo del lugar. Además de ofrecer a la comunidad la posibilidad de disfrutar de un espacio público con características especiales, dadas por la diversidad de especies que la conforman. Lo que sucede durante todo el año a través de las visitas guiadas para establecimientos educativos o las que se programan para el público en general.
Una experiencia atractiva
Visitantes de distintos lugares, en especial de Buenos Aires, Santa Fe, Córboba y quienes regresan a su tierra natal, buscan momentos de refugio en este espacio atractivo que invita a repetir la experiencia porque ninguna es igual.
Miradores, pasarelas, muelles, barandas y hasta un extenso puente colgante irrumpen en el paisaje para poder apreciar en toda su dimensión lugares privilegiados. Los recorridos guiados para conocer la fauna y flora del lugar están a cargo de Rolando Lange, socio fundador de la Asociación Naturalista Entomológica Argentina con sede en Buenos Aires, es taxidermista y posee una colección de miles de mariposas de todo el mundo.
En la Dirección de Turismo municipal se encuentra un relevamiento de las especies existentes y también las que hacen su paso cuando emigran (realizado desde enero a diciembre por Lange). Lo que más se destaca es la importante cantidad de aves avistadas durante ese lapso de tiempo que corresponden a 138 especies. Lo mismo sucede con los mamíferos, reptiles, batracios e insectos.
Los más fáciles de avistar, entre los mamíferos: carpinchos, coipo o falsa nutria; lagartos overo, tortugas de laguna, tortugas pintada; aves como hornero, benteveo, cardenal copete rojo, pepitero de collar, carpintero overo, carpintero lomo blanco, carpintero enano, pollona negra, jacana, garza bruja, chororó, ipacaá, biguá, pato cutirí, pato de collar, pato sirirí pampa; entre muchos otros.
Como consecuencia de las canteras de broza, al llenarse de agua dieron lugar a lagunas artificiales con el paso del tiempo, y allí se pueden apreciar yacarés overo, chajás, teros, gallinetas, gallaretas, cotorras comunes, garzas, otras especies de la fauna autóctona y animales no autóctonos, antropizados por la domesticación irresponsable.
Dentro de la abundante y tupida vegetación, destacan los espinillos, guayabos, algarrobos, talas, con formación de montes y selvas en galería, chilcas y demás gramíneas en la formación del pastizal. Cercan el lugar añosos eucaliptus como una especie introducida.
Reserva sin límites
"Una reserva natural sin límites" es el nombre del proyecto puesto en práctica en noviembre de 2017 por los estudiantes del 6º año de la escuela secundaria Nº 7, con orientación en medio ambiente "René Favaloro". La iniciativa fue colocar cartelería en braille, en especies de la flora de La Chinita, coordinados por la docente Alicia Echániz.
Los estudiantes explicaron que cuando visitaron la reserva advirtieron que no existía señalética inclusiva y vieron propicia la temática para colaborar con visitantes no videntes. Trabajaron en equipo con el asesoramiento de estudiantes y docentes de la escuela Integral Nº 33 "Nuevo Horizonte" para la confección de los carteles. En tanto, el soporte en madera y caño fue aportado por la escuela Rogelio Martínez.
Este tipo de relación con instituciones escolares y recorridos guiados se lleva a cabo por parte de la Dirección de Turismo durante el año para sensibilizar y amigar a los jóvenes con el medio ambiente y los recursos turísticos con los que cuenta la ciudad.
Para visitar La Chinita
Se hacen recorridos diurnos con guía o se lo puede hacer en forma individual. En verano, de manera alternativa, hay recorridos nocturnos. La reserva está abierta al público toda la semana, a excepción de los miércoles que permanece cerrada salvo que sea feriado.
El horario de verano es de 15 a 19 horas y en invierno de 14 a 18 horas. El teléfono de contacto es: 03455-421331.
