En la escuela comenzaron unas quince personas entre adultos y niños. Cinco arqueros son de la Asociación de sordos.
Lucía Torres
Además del Club Tiro Federal que lleva ya años de enseñanza, el Club Ferrocarril ahora apunta al blanco. Pero este inicio tiene la particularidad de que también incluye a las personas sordas y con hipoacusia, quienes entrenan y compiten a la par del resto. La Municipalidad también está apoyando esta iniciativa, y para la institución deportiva significó un desafío que afrontaron con todas las ganas.
Los inicios
Julieta Sírtori es una de las instructoras de tiro con arco, la flamante disciplina que incorporó el Club Atlético Ferrocarril de Chajarí. El 4 de diciembre arrancaron con la escuela de arquería, y el sábado 5 con integrantes de la Asociación de sordos de Chajarí. “Se les hizo la invitación en principio a los chicos más grandes, para comenzar con ellos, ir viendo cómo nos manejamos, para después sumar al resto”, indicó Julieta al tiempo que explicaba que “no hay señas específicas para los elementos que utilizamos, entonces la idea es que los más grandes sean los que le asignen las señas correspondientes a cada parte del arco, para que después ellos mismos colaboren con la enseñanza para los más chicos”.
En la escuela comenzaron unas quince personas entre adultos y niños, y en lo correspondiente a la Asociación de sordos, son cinco arqueros.
Los días de entrenamiento son; lunes, miércoles y viernes con la escuela, y los sábados con las personas sordas, aunque la idea es que el año próximo estén los grupos integrados. Por otra parte en 2021 los sábados estarán destinados a un grupo de AALCEC (Asociación Argentina de Lucha contra el Cáncer). “Es un proyecto que se presentó para trabajar con todas aquellas mujeres que hayan tenido cáncer o estén en tratamiento”. Tanto en el caso de la gente de AALCEC como los integrantes de la Asociación de sordos realizan el deporte de manera gratuita. “Esto es posible gracias a gestiones de la dirección de deportes municipal y también del Club Ferrocarril que nos abrió las puertas sin problemas”, remarcó Sírtori. Al respecto comentaron que “desde la Municipalidad siempre nos apoyaron desde que se presentó la idea, por eso este día lo invitamos a presenciar una de las clases”.
De igual a igual
Alejandro Massera, otro de los instructores, se refirió a la integración dentro del deporte y valoró que “las personas con discapacidad juegan y compiten junto al resto en la arquería, esto es fundamental porque no es que sólo pueden practicar sino que estamos de igual a igual y con los mismos arcos”. En cuanto a las competencias dijo que se colocan semáforos para el momento de ir a buscar las flechas, “aparte de los sonidos que es lo que siempre hay, se colocan otras señaléticas que tienen que ver con luces, tienen que estar atentos, y es lo único”. Además, Alejandro aclaró que para otras discapacidades, seguramente en un futuro se abran las puertas a más. “Pero en todos los casos se evalúa cada caso en particular, porque la arquería tiene reglas para cada caso, y además, como en todo, cada persona es diferente y hay quienes quizás pueden hacerlo y otros que no, así que aunque nuestra idea es en un futuro dar clases a personas en sillas de ruedas o con otras limitaciones, cada caso se evaluará en particular”, dijo.
Ariel Nonino, presidente del Club Ferrocarril, también presente en la primera práctica, contó que es el primer deporte con modalidad “inclusiva” para la institución que preside. “Es más, desde que sufrimos la caída del gimnasio es la primera actividad nueva que incorporamos”. El club Ferrocarril sufrió la rotura y posterior caída de su gimnasio luego del paso de una cola de tornado en 2014, lo que significó pérdidas millonarias para la institución y la angustia lógica en su comisión.
Al ser consultados por el hecho de iniciar en una época del año donde todo está finalizando la instructora reconoció que sí. “La idea era comenzar el año que viene, pero teníamos lo básico para arrancar y más que nada las ganas, nos faltan terminar de armar contenciones aún, pero no nos aguantamos las ganas de comenzar”.
Al tratarse de una escuela que está iniciando, el primer mes no se cobra cuota para la escuela, “y en los meses siguientes lo que se recaude será para comprar elementos para los arqueros”. Vale aclarar que no es necesario tener conocimientos previos, ni contar con los elementos ya que en lugar los profesores se los brindan. “A partir de los 7 años aproximadamente es lo ideal, y hasta que tengan ganas, no hay límites”.
Además del Club Tiro Federal que lleva ya años de enseñanza, el Club Ferrocarril ahora apunta al blanco. Pero este inicio tiene la particularidad de que también incluye a las personas sordas y con hipoacusia, quienes entrenan y compiten a la par del resto. La Municipalidad también está apoyando esta iniciativa, y para la institución deportiva significó un desafío que afrontaron con todas las ganas.
Los inicios
Julieta Sírtori es una de las instructoras de tiro con arco, la flamante disciplina que incorporó el Club Atlético Ferrocarril de Chajarí. El 4 de diciembre arrancaron con la escuela de arquería, y el sábado 5 con integrantes de la Asociación de sordos de Chajarí. “Se les hizo la invitación en principio a los chicos más grandes, para comenzar con ellos, ir viendo cómo nos manejamos, para después sumar al resto”, indicó Julieta al tiempo que explicaba que “no hay señas específicas para los elementos que utilizamos, entonces la idea es que los más grandes sean los que le asignen las señas correspondientes a cada parte del arco, para que después ellos mismos colaboren con la enseñanza para los más chicos”.
En la escuela comenzaron unas quince personas entre adultos y niños, y en lo correspondiente a la Asociación de sordos, son cinco arqueros.
Los días de entrenamiento son; lunes, miércoles y viernes con la escuela, y los sábados con las personas sordas, aunque la idea es que el año próximo estén los grupos integrados. Por otra parte en 2021 los sábados estarán destinados a un grupo de AALCEC (Asociación Argentina de Lucha contra el Cáncer). “Es un proyecto que se presentó para trabajar con todas aquellas mujeres que hayan tenido cáncer o estén en tratamiento”. Tanto en el caso de la gente de AALCEC como los integrantes de la Asociación de sordos realizan el deporte de manera gratuita. “Esto es posible gracias a gestiones de la dirección de deportes municipal y también del Club Ferrocarril que nos abrió las puertas sin problemas”, remarcó Sírtori. Al respecto comentaron que “desde la Municipalidad siempre nos apoyaron desde que se presentó la idea, por eso este día lo invitamos a presenciar una de las clases”.
De igual a igual
Alejandro Massera, otro de los instructores, se refirió a la integración dentro del deporte y valoró que “las personas con discapacidad juegan y compiten junto al resto en la arquería, esto es fundamental porque no es que sólo pueden practicar sino que estamos de igual a igual y con los mismos arcos”. En cuanto a las competencias dijo que se colocan semáforos para el momento de ir a buscar las flechas, “aparte de los sonidos que es lo que siempre hay, se colocan otras señaléticas que tienen que ver con luces, tienen que estar atentos, y es lo único”. Además, Alejandro aclaró que para otras discapacidades, seguramente en un futuro se abran las puertas a más. “Pero en todos los casos se evalúa cada caso en particular, porque la arquería tiene reglas para cada caso, y además, como en todo, cada persona es diferente y hay quienes quizás pueden hacerlo y otros que no, así que aunque nuestra idea es en un futuro dar clases a personas en sillas de ruedas o con otras limitaciones, cada caso se evaluará en particular”, dijo.
Ariel Nonino, presidente del Club Ferrocarril, también presente en la primera práctica, contó que es el primer deporte con modalidad “inclusiva” para la institución que preside. “Es más, desde que sufrimos la caída del gimnasio es la primera actividad nueva que incorporamos”. El club Ferrocarril sufrió la rotura y posterior caída de su gimnasio luego del paso de una cola de tornado en 2014, lo que significó pérdidas millonarias para la institución y la angustia lógica en su comisión.
Al ser consultados por el hecho de iniciar en una época del año donde todo está finalizando la instructora reconoció que sí. “La idea era comenzar el año que viene, pero teníamos lo básico para arrancar y más que nada las ganas, nos faltan terminar de armar contenciones aún, pero no nos aguantamos las ganas de comenzar”.
Al tratarse de una escuela que está iniciando, el primer mes no se cobra cuota para la escuela, “y en los meses siguientes lo que se recaude será para comprar elementos para los arqueros”. Vale aclarar que no es necesario tener conocimientos previos, ni contar con los elementos ya que en lugar los profesores se los brindan. “A partir de los 7 años aproximadamente es lo ideal, y hasta que tengan ganas, no hay límites”.
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